C. S. Lewis, el apóstol de los escépticos e incrédulos

C. S. Lewis (1898-1963) fue profesor en las prestigiosas universidades inglesas de Oxford y Cambridge. Fue uno de los mejores escritores del siglo XX. Una de sus más conocidas obras es Las crónicas de Narnia¨.

Cuando todavía era un niño, su madre murió. Esta experiencia, combinada con un tutor escéptico que tenía, le enseñaron a tener un pensamiento crítico y a dudar de la existencia de Dios. Fue herido en la Primera Guerra Mundial, y decidió que nada merecía la pena excepto el desarrollar el intelecto y disfrutar de los placeres del mundo.

En la universidad iniciaba debates sobre “las grandes preguntas de la vida”. Las más importantes de ellas eran ¿Existe Dios? y ¿Existen la verdad y los valores objetivos?

Sin embargo, algunos de sus autores favoritos eran G. K. Chesterton y George Mac Donald, los cuales eran cristianos. Sus obras y algunos amigos creyentes jugaron un papel importante en la conversión de C. S. Lewis.

Fue seguramente el más importante escritor cristiano de todo el siglo XX. Sus libros han sido usados por Dios para sacar de las tinieblas a muchos mal llamados “ateos”. Tenía una mente brillante, y cuando fue expuesto a los testimonios de algunos compañeros de universidad los cuales eran creyentes sinceros y reconocían la Biblia como la Palabra inspirada de Dios, fue dándose cuenta de su error.

Curiosamente, la respetada revista estadounidense Time, le dio a C. S. Lewis la suficiente importancia como para reconocerlo en la primera página de unas de sus publicaciones. Hasta el día de hoy los libros de este autor se siguen vendiendo especialmente a personas cultas intelectuales y que buscan respuestas a sus inquietudes religiosas. Es bueno saberlo para quizás regalar uno de sus libros a alguna persona que conozcan que necesite leer de alguien con el intelecto de C. S. Lewis.

La mayoría de las veces, los mal denominados ateos tienen un profundo resentimiento contra alguien o contra Dios por algo que ha pasado en sus vidas y de lo cual culpan a Dios. No entienden, o no quieren entender, que Dios nos ha dado libre albedrío y que el hombre es responsable de sus actos y no puede culpar a Dios de ellos.

De todas formas, los que somos creyentes sabemos que a los que amamos a Dios aún las cosas malas que pasan en nuestra vida Dios las usa para bien nuestro y de otros. La mayoría de nosotros puede contar cosas negativas que han sucedido en nuestras vidas, pero éstas se pueden ver de dos formas: Como que van a ser para mal, o como que van a ser para bien. Todo depende de cómo nos lo tomemos.

Debemos siempre recordar lo que dice el profeta Isaías en el capítulo 55 de su libro.
Isaías 55
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Misericordia gratuita para todos

1 A todos los sedientos: Venid a las aguas;(A) y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.(B)
4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.
5 He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.
6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Debemos aprender a vivir por fe, pues somos salvos por fe y también debemos vivir la vida Cristiana por la fe. Esto no es fácil pero si leermos, meditamos, y memorizamos versículos clave tales como éste de Isaías, tendremos una gran ayuda y nos aumentará nuestra fe. Es por eso que no debemos descuidar el estudio sistemático de la Palabra de Dios, porque es así como obtendremos la victoria sobre las pruebas de la vida.

Fuente: Biblegateway


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.