¡Detengámonos!

• Espera tú un poco para que te declare la palabra de Dios. – 1° Samuel 9:27.

• Prepárate para venir al encuentro de tu Dios. – Amós 4:12.

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En la plaza de mercado un vendedor hace una demostración de algunas herramientas de cocina, esperando atraer mucha clientela. La mayor parte de los transeúntes sólo se detiene algunos instantes antes de proseguir su camino.

De la misma manera, durante nuestra vida, muchas cosas captan nuestra atención por un momento, pero muy pronto las olvidamos. Sin embargo, a veces nos detenemos para tomar una decisión. Eso es precisamente lo que los versículos del encabezamiento de esta hoja nos invitan a hacer hoy. Prepararse para encontrarse con Dios es primeramente creer lo que la Biblia dice: Dios “ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia” (Hechos 17:31).

A continuación debemos aceptar el medio que nos ofrece para ponernos, gratuitamente, al abrigo de ese juicio: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). Lo hace en virtud del sacrificio de Jesús: “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1ª Juan 1:7).

Si usted todavía no lo ha hecho, deténgase ahora mismo y tómese el tiempo para poner en regla su vida. Aún hoy, Dios salva a toda persona que le confiesa sus pecados. Mañana podría ser demasiado tarde. “¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3). Hoy, al leer los versículos citados, usted ha escuchado la voz de Dios. ¡No endurezca su corazón!