Chistes Variados

El Hermanito
Había un hermanito que le gustaba resolver problemas difíciles, abriendo al azar la Biblia y colocando su dedo con los ojos cerrados en cualquier página. Él tomaba esto como una orden directa de Dios.
Una vez más decidió aplicar su método. Abrió la Biblia y colocó su dedo al final de Mateo 27:5, “Salió, y fue y se ahorcó.” Él cerró rápidamente la Biblia y después de orar, volvió a abrirla. Esta vez señaló justamente la última parte del Lucas 10:37,
“Ve, y haz tú lo mismo.” El hermano, sorprendido y con cierta molestia por lo que leía, repitió la operación. Esta vez señaló justamente la última parte de Juan 13:27, “Lo que vas a hacer, hazlo pronto.”
Desde ese momento, el hermano dejó de practicar dicha costumbre.

Jose y La Maestra
Una maestra discutía con un estudiante cristiano y le decía,
«Pero José, ¡está científicamente comprobado que un pez no se puede tragar a una persona!
Y José le contestaba, «Maestra, usted se equivoca. ¡La palabra de Dios dice que un pez se tragó a Jonás!»
Ella le respondió, «¡No debes de creer en esas cosas, porque ya te dije que estaba científicamente comprobado que eso no puede ser!»
José, enojado, dijo a su maestra, «Cuando yo muera y vaya al cielo, ¡le preguntaré a Jonás!»
Y la maestra, que no creía en Dios, le dijo, «¿Así? ¿Y qué pasa si ese tal Jonás está en el infierno?» José le contestó inmediatamente, «Pues, ¡entonces que le pregunte usted!»

Escuela Dominical
Niños, ¿a qué le tienen miedo? – preguntó el maestro de escuela bíblica, para introducir a su clase al tema. Jaime respondió, ‘Yo le temo al malamén. El maestro, extrañado, le preguntó, ¿Qué es eso? Jaime lo miró y le dijo, «No estoy muy seguro, pero debe ser terrible, por que mi mamá siempre dice al final de su oración,»‘líbranos de tentación y del mal-amén.»


Los Futbolistas

Dos cristianos futbolistas se preguntaban si al morir podrían jugar futbol en el cielo. Se hicieron una promesa que el primero que muriera pidiera permiso de venir a decirle al otro si hubiera béisbol en el cielo o no. Pasando el tiempo, murió uno, y se le apareció una noche al otro y lo despertó. 
“Hermano, hermano, ¡despierta!” “¿Qué pasó?” el otro respondió. “¿Has vuelto?” “¡Si! Te traigo una buena y una mala noticia.” “¡Dime! ¡Dime!” “La buena es que sí hay futbol en el cielo.” “¿Y la mala?” “¡Mañana te toca jugar!






La Prédica
En una iglesia ubicada en zona campesina el pastor predicó sobre el endemoniado gadareno. Los hermanos del campo al final del culto evitaron saludar al hermano ganadero.




Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.