Cristo, fundamento de la Iglesia

«Porque nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo», «Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra del ángulo Cristo Jesús mismo, en quien todo el edificio, bien acoplado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu»

(1ª DE CORINTIOS 3.11, EFESIOS 2:19-20)

En esta semana, el mundo se confunde grandemente en términos religiosos: Por una parte trata de comprender quien fue Jesucristo realmente y el verdadero significado de su sacrificio en la cruz, pero por otro, en las representaciones, vacaciones y demás jolgorios, se desatrampa en el deleite de los placeres de la carne, convirtiendo una semana que quieren hacer «santa», en la mas cargada de pecado y concupiscencia.

Pero los cristianos debemos aprovechar que en esta semana se habla del Señor Jesucristo, para exponerle al mundo que nuestro Señor, es el verdadero fundamento de su Iglesia, porque hay miles de visiones sobre lo que debe ser un grupo que este en buena relación con Dios, y por ello el numero de religiones es incontable, pero no obstante habiendo tantas, el mundo esta perdido y no tiene el poder de transformación que Dios debe dar a su Iglesia.

La escritura empieza diciendo que nadie puede poner otro fundamento que el que ya puso Dios Padre, que es Jesucristo, ¿porque dice esto? Porque Dios sabia que muchos grupos religiosos pondrían otros fundamentos, generalmente hombres terrenales como Buda, José Smith, Krisna, Mahoma, Baha’li llah, Moisés, o el mismo Pedro y mujeres, como María y las deidades femeninas antiguas, por lo cual, millones de personas se extraviarían, creyendo que su fe puesta en esos seres humanos, los llevaría a la eternidad, pero la verdad es que construyeron sobre un falso fundamento.

La Biblia también nos dice que «La piedra del ángulo» es Cristo y que sobre esa piedra o roca, es sobre lo cual debemos edificar la Iglesia del Señor. «El que oye estas palabras Mías y las pone por obra, será semejante a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Y descendió la lluvia, y vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y golpearon contra aquella casa, y no cayo, porque estaba fundada sobre la roca. Pero todo aquel que oye estas palabras mías y no las pone por obra, será semejante a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió la lluvia, y vinieron los ríos, y soplaron los vientos, y golpearon contra aquella casa, y cayo, y grande fue su caída»

Las falsas religiones descansan sobre fundamentos defectuosos, que no pueden resistir las pruebas de la vida y en esta época en que el tema de Jesucristo está en todas las mentes, debemos preguntarnos ¿Cuáles son los fundamentos de le Iglesia neo testamentaria?

a).- «SOBRE JESUCRISTO».- El fundamento de la verdadera Iglesia es Jesucristo, la Deidad misma, y este fundamento es tan fuerte, como la integridad y el carácter divino de Jesús.

b).- «SOBRE LA REVELACION DE QUE JESUS ES EL CRISTO, EL HIJO DEL DIOS VIVIENTE».- Hacia el final de su ministerio terrenal, cuando Jesús y sus discípulos vinieron a la región de Cesárea de Filipo, una ciudad altamente fortificada, la cual estaba situada sobre una plataforma natural de piedra calcárea, Jesús les preguntó: «Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?». Las respuestas que le dieron sus discípulos fueron las que en el momento se habían popularizado: «Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas». Jesús, entonces, les hizo esta pregunta directa: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». A esta pregunta, Simón, en nombre de todo el grupo de los discípulos, rápidamente contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente» (Mateo 16:13-16). Jesús afirmó la exactitud de la respuesta de Pedro mediante la pronunciación de una bendición sobre Pedro: «Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos» (Mateo 16.17). Jesús, después, declaró que sobre esa roca-la verdad que Pedro acababa de confesar- El edificaría su iglesia. «Y yo también te digo, que tú eres Pedro (Petros, piedrita), y sobre esta roca (Petra, roca,) edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mateo 16.18).

Si la intención de nuestro Señor hubiera sido el referirse a Pedro como la roca sobre la cual edificaría su iglesia, él hubiera repetido la palabra «petros», la palabra que se refería a Pedro. Pero usó la palabra «petra» en su lugar, refiriéndose a El mismo. Con esta palabra, él señaló la verdad que Pedro había expresado acerca de que Jesús era el Mesías, el Hijo de Dios y que todo aquel que tenga esta revelación, va a formar parte de su Iglesia y que aun el infierno, no prevalecerá contra ella. Los ataques del pecado, de Satanás, y del mundo, no pueden minarla. Cuando el amanecer de la eternidad atraviese nuestras vidas con sus rayos de un mañana sin fin, el fundamento de la iglesia estará tan fuerte como lo está hoy.

c).- «SOBRE EL FUNDAMENTO DE LOS APÓSTOLES».- Una tercera característica del fundamento de la iglesia es la verdad revelada por los apóstoles inspirados. Pablo dijo que la familia de Dios estaba «(edificada) sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo» (Efesios 2.20).

Cristo colocó la parte apostólica del fundamento de la iglesia mediante la «revelación y el entrenamiento» de sus apóstoles, durante un período de más de tres años. Jesucristo no puso como fundamento a mujeres, ni a homosexuales, ni a hombres que buscaban poder espiritual o político (como Constantino), El estableció los ministerios que sirvieran para la edificación de su iglesia, iniciándolos con los Apóstoles:

«Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, en segundo lugar profetas, en tercer lugar, maestros……», «y El mismo (Jesucristo) dio (a la Iglesia) a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos, para la edificación del cuerpo de Cristo» (1ª de CORINTIOS 12:28, EFESIOS 4:11)

Como Jesús sabia que iba al Padre, les prometió a sus discípulos que después de su salida, ellos serían guiados a toda la verdad, por el Consolador, el Espíritu Santo de verdad, para evitar que fueran engañados. «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho» (JUAN 14:26)

Esta promesa fue cumplida cuando el Espíritu Santo fue derramado sobre ellos el día de Pentecostés en Hechos 2, siendo así equipados para la misión de transmitir la revelación de Dios a los demás hombres. Los apóstoles son los instrumentos de Dios para darle la verdad al mundo. La iglesia descansa sobre los apóstoles inspirados por Dios, y en la revelación de la palabra de Dios, que fue y es recibida por ellos.

La verdadera iglesia de Cristo no es una enorme organización conformada con complicados cánones, es mas bien un organismo viviente que sólo puede existir donde la palabra de Cristo es honrada y obedecida y se respetan los fundamentos bíblicos.

«Pero el solidó fundamento de Dios permanece firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son Suyos; y apártese de injusticia todo aquel que invoca el nombre del Señor» (2ª DE TIMOTEO 2:19)

La iglesia tiene un mañana eterno con Dios, porque está anclada en la inquebrantable y perpetua verdad. El cristiano, como parte del cuerpo de Cristo, cree, espera, y vive, sobre la granítica roca de la revelación de Dios.

d).- «SOBRE LOS PROFETAS».- Otra característica del fundamento de la iglesia es que ella descansa sobre el cumplimiento de todas las profecías divinas que Dios ha dado a través del Espíritu Santo. Cuando Pablo representó el fundamento de la familia o de la casa de Dios en Efesios 2, esto fue lo que dijo: «… edificado sobre el fundamento de los apóstoles y profetas…», (v. 20).

Las profecías, tanto del Antiguo, como del Nuevo Testamento, convergen y hallan su cumplimiento en su iglesia, el reino eterno.

La sustancia y la realidad de las profecías salieron a la luz el día de Pentecostés; el reino eterno en la forma terrenal de la iglesia, dio comienzo. La realidad del plan y la obra de Dios irrumpieron en el mundo. La iglesia del Nuevo Testamento tiene un fundamento duradero: Descansa sobre la deidad de Cristo, los apóstoles y los profetas de Dios antiguos y actuales, un fundamento que es tan fuerte como Jesús, tan eterno como la verdad, y tan real y tan auténtico como el plan de Dios para el mundo.

Si el fundamento sobre el cual vives está agrietado, o se le das mas énfasis a falsos dioses o diosas, por favor, por amor de tu vida y de tu eternidad, preocúpate, busca a la iglesia de Cristo, cuyo fundamento te guardará seguro durante las tormentas de la vida, y te proveerá un apoyo firme, ante el trono del Padre en la eternidad.

Por Manuel Guzmán Pérez
El autor es líder la comunidad cristiana Alianza de Pastores.
e-mail manuelguzman59@hotmail.com
http://www.oem.com.mx/esto/notas/n635730.htm


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