JUAN 76. LOS ÚLTIMOS DÍAS EN JERUSALÉN 13

Juan 16:17-31

17 Algunos de los discípulos empezaron a preguntarse:
«¿Qué significa esto? Nos dice que dentro de poco ya no lo veremos, pero que un poco más tarde volveremos a verlo. Y también dice que todo eso sucede porque va a regresar a donde está Dios el Padre.18 ¿Y qué quiere decir con «dentro de poco»? No entendemos nada de lo que está diciendo».
19 Jesús se dio cuenta de que los discípulos querían hacerle preguntas. Entonces les dijo:
–¿Se están preguntando qué significa lo que les dije?20 Les aseguro que ustedes se pondrán muy tristes y llorarán; en cambio, la gente que sólo piensa en las cosas del mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero luego se pondrán muy alegres.
21 «Cuando una mujer embarazada está dando a luz, sufre en ese momento. Pero una vez que nace el bebé, la madre olvida todo el sufrimiento, y se alegra porque ha traído un niño al mundo.22 Del mismo modo, ustedes ahora están tristes, pero yo volveré a verlos, y se pondrán tan felices que ya nadie les quitará esa alegría.
23 «Cuando venga ese día, ustedes ya no me preguntarán nada. Les aseguro que, por ser mis discípulos, mi Padre les dará todo lo que pidan.24 Hasta ahora ustedes no han pedido nada en mi nombre. Háganlo, y Dios les dará lo que pidan; así serán completamente felices.
25 «Hasta ahora les he hablado por medio de ejemplos y comparaciones. Pero se acerca el momento en que hablaré claramente acerca de Dios el Padre, y ya no usaré más comparaciones.26 Ya no hará falta que le ruegue a mi Padre por ustedes, sino que ustedes mismos le rogarán a él, porque son mis seguidores.27 Dios los ama, porque ustedes me aman, y porque han creído que el Padre me envió.28 Yo vine al mundo enviado por mi Padre, y ahora dejo el mundo para volver a estar con él.
29 Los discípulos le dijeron:
–¡Ahora sí que estás hablando claramente, y no usas comparaciones!30 No necesitas esperar a que alguien te pregunte, porque tú ya sabes lo que está pensando. Por eso creemos que Dios te ha enviado.
31 Entonces Jesús les respondió:
–¿Así que ahora creen?32 Pronto, muy pronto, todos ustedes huirán, cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no estaré solo, porque Dios mi Padre está conmigo.33 Les digo estas cosas para que estén unidos a mí y así sean felices de verdad. Pero tengan valor: yo he vencido a los poderes que gobiernan este mundo.

Continua Jesús hablando y compartiendo principios espirituales con sus discípulos. Me ha llamado la atención y me ha hecho pensar lo que indica Jesús acerca del dolor que sufre la mujer durante el parto y como después, todo el sufrimiento, queda eclipsado por el hecho de que una nueva criatura, una nueva vida ha nacido.

He pensado sobre los procesos. Cuando uno está inmerso en el proceso de conseguir algo, de cambiar algo, de dar a luz algo nuevo, a menudo, lo pasa mal y se siente bajo el peso de la presión, la lucha, el cansancio, la aparente falta de fruto y resultados.

Sin embargo, cuando un persiste en seguir adelante con los procesos, a pesar de dolor y el cansancio, entonces es cuando viene el fruto y podemos disfrutar del resultado de haber persistido.

Pensaba que sucede lo mismo con el trabajo que el Señor lleva a cabo en nuestras vidas. A menudo, casi siempre, Dios trabaja por medio de procesos y estos pueden ser duros y difíciles. Si no vemos que al final el proceso producirá fruto y resultados en nuestras vidas es fácil que nos cansemos, desanimemos y dejemos de persistir o, aún peor, culpemos al Señor porque no trabaja en nuestra vida según nuestras expectativas y echemos a perder todo lo que quiere conseguir en nosotros.

Un principio

Dios trabaja por medio de procesos que, cuando están en marcha, pueden ser dolorosos.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.