Dios ejecuta y después revela

Respondió Jesús, y díjole: Lo que yo hago, tú no entiendes ahora; mas lo entenderás después.Juan 13:7

«…yo, Daniel, miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, en los que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén: setenta años…Daniel 9:1-3

Cuando Daniel va a la escritura, y busca la verdad de Dios, él tiene un pensamiento, “Dios está ejecutando su Plan”. Habían pasado tal vez 68 o 70 años de cautiverio, sufrió las penurias que significaba convertirse en un eunuco para servir en el palacio, por 70 años Dios lo bendijo, estaba en autoridad, pero su pueblo al que él amaba estaba aún en esclavitud,la angustia era la realidad de su pueblo, él ve aquel panorama y dice “Dios está haciendo algo” por eso el va a la Biblia y ve que 70 años era el tiempo de las desolaciones y él dice, “si, esto está mal, por algo será” “Dios está ejecutando su plan” y el va a la biblia para ver cuál es el plan que Dios está ejecutando, no va y pregunta ¿Señor porque estás haciendo esto? ¿Por qué sufrimos? El conoce la palabra, el está convencido que habrá un fin de esto, busca cuando Dios dice que será el fin de este sufrimiento. Quiere saber cuándo termina y “no” el porqué Dios lo hace.

Daniel no cree que Dios se olvidó de él y lo dejó sufrir, que lo abandonó a su suerte, él sabe que Dios está ejecutando su plan.

Es frecuente que estemos pasando por problemas, dificultades, y que los momentos de angustia y depresión nos impiden ver lo que Dios está haciendo, pero nuestro pensamiento debe ser, Dios está ejecutando su plan. Debemos decir ¿Cuál es el fin? ¿Qué hay después?, pero la mayoría de nosotros pensamos negativamente ¿Por qué esto Señor? Pero Daniel tenía fe, y después de ver tanto acontecimiento negativo, piensa con fe, «Dios está ejecutando su plan y esto va a terminar bien, por que Dios esta a cargo».

Pase lo que pase, aunque las circunstancias sean adversas y la promesa parece nunca llegar, debemos decir “Dios está haciendo algo” y llegará el momento en que esto “Terminará” y podré experimentar las promesas en mi vida.

Imagino que Daniel le diría: “Señor yo se que estás ejecutando un plan, pero no entiendo este cambio, necesito la perspectiva divina”,por eso mira las escrituras, para ver cuál es la visión de Dios de las cosas.”Necesito que Dios me revele lo que está haciendo” no se conformó con su visión desoladora.

Cuando Jesús marchaba con sus Discípulos y les decía es necesario que el hijo del hombre se muera que resucite al tercer día, y sale Pedro y dice, No permitas que tal cosa te suceda y Jesús le dice, apártate de mi Satanás. Jesús tenía la perspectiva divina de su sufrimiento.

Aunque nos duela el sufrimiento, la perspectiva divina nos da la capacidad de avanzar. Si estamos todo el tiempo quejándonos, es porque tal vez no tengamos la perspectiva divina en nuestra vida. Nuestra oración debe ser «Señor déjame ver el final de tu plan, que pueda ver más allá. Necesitamos la perspectiva divina. Ayúdame a entender».

Jesús, cuando estaba clavado en la cruz estando golpeado, le dijo : «en tus manos encomiendo mi espíritu», y dicho esto expiró. Confiaba que Dios le resucitaría de los muertos. Jesús estaba diciendo confió en tu fidelidad, no me voy a bajar, a pelear, confío en tu fidelidad, no voy a hacer nada, porque sé que indefectiblemente vas a cumplir tu promesa.

Muchas veces nuestras oraciones, son lastimosas y quejumbrosas y representan una falta de fe enorme, y cantamos yo creo en ti, y no creemos ni un poquito. Porque si creyésemos no lloraríamos ni nos lamentaríamos .No tendríamos preocupación, no andaríamos «resolviendo» nada,simplemente confiaríamos en su santa, buena, perfecta y justa voluntad y dejaríamos todo a su cargo.Confiando en que él esta ejecutando y que luego nos revelará, y como dice «ahora no entendemos,pero lo entenderemos después» Tenemos que creer a Dios y que cumplirá en su tiempo. Debemos creer en sus promesas.

Señor: ayúdame, a tener la fe suficiente para ver que estas ejecutando tu Plan, a tener Tu perspectiva divina y no la mía,a confiar en tu fidelidad, para alcanzar tus promesas.

PAZ Y BIEN ¡¡¡


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