Dios es Justo y Misericordioso.

Juez No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí. Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra.Isaías 45:21-22.

Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos.1ª Pedro 3:18.

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Imaginémonos a un criminal de pie ante el tribunal. El juez parece dudar. ¿Cómo podría ser justo y misericordioso a la vez? Si perdona, es misericordioso, pero no es justo; y si pronuncia la sentencia que merece el culpable, es justo, pero no misericordioso.

En cambio, Dios, quien es perfecto, ejecuta plenamente la sentencia debida a nuestros pecados y al mismo tiempo nos concede una misericordia ilimitada. Hace tanto lo uno como lo otro mediante el sacrificio voluntario de Cristo. En efecto, en la cruz Jesús cargó con los pecados de los que le reciben como Salvador. Allí sufrió el castigo de Dios. Ese castigo fue perfectamente justo y Dios fue infinitamente misericordioso hacia nosotros al dar a Cristo para que muriese en nuestro lugar.

¿Pero por qué tuvo que ser Cristo, el hombre perfecto, quien llevase nuestro castigo? Para comprar un objeto de valor es necesario algo de mayor valor. Por lo tanto, el Redentor de la humanidad debía ser Aquel que tiene un valor infinito a los ojos de Dios. Ahora bien, Dios dijo de Cristo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17).

Para rescatar al hombre caído en el pecado, el Redentor debía ser puro, sin pecado. La Biblia testifica que Jesús nunca cometió pecado. Fue el único puro en sus pensamientos, en su forma de hablar, en sus actos. (Continuará …)


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