Cristianos que avergüenzan con la mediocridad de su trabajo

Cuando aún era soltero encontré la siguiente frase en un libro que jamás olvidé “Hay gente que tiene la mente tan en el cielo, que no sirve para nada en la tierra”.

¿Qué triste que existan tantos cristianos que son luz en la iglesia y oscuridad en el trabajo? Me refiero a aquellos que se llaman cristianos y asisten a una congregación y llaman a Dios su padre pero que son malos trabajadores en su empresa. Aquellos “cristianos” que avergüenzan con la mediocridad de su trabajo.

Si su jefe tiene que repetirle las cosas dos veces, usted es un mal trabajador. Si su jefe tiene que pedirle que tenga iniciativa, usted es un mal trabajador. Si su jefe tiene que pedirle que dé la milla extra, usted es un mal trabajador. Si su jefe tiene que motivarlo para que produzca, usted es un mal trabajador. Si alguien más tiene que hacerse responsable de hacerlo a usted responsable, usted es un mal trabajador.

Si estas palabras le han golpeado su espíritu, siga leyendo porque es tiempo de cambiar. Si tan solo quisiera que algún compañero de trabajo leyera estas palabras, siga leyendo y ayude a sus amigos.

Los cristianos no dividimos nuestra vida en compartimientos. No somos una cosa en la casa, otra en la calle, otra en el gimnasio, otra en la universidad, otra en el estadio, otra en la congregación, otra en la empresa, otra con la familia, otra con los amigos y otra con otro tipo de amigos. Los cristianos somos cristianos porque seguimos a Cristo y lo reflejamos en todas las áreas de nuestra vida en todo tiempo y lugar. Simple y sencillamente si somos cristianos, somos. Y lo demostramos en todo, incluyendo el trabajo. Porque si no lo hacemos, deshonramos el nombre de Dios.

¿Cómo ser luz en la iglesia y luz en el trabajo?
1. Todo lo que haga, hágalo en el nombre del Señor
Sí, usted representa a Dios con su trabajo. Desde que se puso la etiqueta de cristiano encima, usted representa a Dios. Represéntelo dignamente en el trabajo o quítese la etiqueta de cristiano, pero por favor, no se quede en medio. La Biblia nos exhorta a hacer todo en el nombre del Señor para que lo hagamos bien. ¿Quién quiere darle un mal nombre a su papá terrenal? Tampoco lo haga con su papá celestial.

“Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.” Colosenses 3:17 NVI

2. Todo lo que haga, hágalo como para el Señor
He dicho siempre que el mejor programa de Calidad Total es hacerlo todo como para Dios. Usted no trabaja para ningún jefe, usted trabaja para el Jefe. Usted no es buen trabajador porque tiene un buen jefe. Usted puede tener al peor jefe terrenal pero todo lo hará para el Jefe de jefes. Todo lo hará como para el Señor. Es cierto usted sirve a su jefe terrenal, pero no depende de él para hacer bien las cosas, usted las hace bien porque todo lo que hacemos los cristianos lo hacemos como para el Señor y no como para nadie en este mundo. Deje de quejarse de su jefe y empiece a brillar para el Jefe.

“Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo” Colosenses 3:23 NVI

3. Todo lo que haga, hágalo de buena gana
Eso es con entusiasmo, dirigiéndose a usted mismo, con todo empeño y contagiando a otros con el mismo espíritu. Hacer las cosas por salir del paso no va con la excelencia de nuestro Creador. El creó todo y lo hizo bien. No haga cosas a medias, para salir del paso. ¿Por qué de buena gana? Porque es para Dios y para nadie más. Él es la máxima motivación para hacer las cosas de buena gana. Y la única motivación que perdura, es la que viene de adentro.

4. Tenga una buena actitud, pero también crezca en su aptitud
Un machete sin filo, aunque tenga al jardinero más musculoso del mundo, jamás será muy productivo. Usted es un machete en las manos de Dios. Dios puede producir en su trabajo a través de usted, dependiendo del filo de su machete.

Es secretaria, crezca en su capacidad como secretaria. Es maestro, no sólo tenga buena actitud, mejore su aptitud. Suscríbase a blogs de educación, sea parte de una asociación, lea libros, afile su machete. Es usted diseñador gráfico, que sus diseños hablen excelencia y cada vez una mayor excelencia. Investigue, lea, asista a cursos, aprenda nuevos programas, no se quede estancado. Es usted vendedor, sea el mejor vendedor que pueda ser. Lea libros, pida consejo, busque un mentor. No importa lo que usted sea, no tenga sólo buena actitud, crezca en su aptitud y déjese usar cada vez más por Dios en su trabajo.

¿Cómo lo describiría su jefe o sus compañeros de trabajo?
¿Lo llorarían si lo despiden o renuncia o le darían gracias a Dios que al fin se fue?
¿Es usted indispensable o alguien fácil de sustituir debido a su mediocridad?

Como la metida linda de mi esposa Aixa me dijo al terminar de leer mi blog (que por cierto no fue que estaba bueno sino que debía agregar algo ¡jajaja! Las queremos mujeres) “Usted es un cristiano que trabaja, no un trabajador que se dice cristiano”.

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Comentarios

Una respuesta a «Cristianos que avergüenzan con la mediocridad de su trabajo»

  1. mi jefe me estresaba al grado de ponerme a llorar por que para el todo estaba mal,el nunca se equivocaba , pero cuando me di cuenta de que hacia las cosas para quedar bn con el, le pedi perdon a mi Dios y ahora hago todo como para El y estoy pidiendo por mi jefe. Cuando me dice algo sea bueno o malo me siento en paz.

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