LA APOSTASIA FINAL EN LA IGLESIA 2012-06-03 12:00:00




Nuestra  necesidad más grande es  llegar a conocer al Señor Jesucristo y habitar en su santa presencia.
En la presencia del Hijo de Dios todo el esplendor de la antigua alianza se desvanecen en la insignificancia absoluta. La superioridad del Cristianismo sobre el Judaísmo y todas las demás religiones es la  súper abundante excelencia de la persona y la obra de Jesucristo. Al estar ante  Él cualquier persona u objeto, todos se desvanecen. Incluso la gloria de Moisés y Elías sobre el Monte de la Transfiguración se desvanece a la vista;  ya que Jesús se transfiguro en una gloria infinitamente mayor. 
Cuando comparamos a Jesús con los profetas, ángeles, Moisés, Josué, el sacerdocio Levítico,  los patriarcas, etc., cada uno a su vez se desvanecen al contemplar la gloria de Jesucristo. No hay  quien pueda compararse con Cristo. El escritor de la epístola a los Hebreos da siete maravillosas glorias de Jesús en los versos de apertura del capítulo uno. 
Jesucristo es el Hijo de Dios. ¡Que mayor gloria puede haber que esta! Dios el Padre  en tres ocasiones atravesó el tiempo y  el espacio y declaró, » Este es Mi Hijo amado. « El Padre nunca dijo esto a un ángel. Es por medio  de la vida que Dios Hijo entra en el corazón y mora allí,  y hará uso de la palabra para nosotros.

Jesucristo fue » constituido heredero de todo» (Heb. 1:2). Esto es un testimonio de Su » dignidad y  dominio. » En la vida diaria el heredero es el sucesor con su padre en todo lo que tiene su padre. En las relaciones dentro de la Trinidad, la soberanía suprema del Padre en ningún caso es infringida sobre la soberanía del Hijo, o viceversa. Por el título » heredero de todas las cosas « Jesús es el poseedor y el administrador de todas las cosas en Su creación (Mat. 25:31-32; Apoc. 22:1; Rom. 8:16-17).
Jesucristo es el Creador y Sustentador  por » quien asimismo hizo el universo » (v.2). Sólo Dios puede crear. Cristo fue  nombrado heredero de todas las cosas  en el principio porque Él  fue Creador de ellas (Jn. 1:3; Col. 1:16). «Todas las cosas fueron creadas por  medio de Él y para Él» Jesucristo es el «resplandor» de la gloria de Dios porque Él es Dios (v. 3). Él no es de ninguna manera inferior al Padre, sino en todos los sentidos son iguales. El «brillo de su gloria» se refiere a la Shekinah gloria de Dios, que moraba en el tabernáculo y el templo (Éxodo 40:34-38; 1 Reyes 8:10). La excelencia  que estuvo en el Padre, la misma fue en el Hijo, en la manera más transparente. Jesucristo es la irradiación de la gloria de Dios. Cristo es para el Padre lo que los rayos del sol son para el sol. Él es el resplandor de la gloria de Dios. Por lo tanto, es imposible separar la gloria de Cristo de la naturaleza de Dios. 

Separado de Cristo, el hombre pecador no puede percibir el brillo de Dios la «gloria.» Sin Jesucristo estamos en la oscuridad, totalmente en la oscuridad. Es en Cristo que Dios es revelado (Jn. 17:5).

Jesucristo es la «representación exacta» de la naturaleza de Dios (v. 3). La «representación exacta» significa grabar  y  es la forma del sustantivo de lo que está grabado sobre el sello en una moneda que es acuñada. Jesucristo Dios se expresa perfectamente en Dios. Todo lo que es Dios, en Su naturaleza y ser, se expresa y se manifiesta, absolutamente y perfectamente por Dios encarnado. Jesús «es la imagen del Dios invisible.» Él  le ha dado a conocer  (Juan 1:14, 18; Col. 2:9). En la persona de Jesucristo lo invisible se hace visible. Si  usted quiere saber como es Dios,reflexione   seriamente en Él en Su Hijo, Jesucristo. Cuando usted ve a  Cristo, usted ve la gloria de Dios. Literalmente, Jesús es «la representación exacta de la sustancia misma de Dios.» Es la impresión de la esencia divina que posee la Deidad absoluta. Él es el perfecto reflejo de Dios porque Él es Dios.
Jesucristo «mantiene todas las cosas por la palabra de su poder» (v. 3). Esta es una obra divina. En el original de «mantener» significa «llevar o apoyar». «El universo entero se sostiene de su brazo; Su inescrutable sabiduría e ilimitado poder son manifestados en regir y dirigir sus complicados movimientos animados e inanimados, seres racionales e irracionales, del logro de su propia grandeza y sus propósitos santos; y Él hace esto por el poder de Su palabra, o por Su poderosa palabra. Todo esto es hecho sin esfuerzo o dificultad. Él habla, y se hace;  El ordena y todo se cumple escribió John Brown. El guía el universo a su destino divino. El Señor Jesús, «por el poder de Su palabra», sostiene el universo y mantiene su coherencia en todas sus partes.

La persona misma de  la Deidad que apareció sobre la tierra, como  siervo es el sustentador del universo. «Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten» (Col 1:17). ¡Los vientos y las olas le obedecen! La enfermedad, la muerte y los demonios huyen ante Él.
Jesucristo » efectuó la purificación de los pecados » (v. 3). Sólo Dios puede tratar con nuestros pecados. Esto es aún mayor gloria de ser el Creador y Sustentador del universo. ¡Qué amoroso Dios- Él nos perdona de todos nuestros pecados! «perdono, » literalmente es, » haber perdonado. »  La obra esta terminada. Esto fue definido de una vez por todas. La sangre del sacrificio de los animales no puede quitar nuestros pecados, pero la sangre del Cordero de Dios lo hizo (Heb. 10:4).

Jesucristo era el sumo sacerdote y el sacrificio  expiatorio que  fue ofrecido por nuestros pecados. Nuestro gran sumo sacerdote nos dice, » Usted es limpio de todos sus pecados este día ante Dios. » La sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado » (1 Juan 1:7). Todos nuestros pecados son quitados. Él es el sacrificio perfecto de la dignidad infinita porque Él es el Hijo de Dios.
Cuando Jesús Cristo «ha realizado la purificación de los pecados, Él se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas», y el Padre le dio el nombre que es sobre todo nombre (v. 3, Fil. 2:11). Jesús, que también es profeta y sacerdote, reina como el Rey en el lugar de honor más alto en el cielo. Se sentó a la diestra porque su obra de expiación fue completada. La evidencia de que todos los pecados del creyente se han  quitado definitivamente es que Jesús está sentado en gloria. «Él se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.» La posición del más alto honor y la gloria pertenecen a Jesucristo por siempre y siempre. Esta es la mayor prueba de que él termino la obra de la redención y la «purificación de los pecados.» Dios lo exaltó y le dio un nombre que es sobre todo nombre. Jesucristo recibió la exaltación más alta cuando Él  volvió al cielo. Exaltémosle en nuestros corazones para alabanza de su gloria, también. Es entonces que recurrimos a Él con confianza para hacer un trabajo divino y sobrenatural en y a través de nosotros. No descuidemos nuestra relación íntima personal con Dios en Cristo.
¡Selah!



Mensaje por Wil Pounds (c) 2009 traducido por Katia Blandin

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