Sin embargo yo me atrevo a preguntarte a ti mujer:
¿Quieres conocer al verdadero Adán?
¿Quieres enterarte del plan original de Dios para ti?
Si has respondido que sí a estas preguntas, te invito a que juntas empuñemos la espada del Espíritu (Efésios 6: 17) con una mente y un corazón dispuesto, buscando los tesoros ocultos en la Palabra de Dios:
«Mi corazón está dispuesto, oh Dios.» (Salmo 108:1)
«Y declarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios.» (Efésios 3:9).
Qué gratificante resulta reconocer que somos criaturas de Dios, moldeadas con esmero por sus amorosas manos, a su propia imagen y semejanza:
«Y creó Dios al hombre, a imagen de Dios lo creó.» (Génesis 1:27)
ASOMÉMONOS A LA CREACIÓN DE EVA
En el capítulo 2 verso 21 de este libro, nos encontramos con el relato del acto mismo de la creación de Eva.
«Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.» (Génesis 2:21)
Dice la Escritura que Dios hizo caer sueño profundo sobre el varón y tomo una de sus costillas, y cerró el lugar con carne. Dios no mutiló a Adán para crear a Eva, haciendo de esto una experiencia traumática para Adán. En una oportunidad leí una versión, la cual decía algo más o menos así, parafraseando:
«Y tomó Dios, de un punto del costado de Adán algo curvo.»
¿Podría ser un cromosoma?……….. ¿Un A.D.N.?
Resultaría extremadamente interesante dedicarse a hacer una investigación exhaustiva sobre esta teoría, consultando con expertos en el campo de la genética, comparando las diferentes versiones bíblicas y escudriñando los textos originales.
Sin embargo, la verdad es que a pesar de todas nuestras investigaciones y de las conclusiones a las que podamos arribar a través de nuestra sabiduría humana, por encima de nuestra sabiduría, están sus inescrutables caminos más altos que los nuestros (Isaías 55:8). Analicemos como fue que Dios creó a Adán:
«Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.» (Génesis 2:7).
Dios tomó de la tierra; tomó barro para formar a Adán. Digamos que el barro fue entonces la materia prima con la que Dios creó o formó a Adán.
¿No es así?
Vemos que no fue este el método que utilizó Dios al crear a Eva:
«Y de la costilla que Jehová tomó del hombre hizo a la mujer.» (Génesis 2:21).
Parafraseando este versículo podríamos decir:
«Y de la substancia que Dios extrajo del hombre, creó a la mujer». Y formó a la mujer de la misma substancia, no de algo inferior, no de una tierra con quizás menos minerales, si no de la misma masa. Yo creo que con el propósito de que no quedara la menor duda de que ella no era de una calidad inferior.
En el verso 22 se dice que Dios, cuando terminó de crear a la mujer, la trajo y la presentó al varón (Adán). Considero extremadamente significativo el hecho de que Dios tomara de Adán, del varón para crear a la mujer.
¿Por qué no volvió Dios a tomar del polvo de la tierra para formar a Eva?,
¿Por qué tomó Dios de Adán la materia para formar a Eva?,
¿Cuál sería su propósito divino?
Por qué no hace nada por casualidad, o sin sentido. Sabemos que todas las acciones de Dios tienen un propósito, un significado, bien sea que este nos sea revelado a nosotros o no. Continuemos desglosando estos versos en torno a la creación de Eva. «Dijo entonces Adán:
Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.» (Génesis 2:23)
Observemos con detenimiento la reacción inmediata de Adán, cuando Dios le presentó a Eva.
ADÁN ENTENDIÓ
Adán entendió enseguida el propósito de Dios, el recibió al momento la revelación en su espíritu, Dios no tuvo que explicárselo, él lo entendió y lo estableció verbalizándolo enseguida. Dijo Adán:
«¡Ahhhhh …! Lo entiendo …. lo comprendo:
Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne.» Será llamada Varona porque del varón fue tomada. O sea, que Adán dijo:
«Dos y dos son cuatro …»
Que simple ¿No?
Especulando sobre esta idea, cabría decir que es muy probable que el propósito de Dios al tomar de Adán para crear a Eva, haya sido para que se creara en él hacia ella un sentido de pertenencia, de responsabilidad, de prolongación de sí mismo, de preservación.
Tengo la absoluta convicción de que este fue el plan original de Dios. Que a partir de aquel preciso momento en el cual Adán recibió a Eva como compañera, como ayuda idónea, recibió también la posición de líder espiritual y cabeza de su esposa.
Creo que a Adán le fue impartido directamente en su espíritu, esta revelación por el Espíritu Santo de Dios. Y a través de este conocimiento revelado, fue programado en su ser interior (utilizando un término de computación) para sentir en su ser la necesidad instintiva de velar, suplir, proteger y nutrir emocionalmente a su mujer.
¿Y: .. A MI ADÁN QUÉ LE PASÓ?
Casi me parece escuchar a muchas de ustedes preguntar: ¿Cómo fue que se fue desvirtuando la imagen de ese Adán maravilloso que Dios creó? Usted tiene mucha fantasía hermana Nogueras.
¿Cómo se le ocurre a usted que los maridos puedan tener esa conciencia e instinto de protección? [Porque el que me tocó a mí no tiene nada de eso! ¿Me tocaría un Adán de segunda?
Algunas de ustedes durante las conferencias exclusivamente para damas donde he tenido el privilegio de ministrar, me han dicho con una expresión de incredulidad sin disimulo:
«Mi hermana, déjeme decirle, el Adán que me tocó a mí, no se parece en nada a ese que usted está describiendo.
¿Por qué cambió tanto?…… ¿Qué le pasó al mío?
» Esto solo tiene una respuesta: «El pecado».
No hay otra explicación que no sea la de simplemente por el pecado. Bien, así mismo como hemos dicho en este capítulo que Adán recibió por parte de Dios el instinto genético de velar por la esposa, del mismo modo, las mujeres complementando el plan perfecto y original de Dios, fuimos creadas para vivir bajo sujeción
Por Amber Nogueras
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