“Bendeciré a los que te bendijeren y maldeciré a los que te maldijeren” (Génesis 12:3) / Promesa de Dios para Abram y los creyentes, no para el Israel incrédulo (Primera parte)

Estas son palabras famosas de la Biblia. Muchos las repiten hoy día pero me temo que no las hemos interpretado bien.

Dios llamó a Abram y le dijo:
“Vete de tu casa y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás de bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; Y SERÁN BENDITAS EN TI TODAS LAS NACIONES DE LA TIERRA”.

Notemos que el pasaje dice “bendeciré a los que te bendijeren y maldeciré a los que te maldijeren”. Todavía no existía Israel. La promesa no era para Israel como nación, sino para Abram y sus descendientes espirituales. Pero la pregunta debe ser, ¿quiénes son los descendientes de Abram? Y ¿a quién se refiere Dios aquí?

No es fácil interpretar esto. Hay diferencias de opiniones entre los teólogos y eruditos. Pero una cosa tenemos que recordar siempre: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Timoteo 3:16).
Tenemos que incluir todos los pasajes que hablan sobre un tema y no contradecir ninguno ni dejar nada fuera.

Veamos qué dice Gálatas 3:6-9
“Así Abram creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son DE FE, estos son hijos de Abram. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abram, (el Evangelio), diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de LA FE son bendecidos con el creyente Abram”.

Así que aquí vemos que LOS DE LA FE son los que serán bendecidos por Dios. ¿Qué hizo Israel con el evangelio de Cristo? Lo rechazó. Ellos no son los de LA FE. Sabemos que Israel, como nación, ha rechazado a Jesús, el cual murió por ellos y han despreciado el gran sacrifico del Señor.

Romanos 2:28-29 dice:
“Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios”.

Una cosa es Israel espiritualmente y otra cosa es Israel como un grupo de gente o nación. Por eso tenemos que saber interpretar (Romanos 11:26).
Dice: “y luego todo Israel será salvo”.
Ahora, si leemos esto aislado se usa por mucha gente tal como suena, pero ¿qué más dice?:
“Como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. Y este será el pacto que haré con ellos, cuando quite sus pecados”.

Vamos a ver qué significa esto. Este grupo de gente, quienquiera que sea a los que Pablo se refiere, todos van a ser salvos! Y lo van a ser porque Jesucristo va a quitar sus pecados.

Fuente: Santa Biblia, Reina Valera, vs. 1960


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