La Oración y siendo la sal de la tierra

Este mundo, hoy más que nunca, tiene la necesidad de ver en vosotros hombres y mujeres que han creído en la Palabra del Señor, debemos de orar para que Dios nos ayude a ser buenos ciudadanos.

Nosotros somos la sal de la tierra y como la sal mejora el sabor de los alimentos así también los creyentes mejoran las condiciones de este mundo, haciendo que la vida sea más llevadera. La presencia de los creyentes en la tierra trae paz y gozo. Sus oraciones sostienen a los gobernantes, su justicia fortalece a las naciones.

La gente en general no se da cuenta de la importancia de la sal en el mantenimiento de la vida y la salud de sus cuerpos.

La sal era muy valiosa en el mundo antiguo. Tan valiosa, de hecho, que las legiones romanas, se le pagaba su salario en sal. Este pago se llamó el «salarium»

Durante mucho tiempo, la sal ha sido también el medio usado habitualmente para conservar los alimentos. Como la sal de la tierra, estáis llamados a conservar la fe que habéis recibido y a transmitirla intacta a los demás.

Ustedes son la sal de la tierra….. ¡Y si la sal pierde su sabor….(Mt5:13 SM)

En Marcos 9:50, Jesús recomendó: Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.

En otras palabras:

Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros”-eso es, preserven esa cualidad (sabor) que los hace una bendición el uno para el otro”.

Al presentar cualidades purificadoras, preservadoras y antisépticas, en las naciones orientales la sal vino a ser símbolo de fidelidad y amistad.

La Sal preserva. Aun hoy en día con la refrigeración moderna la sal se usa para preservar la -carne y el pescado. Para los pescadores; pastores, y. granjeros a quien Jesús hablaba, la sal era esencial para preservar el pescado y la carne. Ellos sacaban bloques del mar Muerto para ese fin. Los cristianos son los medios que Dios ha escogido para preservar el mundo de la corrupción.

«Vosotros sois la sal

¿Qué nos quiso decir Jesús con esto?….. Que los creyentes debemos dar sabor a la sociedad porque la mayoría de la gente está viviendo vidas insípidas. Hay gente que no sabe para qué vive. Esto nos dice que cada discípulo debiera estar sazonado con el evangelio, con la sal de la gracia.

En Marcos 9:50, Jesús recomendó a tener “Sal en Vosotros”.

La Sal en las escrituras se dice que es:

1. Un símbolo de un pacto vinculante (Lev 2:13)

Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.

Las ofrendas eran sazonadas con sal como un recordatorio del pacto (contrato) del pueblo con Dios. Y así como la sal era indispensable para hacer aceptos a Dios los sacrificios, así también el evangelio aplicado a los corazones por el Espíritu Santo, es indispensablemente necesario para que los hombres se ofrezcan como sacrificios vivos. La sal es un buen símbolo de la actividad de Dios en la vida de una persona, ya que penetra, preserva y ayuda a curar. Dios quiere estar activo en su vida. Permítale ser parte de usted, penetrando en cada aspecto de su vida, preservándolo de todo el mal que lo rodea, y curándolo de sus propios pecados y deficiencias.

2. Un Símbolo para sanidad y limpieza (2Re 2:20-21)

Entonces él dijo: Traedme una vasija nueva, y poned en ella sal. Y se la trajeron. Y saliendo él a los manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad.

La infusión de la sal fué un acto simbólico con el cual Eliseo acompañó la palabra de Dios, por medio de la cual la fuente fue sanada.

3. Un estimulante para el apetito espiritual (Job 6:6)

¿Se comerá lo desabrido sin sal? ……¿Habrá gusto en la clara del huevo?

La sal, que da sabor agradable a los alimentos, es el símbolo de los hijos de Dios, cuya vida y testimonio deben ser llenos de sabor y atractivo.

4. La sal simboliza LA Santidad. (Nm.18:19)

Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo.

Todas las ofrendas de Levítico, imágenes de la ofrenda de Cristo, debían ser presentadas con sal, que era señal del pacto con Dios.

Todas las ofrendas debían tenerla, y debía ser ofrecida con todas las ofrendas presentadas por los israelitas, como símbolo de la santidad de Cristo, y como prenda de la reconciliación provista por Dios para el hombre sobre la base de la muerte de Cristo

5. El promotor de la paz y la bondad (Mr 9:50)

Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.

Tened en vosotros mismos sal. Es decir, “Mirad que retengáis en vosotros aquellas cualidades preciosas que harán que seáis bendición unos a otros, y a todos los que están a vuestro derredor; y con respecto a la miserable contienda que dio origen a este discurso, dice finalmente, tened paz los unos con los otros.

6. Un estímulo para nuestro testimonio (Mt 5:13)

Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Todo cristiano tiene que entender que cuando perdemos nuestra salinidad y cuando dejan de funcionar como la sal en el mundo, se han convertido en buenos para nada, nos hemos convertido en algo para ser pisoteada y tratados con desprecio!

7. Una evidencia de la gracia (Col. 4:6)

Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

Su conversación sea siempre agradable, con su poquito de sal, sabiendo cómo tratar con cada uno. (SM)

«Sazonada con sal» significa que lo que hablamos debería ser sabroso y dejar la puerta abierta para la continuación del diálogo.

Al creyente se le llama a preservar la tierra con la intención de preservarla a través de la sal que poseemos en nosotros mismos como parte de nuestra identidad y, al mismo tiempo, se nos llama a cuidarnos de no perder nuestro sabor o a desvanecernos, porque si esto sucede,

¿Con qué se sazonara la tierra?

Como la sal, el cristiano tiene la gran oportunidad para promover una sed de Cristo en el mundo. Recuerde lo que el Señor dijo? Que de nuestros interior correrán ríos gua viva (Jn 7:37)

Es posible que los cristianos pierdan su sabor salado también. Esto sucede cuando, al igual que la sal en la antigüedad, entrar en contacto con el mundo. Cuando llega a ser más como es el mundo, entonces hemos perdido esa cosa que nos diferencia y nos hace valiosos.

Pero Jesús mismo fue sal y luz para el mundo cuando anunció la palabra de Dios (El evangelio), la cual tiene fuerza o poder para salvar a los que la aceptan con fe y gozo (Rom. 1:16). Esta palabra sazonada con sal se saborea cuando uno cree de todo corazón en el precioso y glorioso reino de Dios, el mensaje central de nuestro Señor.

Cuando vivimos para el Señor, al mundo no le gusta, pero a menudo hay un cierto respeto por la postura que tomamos y por el testimonio que poseemos. Por lo tanto, el mundo corrupto necesita urgentemente de la sal, y los cristianos son la única esperanza del mundo, porque aparte del evangelio y el ejemplo de los cristianos.

Lo que el mundo necesita hoy día es sal, sal pura. Nosotros poseemos esa sal, por lo tanto:

Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno (Col. 4:6).

Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal. (Lev 2:13)

Las ofrendas eran sazonadas con sal como un recordatorio del pacto (contrato) del pueblo con Dios. La sal es un buen símbolo de la actividad de Dios en la vida de una persona, ya que penetra, preserva y ayuda a curar. Dios quiere estar activo en su vida. Permítale ser parte de usted, penetrando en cada aspecto de su vida, preservándolo de todo el mal que lo rodea, y curándolo de sus propios pecados y deficiencias.

¡Y si la sal pierde su sabor….(Mt 5:13 SM)

En efecto, no hay nada más llano, insípido, incluso mortífero, que los cristianos sin influencia, las vidas sin relieve, las palabras vacías de sentido: son cosas totalmente inútiles. Se han hecho otras aplicaciones a este símbolo: así como la sal detiene la corrupción, los creyentes son un freno a la corrupción del mundo; si la sal provoca la sed, los cristianos auténticos deberían provocar sed de Dios en los que tienen a su alrededor.

¿Hasta dónde la gente está siendo preservada por mis palabras?

¿Estoy dando sabor a ellas o estoy siendo pisoteado por el mundo?

Fue Cristo el que dijo:

Ustedes son la Sal de la Tierra…….. ¡Qué privilegio y qué responsabilidad!

Como la sal, el discípulo debe de conservar las verdades del evangelio. ¿Cómo? A través de su testimonio, de vivir y reflejar la palabra de Dios a los demás.

Es Tiempo de actuar ser como la sal de la tierra, de tal manera que el Señor nos halle haciendo la labor que debemos estar haciendo. Propongamos en nuestros corazones, quitar todo tropiezo de nuestros pies y calcémonos con el apresto del evangelio de la paz.

Bendiciones abundantes……


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