JUAN 72. LOS ÚLTIMOS DÍAS EN JERUSALÉN 9

Juan 15:1-11

1 Jesús continuó diciendo a sus discípulos:

«Yo soy la vid verdadera, y Dios mi Padre es el que la cuida.2 Si una de mis ramas no da uvas, mi Padre la corta; pero limpia las ramas que dan fruto para que den más fruto.3 Ustedes ya están limpios, gracias al mensaje que les he anunciado.

4 «Si ustedes siguen unidos a mí, yo seguiré unido a ustedes. Ya saben que una rama no puede producir uvas si no está unida a la planta. Del mismo modo, ustedes no podrán hacer nada si no están unidos a mí.

5 «El discípulo que sigue unido a mí, y yo unido a él, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada.6 Si alguno no sigue unido a mí, le pasará lo mismo que a las ramas que no dan fruto: las cortan, las tiran y cuando se secan les prenden fuego.

7 «Si ustedes siguen unidos a mí y obedecen todo lo que les he enseñado, mi Padre les dará todo lo que pidan.8 Él se sentirá orgulloso si ustedes dan mucho fruto y viven realmente como discípulos míos.9 Así como el Padre me ama a mí, también yo los amo a ustedes. No se alejen de mi amor.10 Si obedecen todo lo que yo les he mandado, los amaré siempre, así como mi Padre me ama, porque yo lo obedezco en todo.

11 «Les digo todo esto para que sean tan felices como yo.12 Y esto es lo que les mando: que se amen unos a otros, así como yo los amo a ustedes

El tema central de estos versículos -continuación del discurso de Jesús- es el fruto. Para desarrollar esta idea Jesús utiliza el ejemplo de la vid, los pámpanos o ramas y el viñador, papeles atribuidos, respectivamente, al propio Maestro, nosotros mismos y el Padre.

Jesús habla de la importancia de dar fruto que creo se refiere a producir en nuestra experiencia el estilo de vida que Él espera y ejemplifica. Afirma que esa es la evidencia, el sello, la autentificación de que soy un auténtico discípulo. Nuevamente no es lo que creo, sino lo que vivo aquello que cuenta.

También afirma que si no produzco fruto seré cortado de la vid. Tiene todo el sentido, un pámpano o rama improductiva lo único que hace es robar energía o savia de la vida, una energía que podría ser usada para fortalecer a aquellos que si producen fruto.

Por el contrario, si produzco fruto, seré podado, es decir, Dios trabajará, como viñador, en mi vida precisamente para aumentar mi capacidad productiva. Esta es la finalidad del podado, fortalecer el pámpano productivo.

Finalmente, Jesús indica que la única manera de ser productivo es estar bien unido a la vid. Una y otra vez afirma que separado de Él no tengo ninguna capacidad de producir, de ahí, la importancia de una buena dependencia del Maestro.

Fruto y dependencia aparecen como binomios ¿Qué significa esto en la práctica para que no se quede en simple frase hecha y bonita? Jesús mismo lo dice, obediencia a sus pretensiones.

Un principio

Dependencia es obediencia.


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