CAMBIOS PARA UNA NUEVA ETAPA

Cambios para una nueva etapa
1 Reyes 2:1 al 9

David le da una serie de principios y recomendaciones a Salomón para un tiempo donde se marcaría el final de una etapa y el comienzo de algo nuevo.
En primer lugar David se encarga de dejarle en claro que su partida era parte de la vida misma:

“yo sigo el camino de todos en la tierra…” vs. 2

David pone su partida en el plano de lo natural, es decir le quito la carga de “dramatismo” a la situación, se lo presenta a Salomón como algo que tenía que suceder si o si.
Toda finalización de una etapa tiene que ser vivida como algo natural, como un proceso natural, no como algo traumático para nosotros sino como parte de un proceso evolutivo de Dios sobre nuestras vidas que nos conducirá a la realización de nuestro propósito.
Es el cumplimiento de Proverbios 4:18 DHH “El camino de los justos es como la luz de un nuevo día: va en aumento hasta brillar en todo su esplendor.”, pasar de una etapa a otra es ir de menor a mayor.

Los recambios son algo natural. Quien se niega a los cambios se niega al avance, al crecimiento

En segundo lugar lo insta a asumir una postura de esfuerzo y maduración:

“…esfuérzate y sé hombre” vs.2

Estas palabras son similares a las de Josué 1:9 “… mira que te mando que te esfuerces y seas valiente” y a la exhortación apostólica “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos” 1Cor. 16:13, y se refiere a la fortaleza y vigor que se necesitaban para cumplir las pesadas funciones de rey. Esta no es una tarea para “flojos”.
Toda nueva etapa, todo desafío, implica mayor esfuerzo, por eso:
Dios no subestima la tarea que te esta encomendando
Dios sabe que es difícil lo que vas a empezar
Dios conoce tus propias limitaciones
Dios no nos ve como nos vemos nosotros, sino como una oportunidad para glorificarse.

“…y sé hombre” y “…portaos varonilmente”

Alguien dijo alguna vez: Hombre se nace, pero comportarse como varón se elige.
David quería dejarle bien en claro cuál debía ser la actitud a asumir por parte de Salomón en el ejercicio del poder.
En tiempos de cambios debemos tener actitudes que marquen nuestro carácter espiritual sin mezclar lo almático y sentimental, por eso David le dice “… sé hombre”, porque las mujeres tienden a mezclar y a usar sus sentimientos en todo. En una etapa de evolución y crecimiento no tiene que mezclarse todo, traer viejos conflictos. No podemos estar con los sentimientos a flor de piel como una mujer.

En tercer lugar le da principios espirituales para el éxito:

“ Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando
sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que
está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en
todo aquello que emprendas; para que confirme Jehová la palabra que me habló,
diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono
de Israel.” Vs.3 y 4

David se encarga de establecer cuál era el seguro del éxito de Salomón: tener principios espirituales claros, activos, la garantía no es el esfuerzo, sino caminar en los principios espirituales y la obediencia a Dios.

Guarda la ordenanza de Jehová tu Dios—la ley divina con todos sus requisitos tanto ceremoniales como morales. Pero se refería particularmente a sus instituciones políticas, puesto que sólo observando estrictamente la conducta que convenía al monarca hebreo (Deu_17:10-20) que él aseguraría las bendiciones de paz y prosperidad para su reino (véase Deu_4:6; Deu_29:10-21).
Jamás faltará a ti varón del trono de Israel—Una referencia a la promesa hecha a David de que la soberanía residiría perpetuamente en su linaje (2Sa_7:11-16), promesa que después fue confirmada a Salomón (cap. 9:5), y repetida con referencia a su significado espiritual mucho tiempo después (Jer_33:17).

Por último le da una serie de recomendaciones muy importantes, que tienen que ver con el ejercicio del poder propiamente dicho y con realización de algunas medidas que :

“Ya sabes tú lo que me ha hecho Joab hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales
del ejército de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasa hijo de Jeter, a los
cuales él mató, derramando en tiempo de paz la sangre de guerra, y poniendo
sangre de guerra en el talabarte que tenía sobre sus lomos, y en los zapatos que
tenía en sus pies. vs. 5

Joab dio muestras de ser un hábil general, que contribuyó considerablemente al establecimiento de la monarquía, pero su carácter era una extraña mezcla. Aparte de sus hechos personales de violencia, y de su oportunismo, podemos ver su crueldad en la forma en que rápidamente aceptó y llevó a cabo el plan de David de hacer matar a Urías (2 S. 11.6–26). Pero también podía ser generoso, como cuando permitió que David se llevara la gloria por la captura de Rabá de Amón (2 S. 12.26–31). Quizás más notable y sorprendente es el hecho de que trató de disuadir a David de llevar a cabo el censo que había proyectado (2 S. 24.2–4).

Encontramos a Joab en el papel de mediador de paz reconciliando a David y Absalón en una ocasión (2 S. 14.23, 31–33), pero más tarde cuando la culpa de Absalón se perfiló claramente, participó en su muerte (2 S. 18.14–33), a pesar de la orden de David de respetar la vida del joven. Después de esto David destituyó a Joab y nombró comandante a Amasa (2 S. 19.13), pero el astuto Joab sofocó la revuelta de Seba y aprovechó la primera oportunidad que se le presentó para matar al nuevo comandante, que demostró no tener capacidad para el cargo (2 S. 20.3–23). Posteriormente, y durante un tiempo, Joab parece haber vuelto a disfrutar del favor del rey (2 S. 24.2).

Joab es representativo de aquellas personas o acciones de nuestro ministerio, que han sido útiles (era de los 400 valientes de David), que tienen muchas características positivas, como lo fue Joab, un buen general, generoso, buen mediador de paz, sofocó una revuelta. Pero también al mismo tiempo sus acciones de fidelidad siempre estaban entremezcladas con excesos, siempre van más allá de lo que se le pide.
Los excesos son siempre malos por más que estén precedidos de una acción de fidelidad, y deben ser corregidos. Hasta el mismo Jesús lo confronto cuando estos se dieron entre discípulos cuando estaban buscando un lugar para a su aposento y ante la negativa le preguntaron al Señor “… ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?” pero rápidamente Jesús les dijo: “… Vosotros no sabéis de qué espíritu sois”

Tú, pues, harás conforme a tu sabiduría; no dejarás descender sus canas al Seol
en paz” v 6

David había realizado acciones pero había algunas cosas pendientes, de las cuales se debía encargar Salomón. No que lo que David había hecho estaba mal, pero Salmón tenía que hacer en esta nueva etapa acciones complementarias a la de la etapa anterior. Es necesario rescatar lo bueno del pasado, cerrar una etapa, pero terminar las tareas pendientes, por eso vas a tener que resolver las cuentas pendientes para poder proyectarte, con la sabiduría de Dios.
David le dice a su hijo es necesario que NO sigas conviviendo con esta situación, hay situaciones con las puedes haber convivido en el pasado pero para este nuevo tiempo no puedas convivir mas con ellas. Por eso el consejo fue “… no dejarás descender sus canas al Seol en paz”. No lo dejaras que él muera de viejo en paz= no vas a dejar que esto siga conviviendo contigo y lo “… harás conforme a tu sabiduría” el Señor de proveerá de una sabiduría especial para estas acciones.

«Mas a los hijos de Barzilai galaadita harás misericordia, que sean de los convidados a tu mesa; porque ellos vinieron de esta manera a mí, cuando iba huyendo de Absalón tu hermano.»

Barzilai (heb. Barzillay, «el de hierro» o «fuerte»). 1. Hombre rico de Galaad e íntimo amigo de David. Durante la rebelión de Absalón, cuando el rey huyó a Transjordania, Barzilai llevó provisiones a David y a su ejército (2Sa_17:27-29). Después de la victoria sobre Absalón, acompañó al rey a Palestina occidental y fue invitado a formar parte de la corte real. Rehusó la invitación por causa de su edad, y solicitó que su hijo Quimam fuera en su lugar (19:31-40)
Vas a tener que aprender a valorar a los “hombres de hierro”, por su fidelidad en tiempos de prueba tenlos en cuenta, hazlos parte de tu gente cercana “… que sean convidados a tu mesa”.

David le dio instrucciones para que en las situaciones de agobio del gobierno, el tuviera un espacio intimo “… a tu mesa”, debemos de tener la capacidad de entablar amistad con otras personas, pero no con lazos almáticos sino conexiones de reino.
En tiempos de cambio tienes que buscar de juntarte con la gente correcta.

“El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será
quebrantado” Proverbios 13:20

“También tienes contigo a Simei hijo de Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, el cual me maldijo con una maldición fuerte el día que yo iba a Mahanaim. Mas él mismo descendió a recibirme al Jordán, y yo le juré por Jehová diciendo: Yo no te mataré a espada.” Vs. 8
Simei hijo de Gera, de la casa de Saúl. Como consideraba que David había usurpado el trono, cuando el rey tuvo que huir por causa de Absalón dio rienda suelta a su desdén mediante crudas maldiciones, aparentemente convencido de que David había sido definitivamente destronado (2Sa_16:5-13). Cuando éste regresó triunfante. Simei pretendió estar arrepentido, y no fue castigado gracias a la generosidad del rey (19:18-23).

Pero ahora no lo absolverás; pues hombre sabio eres, y sabes cómo debes hacer con él; y harás descender sus canas con sangre al Seol.” Vs. 9

Simei representa la traición y las maldiciones que son soltadas sobre nuestras vidas y ministerios. Anteriormente David había aceptado esa situación como parte de un trato de Dios con él:

“Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así?” 2 Samuel 16:10

Pero para esta nueva etapa de gobierno David fue especifico “… pero ahora no lo absolverás” había que marcar el fin de una etapa también en este sentido. El fue categórico con Salomón, pero lamentablemente no le obedeció y tuvo que sufrir en carne propia la deslealtad de Simei (1ra. De Reyes 2:42 al 46) y entonces recién ahí ordenó que se lo ejecutara.

En nuestras vidas y ministerios tenemos que ser muy cuidadosos con aquello que el Señor nos dice: “… no lo absolverás” esto quiere decir no lo perdonaras. Lamentablemente a veces queremos ser más buenos que Dios, pero es inútil poner un signo de interrogación cuando Dios ya puso un punto final, si Él dijo no va mas, es así no va más.

Es imposible concebir una nueva etapa en nuestras vidas o ministerios sin llevar a cabo cambios.

Pastor Raúl Cuadro

(mensaje predicado el 9-07-10 en el congreso «Cielos Abiertos» en Tres Arroyos – Argentina)


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