GÉNESIS ESTUDIO 64. JACOB 7

Este pasaje abarca todo el capítulo 31 del libro de Génesis y siempre dentro del contexto del ciclo de patriarca Jacob. Después de 2o años este se ha enriquecido de forma considerable gracias a la bendición del Señor y, consecuentemente, comienza a despertar el recelo de sus parientes que piensan que este enriquecimiento ha sido a costa de medrar en su hacienda y propiedades. Por tanto, Jacob decide que es el tiempo de volver a su tierra, 20 años son muchos y, sin duda, espera que la actitud de su hermano Esaú se haya enfriado y el odio generado por sus engaños se haya apaciguado.

Lo significativo es que Raquel se lleva consigo los ídolos familiares tal y como lo vemos reflejado en el versículo 19 y eso desencadena un episodio de tensión entre Jacob y su suegro Labán. Esta tontería, el robo de los ídolos y llevárselos consigo, ha generado en mi mente la reflexión sobre este pasaje que, de otro modo, tiene poco contenido teológico o devocional al que hincarle el diente 🙂

Me ha hecho pensar como los seguidores de Jesús andamos por la vida y seguimos al Maestro pero, al mismo tiempo, cargamos en nuestras mochilas ídolos. Eso no niega la validez y realidad de nuestro seguimiento del Maestro ¡En absoluto! simplemente, una vez más, pone de manifiesto nuestra inconsistencia, doblez de ánimo y lo difícil que es convertirse poco a poco en un genuino peregrino. Aveces más pequeños, otras más grandes, pero ahí están, ídolos que arrastramos y nos impiden la libertad de caminar más ligeros y rápidos siguiendo a Jesús.