En primer lugar una disculpa.
Hoy veía que la última vez que publiqué algo aquí fue el 5 de Mayo! He hecho lo inverso que Fausto casi 100 días sin postear 🙂
Realmente han sido 3 meses difíciles de trabajo, a veces digo que "sepultado en trabajo", y es que en cierta medida el trabajo, si te apasiona, tiene esa cualidad de "abducirte", a veces de "sepultarte". Cumplí hace un mes 42 de años, y pensaba que era una lección que había aprendido… se ve que no.
Muchas gracias a todos los que en este tiempo os habéis preocupado, orado, o pensado en mi… yo también os quiero.
Y me disculpo con vosotros, pero sobre todo mi disculpa es con el Señor.
Siempre me conmovió ese pasaje, en que después de que Samuel ha aprendido a escuchar la voz del Señor, la Biblia dice que "Samuel no dejo caer ninguna de sus palabras a tierra", y creo que cuando el Señor nos da -y cuanto Él me da, a pesar de mi misería- es para compartir, sino como el agua que no fluye, se estanca.
Pues eso, que aquí voy de nuevo.
Todavía estoy trabajando estos días, pero el jueves, si Dios quiere, me voy con mi hijito a pasar unos días en la playa como cada año… así que el que pensaba librarse de ver de nuevo las fotos de la paella llena y la paella vacía lo lleva claro 😉
Un abrazo para todos
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