HECHOS 67. EL MINISTERIO DE PABLO.SU ENCARCELAMIENTO Y EL VIAJE A ROMA 9

HECHOS 26:24-32

24 De repente Festo gritó:

—Pablo, estás loco. ¡Tanto estudio te ha llevado a la locura!

25 Pero Pablo respondió:

—No estoy loco, excelentísimo Festo. Lo que digo es la pura verdad, 26 y el rey Agripa sabe de estas cosas. Yo hablo con atrevimiento porque estoy seguro de que todos estos acontecimientos le son familiares, ¡pues no se hicieron en un rincón! 27 Rey Agripa, ¿usted les cree a los profetas? Yo sé que sí.

28 Agripa lo interrumpió:

—¿Acaso piensas que puedes persuadirme para que me convierta en cristiano en tan poco tiempo?[g]

29 Pablo contestó:

—Sea en poco tiempo o en mucho, le pido a Dios en oración que tanto usted como todos los presentes en este lugar lleguen a ser como yo, excepto por estas cadenas.

30 Entonces el rey, el gobernador, Berenice y todos los demás se pusieron de pie y se retiraron. 31Mientras salían, hablaron del tema y acordaron: «Este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte o la cárcel».

32 Y Agripa le dijo a Festo: «Podría ser puesto en libertad si no hubiera apelado al César».

Ruego a Dios que no sólo tú, sino todos los que hoy me escuchan, lleguen a ser lo que yo soy. Estas son las palabras finales del apóstol Pablo en su discurso de defensa ante el rey Agripa, su esposa Berenice y el romano Festo.

Pensaba que este es el deseo de mi corazón para los que conozco, comenzando, naturalmente, con mi círculo más cercano y siguiendo con el resto de los círculos en los que me muevo y desenvuelvo.

También me doy cuenta que un deseo no siempre está en nuestra área de acción el ejecutarlo. Vamos, que no depende de nosotros que las personas se acerquen a Jesús. Eso, sin embargo, no excluye mi responsabilidad y posibilidad y necesidad de actuar y eso, puedo llevarlo a cabo haciendo constante e intencionalmente bien a todos y orando por el trabajo sobrenatural de Dios en sus corazones. Quiero tener muy claro que aquello que no puedo hacer no debe impedirme aquello que si está a mi alcance.


Un principio

Puedo hacer el bien y seguir orando.

Una oración

¿A quién debes hacer bien hoy, por quién debes continuar orando?


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