Juan capitulo 1



Bendiciones hermanos.



Hoy comenzamos con la lectura del libro de Juan con el capítulo 1 que trata cinco temas como, el verbo hecho carne, sitios memorables en Juan, testimonio de Juan el Bautista, el cordero de Dios y Jesús llama a Felipe y a Natanael.



Padre nuestro, te damos gloria y honra, te alabamos y te adoramos, nos ponemos en tus manos para que tu guíes nuestras vidas, para que estés presente por medio del Espíritu Santo en la lectura diaria, instruyéndonos en tu palabra para que no nos desviemos de tu camino, cubre este foro por el cual podemos llevar tu palabra y guárdanos de todo mal, te lo pedimos en el nombre de Jesús amen.

Juan

Capítulo 01

PRÓLOGO: EL VERBO HECHO CARNE (1.1-18)

1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.


1:2 Este era en el principio con Dios.


1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.


1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.


1:5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Mapa – Sitios memorables en Juan

1:6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan.


1:7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él.


1:8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.


1:9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.


1:10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.


1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.


1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;


1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.


1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.


1:15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.


1:16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.


1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.


1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

MINISTERIO PÚBLICO DE JESÚS,EL CRISTO (1.19–12.50)

Testimonio de Juan el Bautista

(Mt 3.11-12; Mc 1.7-8; Lc 3.15-17)

1:19 Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?


1:20 Confesó, y no negó, sino confesó: Yo no soy el Cristo.


1:21 Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías? Dijo: No soy. ¿Eres tú el profeta? Y respondió: No.


1:22 Le dijeron: ¿Pues quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?


1:23 Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.


1:24 Y los que habían sido enviados eran de los fariseos.


1:25 Y le preguntaron, y le dijeron: ¿Por qué, pues, bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?


1:26 Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua; más en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.


1:27 Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.


1:28 Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

El Cordero de Dios

1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.


1:30 Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.


1:31 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.


1:32 También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.


1:33 Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.


1:34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.


1:35 El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.


1:36 Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.


1:37 Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.


1:38 Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?

1:39 Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.

1:40 Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús.


1:41 Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).


1:42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas(que quiere decir, Pedro).

Jesús llama a Felipe y a Natanael

1:43 El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.

1:44 Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro.


1:45 Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.


1:46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.


1:47 Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.

1:48 Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.

1:49 Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel.


1:50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás.

1:51 Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.

Notas:

Juan 1:1 El evangelio comienza con un himno (1.1-18), llamado con frecuencia «prólogo», de profundo contenido teológico.

Juan 1:1 Jesucristo es llamado Verbo (v. 1,14; cf. también 1 Jn 1.1; Ap 19.13), haciendo alusión a la palabra creadora de Dios (Gn 1.1-26; Sal 33.6), a su palabra reveladora (Sal 33.4; 119.89), a su palabra salvadora (Sal 107.20) y a la sabiduría divina (Pr 8.22-31). Véanse Jn 8.58 n; 17.5. El término griego logos también ha sido traducido por Palabra.

Juan 1:3 Col 1.15-17; Heb 1.2.

Juan 1:4 Otra puntuación del texto griego de los v. 3-4 permite la siguiente traducción: nada de lo que existe fue hecho sin él, v 4 y lo que fue hecho tenía vida en él.

Juan 1:4 Sobre el término vida, véase Jn 3.15. Sobre el término luz, véase 1.9.

Juan 1:5 Dominaron: otras posibles traducciones: aceptaron (cf. v. 11) o comprendieron.

Juan 1:6 Las menciones de Juan el Bautista en 1.6-8,15 son dos paréntesis en el himno, que preparan la narración de 1.19-34.

Juan 1:7 Mt 3.1-12; Mc 1.1-8; Lc 3.1-9,15-17.

Juan 1:9 Es frecuente en Jn designar la acción reveladora y salvadora de Cristo con el simbolismo de la luz. Jn 8.12; 9.5; 12.46. Cf. Is 49.6.

Juan 1:10 La palabra mundo puede designar en Jn a toda la humanidad (cf. Jn 3.16), o más en particular a los que no creen en Jesús (cf. Jn 7.7; 12.31; 14.17; 16.8,11; 17.9,14).

Juan 1:12 Creen en su nombre: Jn resalta fuertemente el valor de creer en Jesucristo. Creer es la respuesta del hombre con la mente, con el corazón, con toda la persona, a la acción salvadora de Dios por medio de Jesucristo. Cuando una persona «cree», recibe la vida eterna (cf. Jn 3.14-16; 6.40; 11.25-26; 20.31).

Juan 1:12 Jn distingue claramente entre Jesucristo, el unigénito Hijo de Dios (v. 18), y aquellos que llegan a ser hijos de Dios por creer en Jesucristo.

Juan 1:13 Algunas versiones antiguas han comprendido este v. así: Él es el Hijo de Dios, no por la naturaleza o por los deseos humanos, sino porque Dios lo ha engendrado, refiriendo estas palabras a Cristo.

Juan 1:14 Carne: la naturaleza humana. Jn acentúa que el Verbo preexistente ha asumido plenamente la existencia humana, para hacerse igual a los seres humanos, ser perfeccionado en aflicciones y manifestarles la gloria de Dios (cf. Flp 2.9-11; Heb 2.10,11,14). En Jesucristo (Jn 1.17), el Dios invisible se hace visible (Col 1.15). Véanse Jn 1.14 y 1.17.

Juan 1:14 Habitó: lit. puso su tienda de campaña. Se alude así a la presencia de Dios en medio de su pueblo, en el Tabernáculo o santuario del Antiguo Testamento (cf. Ex 40.34-38; Ap 21.3).

Juan 1:14 Dios se reveló a Moisés como grande en misericordia y verdad (Ex 34.6). Con la expresión gracia y verdad, que también puede traducirse por amor y fidelidad, Jn proclama que en Jesucristo él reconoce a Dios mismo.

Juan 1:14 La gloria se refiere a la presencia activa de Dios para salvar a su pueblo (1 R 8.10-11; Is 6.3; 58.8; 60.1; Jn 2.11; 17.5).

Juan 1:15 Jn 1.30.

Juan 1:16 Gracia sobre gracia: Como se explica en el v. siguiente, el don de la Ley ha quedado superado por la revelación definitiva («la gracia y la verdad») que trae Jesús. Otros traducen esta expresión por bendición tras bendición.

Juan 1:17 Este texto identifica a Jesucristo con los términos simbólicos antes usados (Verbo, luz, vida).

Juan 1:18 Ex 33.18-20.

Juan 1:18 El unigénito Hijo: otros ms. dicen: el unigénito Dios.

Juan 1:18 Mt 11.27; Lc 10.22; 1 Jn 1.2.

Juan 1:19 Los judíos: Aquí y en otros lugares de Jn, esta expresión designa a las autoridades religiosas de Jerusalén (cf. Jn 2.18; 5.10; 7.1).

Juan 1:21 Elías: Mal 4.5-6; Mt 17.10-12.

Juan 1:21 ¿Eres tú el Profeta?: Algunos esperaban para los tiempos mesiánicos un profeta especial, de acuerdo con Dt 18.15-18. Cf. también Jn 6.14; 7.40.

Juan 1:23 Is 40.3. Cf. Mt 3.3 y paralelos.

Juan 1:27 Mc 1.7.

Juan 1:28 Betábara: un lugar al oriente del río Jordán. Otros ms. dicen: Betania.

Juan 1:29 Aquí y en 1.36 se designa a Jesús con el título de Cordero de Dios. La imagen del cordero también se aplica a Jesús en otros lugares del NT y puede aludir al cordero de la Pascua (Ex 12.1-24; 1 Co 5.7; 1 P 1.18-19; véase Jn 19.36.), al cordero que se ofrecía diariamente en sacrificio (Ex 29.38-42), al Siervo sufriente del Señor (Is 53.4-7; cf. Hch 8.32) y al Cordero vencedor universal de todo mal (cf. Ap 17.14).

Juan 1:30 Jn 1.15,27.

Juan 1:33 Mt 3.11,16-17 y paralelos; Hch 1.5; 2.1-4 (cf. Is 11.1-2; 42.1; 61.1).

Juan 1:35 El autor empieza a mostrar ahora cómo algunos, partiendo del testimonio de Juan, se encuentran con Jesús y creen en él. Jesús irá perfeccionando la fe de ellos con hechos y palabras (cf. Jn 2.11; 6.68-69; 16.1; 20.8).

Juan 1:38 Rabí: palabra hebrea que significa «mi maestro» y que se usaba como título para los que enseñaban las Escrituras del AT. De ahí proviene el término castellano rabino.

Juan 1:39 Como la hora décima: es decir, aproximadamente las 4 p.m.

Juan 1:41 Cristo es la traducción griega del término hebreo Mesías. Los dos significan «ungido».

Juan 1:42 Mt 4.18-20; Mc 1.16-18.

Juan 1:42 Hijo de Jonás: otros ms. dicen: hijo de Juan.

Juan 1:42 Cefas y Pedro son dos formas del mismo nombre, aramea y griega respectivamente (cf. Mt 16.18; Mc 3.16). Significan «piedra».

Juan 1:44 Betsaida: ciudad situada al norte del mar de Galilea, cerca de la desembocadura del Jordán. Su ubicación precisa se desconoce. La palabra significa casa (o lugar) de pesca. Jesús frecuentaba ese lugar (cf. Mt 11.21).

Juan 1:45 Moisés… los Profetas: para los judíos, las dos partes principales de las Escrituras (cf. Mt 5.17).

Juan 1:45 Hijo de José: Cf. Mt 1.18-25; Lc 1.26-38; 3.23.

Juan 1:46 Nazaret era una pequeña población de Galilea, no mencionada en el AT, sin importancia especial en la época.

Juan 1:48 Debajo de la higuera: La higuera es un árbol frondoso que produce abundante sombra. Para los judíos esta sombra podía ser símbolo de paz y seguridad (1 R 4.25; Miq 4.4). Según relatos rabínicos, la sombra de la higuera era un lugar ideal para leer las Escrituras.

Juan 1:48 Con esta mención tan precisa, Jesús muestra su conocimiento personal y cabal de los seres humanos. Cf. Jn 2.24-25; 4.17-19,29; 13.11; 16.30.

Juan 1:49 Hijo de Dios: usado aquí como apelativo mesiánico. Cf. Mt 3.17; 14.33; 16.16; Jn 11.27.

Juan 1:49 Rey de Israel: título mesiánico. Jn muestra que Jesús es rey, pero de manera diferente a como muchos lo esperaban. Cf. Jn 6.15; 18.33-36; 19.19. Véase 18.37. El Sal 2, en el que se califica como hijo de Dios al rey de Israel, fue interpretado por los primeros cristianos como profecía sobre el Mesías en su calidad de Rey (cf. también 2 S 7.14).

Juan 1:51 Hijo del hombre: En este v. se alude al sueño de Jacob (Gn 28.10-17), cuando este comprendió que el lugar donde estaba era sagrado y por eso le puso por nombre Bet-el, «casa de Dios». Los discípulos, al presenciar las obras, la muerte y la resurrección de Jesús, comprenderán que Jesús es la verdadera y definitiva casa de Dios entre los hombres.


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