La Trinidad de Dios

Por Jack Fleming

lra Juan.5:7 «Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno».

Mateo .28:19 «bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo»
..

Tres Personas divinas y eternas con una sola esencia sustancial. No son tres seres de la especie divina, porque entonces serían tres dioses.

No se distinguen por algo absoluto (atributos, actividades, etc.) sino por la relación que las constituyen. Lo que significa que el Padre no puede ser Padre sin ser Dios, lo mismo sucede con el Hijo y con el Espíritu Santo; como tampoco cada una de estas personas de la trinidad podría ser Dios, sin la existencia de las otras dos.

Hay un aspecto de totalidad integradora e identificación absoluta en cada persona de la divinidad. Esto significa que si alguien niega alguna de las personas de la trinidad, está negando al Dios de la Biblia, y por lo tanto no podría ser considerado cristiano.

1Jn.2: 23 «Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre».

El Señor Jesús también dijo:

Jn.5: 19 «No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre»

22 «el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo».

Jn.7: 16 «Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió». Le es comunicada por el Padre.

Pero en Jn.10: 30 dijo: «Yo y el Padre (dos) somos (plural) uno». Por este motivo afirma en Jn.12: 45 «el que me ve, ve al que me envió». O como le dijo a Felipe en Jn.14: 9 «el que me ha visto a mí, ha visto al Padre». Porque en ellos existe una unidad perfecta, pero eso no les hace perder su propia identidad individual. Esto es lo mismo que el Señor desea para cada cristiano en particular, que todos seamos perfectamente unidos, de tal modo que lleguemos a ser uno. Jn.17: 21 «que también ellos sean uno en nosotros» (plural). Pero obviamente que aunque toda la cristiandad sea «uno» , nadie perderá su propia identidad, y todos siempre lo seremos en el plural «nosotros» de cada una de las personas de la trinidad.

Otro ejemplo lo vemos cuando el Señor dice que el hombre cuando se une en matrimonio con su mujer no serán más dos, sino una sola carne. Naturalmente entendemos que en una unidad profunda donde los dos pasan a ser uno, pero no significa que dejan de ser dos personas distintas, aunque ahora el «yo» y el «tú» es reemplazado por «nosotros». Porque si interpretáramos que Jesús es el mismo Dios Padre ¿cómo entenderíamos cuando el Señor dijo: «Voy al Padre» (Jn.16: 16) ? Obviamente el Padre estaba en el cielo y Jesús en la tierra, como queda en evidencia durante el bautismo del Señor. El Padre desde el cielo dice: «Este es mi hijo amado». Esta misma pluralidad se indica en muchos pasajes, por ejemplo Jn.14: 23 «el que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre LE amará, y VENDREMOS a él, y HAREMOS morada en él».

En Génesis capítulo primero se emplea en el idioma original el nombre de Dios «Elohim» que es una palabra plural.

La pluralidad de personas en la divinidad, que aunque es un sólo Dios, se indica en muchos pasajes de la Biblia.

Gn.1: 26-27 «entonces dijo Dios: HAGAMOS al hombre a NUESTRA semejanza…y creó Dios al hombre a SU imagen, a imagen de Dios lo creó»

Aquellos que niegan la trinidad de Dios, que es pilar fundamental del cristianismo bíblico, sostienen sin ninguna lógica, que Dios habla en plural cuando dice hagamos, porque está hablando en unidad con los ángeles, pero ese argumento tan superficial se desmorona inmediatamente en el verso siguiente, porque allí claramente señala que fue creado a la imagen de Dios, no de los ángeles. Tampoco se puede pensar en una alusión a ellos, porque son seres creados, incapaces de intervenir en la creación; además esta misma pluralidad se menciona en muchos otros pasajes donde no se mencionan los ángeles, por ejemplo en Gn.11: 7 – 8 «descendamos y confundamos».

Toda la creación lleva el sello trinitario.

El hombre es un ser trino (1Ts.5:23) espíritu – alma y cuerpo.

Existen tres cosas básicas en la creación del Dios trino:

ESPACIO – MATERIA y TIEMPO.

Y cada una de ellas es a su vez trina ¿Qué es el espacio?

Simplemente tres dimensiones: Largo – ancho y alto.

¿Qué es la materia? Únicamente:

energía, movimiento y fenómeno.

¿Qué es el tiempo? De igual forma el tiempo siendo uno, lo componen tres: pasado – presente y futuro.

Dios es trino y todo lo que él ha creado lleva ese sello indeleble.

La trinidad divina también se refleja en otros pasajes que relatan la creación, atribuyendo esta obra a cada una de las diferentes Personas de la divinidad:

El Padre  Is.45: 12 «Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos»

El Hijo Jn.1: 3 «todas las cosas por él fueron hecha».

El Espíritu Santo Job 33: 4 «el Espíritu de Dios me hizo».

Profundo misterio e imposible de explicar en lenguaje humano, un Dios, pero en tres Personas diferentes como se aprecia claramente en el bautismo del Señor Jesús. Dios el Padre desde el cielo diciendo: «Este es mi Hijo amado». Dios el Espíritu Santo descendiendo desde el cielo en forma de paloma, y Dios el Hijo en las aguas del río Jordán.

En la encarnación: El Padre envía al Hijo (Jn.3:16, 17:18) y el Espíritu Santo viene sobre María (Lc.1:35).

En el sacrificio de la Cruz: El Padre entrega al Hijo (Hch.2:23, Rm.8:32) Mt.27:46 «¿por qué me has desamparado?» Jesús oró a su Padre (Lc.23:34,46, etc.) y pone voluntariamente su vida (Jn.10:17-18, 1Tm.2:6) . El Espíritu Santo lo fortaleció para soportar la cruz (Heb.9:14).

En la resurrección: El Padre le levantó (Hch.2:24,32) El Hijo puso su vida para volverla a tomar (Jn.10:18-19) Y se realizó la resurrección por «medio» del Espíritu Santo (Rm.8:11).

En la aplicación de la redención: 1Pd.1:2 «elegidos según la presciencia de DIOS PADRE en santificación del ESPÍRITU, para obedecer y ser rociados con la sangre de JESUCRISTO».

El Padre nos elige (Ef.1:4), el Hijo nos rocía con su sangre, el Espíritu Santo nos santifica.

En la bendición apostólica: 2Cor.13:14 «La gracia del SEÑOR JESUCRISTO, el amor de DIOS, y la comunión del ESPÍRITU SANTO sea con todos vosotros».

Dios también manifestó su presencia en su pueblo Israel por medio del arca, la cual fue el punto de contacto entre el Dios Eterno y la tierra. El arca fue lo que más identificó a Dios y desde donde se comunicó con su pueblo ¿Cómo fue ese mueble que él diseñó? Ex.25: 10-11 «Harás también un arca de madera de acacia…y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera». Es decir, era una caja de madera, con otra caja de oro por dentro y otra por fuera; tres cajas en una.

La misma división trinitaria se aprecia en el tabernáculo que también fue diseñado por Dios y fue el lugar donde él moraría entre su pueblo. Dijo que correspondía al diseño celestial (Ex.26:30, Heb.8:2, Ap.15:5), y tenía tres divisiones: Atrio – Lugar Santo y Lugar Santísimo.

Hablar de Dios significa sumergir nuestras mentes finitas en lo infinito; para eso tenemos que pasar por todo lo creado. Sabemos que toda la creación lleva el sello divino de Dios, pero él está muchísimo más alto, más allá de todo lo maravilloso que nuestros ojos puedan contemplar, partiendo del asombroso mundo infinitesimal, regocijándonos en los misterios y prodigios de una simple copo de nieve o en los secretos de la luz, que el hombre con toda su ciencia y tecnología moderna aún no alcanza a comprender. Podremos remontarnos y sumergirnos en la inmensidad del universo, y aún así tendríamos que decir como el salmista que los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos, pero aún ellos no pueden contender Su gloria. Él es el Eterno y está por sobre su creación.

Todo lo creado tuvo un principio, pero él ha existido siempre, desde toda una eternidad pasada; antes que existiera el hombre, antes de la creación de los ángeles, antes que el universo fuera creado por Su Poder y que Su Soberanía determinara el comienzo de todas las cosas; existía Dios eternamente en esa soledad infinita, donde no había hombre que ocupara su atención, ni ángeles que cantaran a su Gloria, ni universo que manifestara Su grandeza. Allí en esa soledad de la eternidad pasada, existió únicamente el Dios trino. Por esta razón la Biblia nos habla del Padre eterno, el Hijo eterno y el Espíritu Santo eterno.

El Padre es eterno Dt.33: 27 «el eterno Dios es tu refugio».

El Hijo es eterno Heb.1: 8 El Dios Padre dice del Dios Hijo: «Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo». Jesús también habló sobre su existencia eterna, Jn. 8: 58 «antes que Abraham fuese, yo soy».

El Espíritu Santo es eterno Heb.9: 14 «el Espíritu eterno».

Cada una de las personas de la trinidad es eterna, porque también cada una de ellas es Dios.

El Padre es Dios Jer.10:10 «Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno».

El Hijo es Dios Rm.9:5 «Cristo, El cual es Dios sobre todas las cosas».

Col.2: 9 «en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad».

Tito 2:13 «la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo».

El Espíritu Santo es Dios 1Cor.3:16 y 6:19 «templo de Dios» y el «templo del Espíritu Santo» son equivalentes, y sólo a Dios puede dedicarse un templo.

Los enemigos de esta doctrina que es pilar del cristianismo, que dicho de paso no son exclusivamente los «russellistas» que se autodenominan «Testigos de Jehová», también encontramos a otros que se disfrazan de evangélicos sin serlo, me refiero a los «Unitarios» o «Sólo Jesús» que también niegan la Trinidad de Dios. En algunos de sus libros tratan de ridiculizar la Trinidad diciendo: «¿Cómo puede ser 1+1+1=1 ?» Pero tampoco se puede rebajar al Dios Eterno y Todopoderoso a las matemáticas elementales, aunque estos voluntariamente pretenden ignorar que lo más lógico sería decir: 1x1x1=1 Porque a ninguna de las Personas de la Trinidad hay que sumarle la otra para que siga siendo Dios.

La Biblia dice de Jesús en Col. 2:9 «en él habita corporalmente TODA la plenitud de la Deidad». En diferentes pasajes de la Biblia se indica esta Trinidad de Dios: Jn.15: 26 «cuando venga el CONSOLADOR, a quien YO (JESÚS) os enviaré del PADRE, el ESPÍRITU de verdad» Lc.24:49 Están el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Hch.2:33 Pedro hablando de JESÚS dice: «exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del PADRE la promesa del ESPÍRITU SANTO» Hch.5: 30-32 Pedro nuevamente menciona a cada una de las Personas de la Trinidad. Rm.8:9, 11, 14-17 La Trinidad resalta en forma muy clara. 1Cor.12 : 4 el Espíritu Santo 5 el Hijo 6 el Padre. Heb.9:14 se mencionan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Judas 20-21 despide su epístola invocando la Trinidad. Ef.2: 15-18 «aboliendo en su carne (CRISTO)…tenemos entrada por un mismo ESPÍRITU al PADRE». Ef.3: 14-16 «doblo mis rodillas ante el PADRE de nuestro SEÑOR JESUCRISTO…..por su ESPÍRITU». Ef.5: 18-20 «sed llenos del ESPÍRITU…dando siempre gracias en todo al Dios y PADRE, en el nombre de nuestro SEÑOR JESUCRISTO». Heb.2:3-4 «anunciada primeramente por el SEÑOR…testificando DIOS …diversos milagros y repartimientos del ESPÍRITU SANTO». 1Jn.3:23-24 «su HIJO JESUCRISTO…en DIOS y Dios en él…por el ESPÍRITU que nos ha dado».

El Espíritu Santo es una Persona

No es como algunos sostienen, que solamente es una fuerza o una energía. La Biblia afirma categóricamente que es una persona.

Se le denomina como «el Consolador», una persona que está a nuestro lado. Jn.14:16-17 «El Consolador, el Espíritu Santo, A QUIEN (no lo que) el Padre enviará en Mi nombre, ÉL os enseñará todo lo que yo os he dicho».

El Señor Jesucristo no se refiere al Espíritu Santo como algo neutro «lo que», sino que claramente dice «A QUIEN», como tampoco emplea el pronombre neutro «ello», sino el pronombre personal «él».

Hch.5:3-4 habla de «mentir al Espíritu Santo». Ef.4:30 «contristar al Espíritu Santo». Únicamente a una persona se le puede mentir o ser entristecida, no a una fuerza o un poder.

Debido a que es una Persona, el Espíritu Santo puede ser: Entristecido Ef.4: 30

Blasfemado Mt.12 : 31

Ofendido Mt.12: 32

Insultado Heb.10: 29

Resistido Hch.7: 51

Apagado 1Ts.5: 19

Las mismas obras que realiza el Espíritu Santo, dejan de manifiesto que es una Persona y no una fuerza o poder impersonal:

Consuela Jn.14: 26

Habla Hch.13:2, Ap.2: 7

Intercede por nosotros Rm.8: 26

Guía a toda verdad Jn.16: 13


Fortalece en la debilidad Rm.8: 26

Capacita al creyente 1Cor.12: 7

Conduce en la adoración Jn.4: 23

Santifica 2Ts.2:13, 1Pd.1:2

Regenera Tito 3:5

Reparte dones 1Cor.12: 11

Enseña lo que debemos decir Lc.12: 12

Muestra cuando debemos callar Hch.16:6

Une a los creyentes Ef.4:3-4, 2Cor.13:14

Testifica a nuestro espíritu Rm.8: 16

Escudriña 1Cor.2: 10

Da vida Rm.8: 11

Liberta 2Cor.3: 17

Sella al que es salvo Ef.1: 13

Mueve al creyente Hch.8: 39

Mora en el cristiano 1Cor.3: 16

A la luz de estos y muchos otros pasajes de la Biblia no cabe la menor duda que el Espíritu Santo es una Persona, porque solo una persona puede Contender – hablar – interceder – conocer – escudriñar – decidir – dar testimonio – tiene sabiduría y sentimientos – desciende sobre quienes él desea, sin considerar la voluntad ni condición humana (Ejemplo: Balaam Nm.24: 2 «el Espíritu de Dios vino sobre él).

El Hijo también es una persona, y lo fue aún antes de tomar un cuerpo humano, porque él es Eterno (Heb.1:8) «Antes que Abraham fuese, yo soy» (Jn.8: 58).

Inclusive visitó al hombre en lo que definimos como teofania, para referirnos a sus apariciones visibles en el Antiguo Testamento. Allí se presentó como «el Angel de Jehová». Aún los rabinos admiten que este «Angel de Jehová» se identifica con el mismo Jehová y a la vez es «un mensajero de Jehová» Gn.16:7, 18:1, 22:11, 31:11-13, 32:24-32, Ex.3:2, Jos.5:13, Jue.13:3, 2Ry.19:35, 1Cr.21:15, Sl.34:7. Mensajero es quien trae un mensaje de otro. Jesús dijo: «Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió» (Jn.7:16). Pero tanto el Ángel de Jehová (Jos.5: 14) como el Señor Jesús (Jn.20:28, 9:38) aceptaron la adoración de los hombres, cosa que ninguna de las criaturas angelicales jamás han aceptado, muy por el contrario, la rechazaron enérgicamente (Ap.22: 8-9).

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son personas que constituyen la Trinidad de Dios. 1Jn.5:7 «Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno» .

La Trinidad aunque es difícil de comprender con nuestras mentes finitas, es una verdad irrefutable a la luz de lo que Dios ha revelado en Su Palabra. La aceptamos por fe porque Dios lo ha dicho, pero ya tendremos toda una eternidad para gozarnos en su debida dimensión y profundidad.

Por Jack Fleming
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