Las concepciones rivales de Dios

C.S Lewis: Tomado de su obra mero cristianismo
LIBROII
LOQUE CREEN LOS CRISTIANOS
1.Las concepciones rivales de Dios
Se me hapedido que os hable de lo que creen los cristianos y empezaré por deciros unade las cosas en la que los cristianos no necesitan creer. Si sois cristianos notenéis por qué creer que todas las demás religiones están simple y totalmente equivocadas.Si sois ateos debéis creer que lo más importante de todas las religiones delmundo es sencillamente un tremendo error. Si sois cristianos, sois libres depensar que todas estas religiones, incluso las más extrañas, contienen al menosun indicio de verdad. Cuando yo era ateo tenía que intentar persuadirme a mímismo de que la mayor parte de la raza humana ha estado siempre equivocadaacerca de la cuestión que más le importaba; cuando me hice cristiano pudeadoptar un punto de vista más liberal. Pero, naturalmente, ser cristianosignifica pensar que allí donde el cristianismo difiere de otras religiones elcristianismo tiene razón y las otras están equivocadas.
Como enaritmética, una cuenta sólo tiene un resultado correcto, y todos los demás estánequivocados; pero algunos de los resultados equivocados están mucho más cercade ser el correcto que otros.
Laprimera gran división de la humanidad ocurre entre la mayoría, que cree en una clasede Dios o dioses, y la minoría, que no cree. En este punto el cristianismo se alineacon la mayoría —con los antiguos griegos y romanos, los salvajes modernos, losestoicos, los platónicos, los hinduistas, los mahometanos, etc. — contra los materialistasmodernos de la Europa occidental.
Ahorahablaré de la siguiente gran división. Las personas que creen en Dios puedendividirse según la clase de Dios en el que creen. Hay dos ideas muy diferentes acercade esto. Una de ellas es la idea de que Él está más allá del bien y del mal.
Nosotroslos seres humanos llamamos a una cosa buena y a otra cosa mala. Pero segúnalgunas personas eso es simplemente nuestro punto de vista humano. Estas personasdirían que cuanto más sabio se vuelve uno menos querrá llamar a una cosa buenay a otra mala, y más claramente verá que todo es bueno en ciertos aspectos y maloen otros y que nada podría haber sido diferente. En consecuencia, estas personascreen que mucho antes de que se llegase incluso cerca del punto de vista divinoesta distinción habría desaparecido completamente. A un cáncer lo llamamos malo,dirían, porque mata a un hombre; pero con el mismo criterio podríamos llamar maloa un cirujano porque mata a un cáncer. Todo depende del punto de vista. Laotra, y opuesta, idea es que Dios es definitivamente bueno o «justo», un Diosque toma partido, que ama el amor y rechaza el odio, que quiere que noscomportemos de una manera y no de otra. El primero de estos puntos de vista —elque piensa que Dios está más allá del bien y del mal- se llama panteísmo. Losostenía el filósofo prusiano Hegel y, en cuanto yo puedo entenderlos, loshindúes. El otro punto de vista lo sostienen los judíos, los mahometanos y loscristianos.
Y a estagran diferencia entre el panteísmo y la idea cristiana de Dios suele acompañarlaotra. Los panteístas normalmente creen que Dios, por así decirlo, anima el universocomo tú animas tu cuerpo; que el universo casi es Dios, de modo que si éste no existieraÉl no existiría tampoco, y que cualquier cosa que se encuentre en el universoes una parte de Dios. La idea cristiana es muy diferente. Los cristianospiensan que Dios inventó y creó el universo del mismo modo que un hombre pintaun cuadro o compone una canción. Un pintor no es su cuadro, y no muere si sucuadro es destruido. Podéis decir: «Ha puesto mucho de sí mismo en él», perocon esto sólo queréis decir que toda la belleza y el interés del cuadro hasalido de su cabeza. La habilidad del pintor no está en el cuadro del mismomodo que está en su cabeza, o incluso en sus manos. Espero que os deis cuentade cómo esta diferencia entre los panteístas y los cristianos se compagina conla otra. Si no os tomáis demasiado en serio la distinción entre el bien y elmal es fácil decir que todo lo que se encuentra en el mundo es parte de Dios.Pero, naturalmente, si pensáis que algunas cosas son realmente malas, y que
Dios esrealmente bueno, entonces no podéis hablar así. Debéis creer que Dios está separadodel mundo y que algunas cosas que vemos en él son contrarias a Su voluntad.Ante un cáncer o un barrio de chabolas, el pan-teísta puede decir: «Si sólo lo vieraisdesde el punto de vista divino, os daríais cuenta de que esto también es Dios.»
El cristianoreplica: «No digas esas malditas tonterías». Ya que el cristianismo es una religiónluchadora. Cree que Dios hizo el mundo —que el espacio y el tiempo, el calor y elfrío, y todos los colores y los sabores, y todos los animales y los vegetalesson cosas que Dios «inventó con su cabeza» del mismo modo que un hombre inventauna historia—. Pero también piensa que hay muchas cosas que han ido mal en estemundo que Dios creó, y que Dios insiste, e insiste en voz muy alta, en quevolvamos a enderezarlas.
Y,naturalmente, esto suscita una pregunta muy importante. Si un Dios bueno ha creadoel mundo, ¿por qué éste ha salido mal? Y durante muchos años yo sencillamenteme negué a escuchar las respuestas de los cristianos a esta pregunta, porque nohacía más que pensar: «Digáis lo que digáis, y por inteligentes que sean vuestrosargumentos, ¿no es mucho más fácil y sencillo decir que el mundo no fue creadopor un poder inteligente? ¿No son todos vuestros argumentos más que un complicadointento de evitar lo que es evidente?» Pero entonces eso me llevaba a una nuevadificultad.
Miargumento en contra de Dios era que el universo parecía tan injusto y cruel. ¿Perocómo había yo adquirido esta idea de lo que era justo y lo que era injusto? Un hombreno dice que una línea está torcida a menos que tenga una idea de lo que es unalínea recta. ¿Con qué estaba yo comparando este universo cuando lo llamaba injusto?Si todo el tinglado era malo y sin sentido de la A á la Z, por así decirlo,¿por qué yo, que supuestamente formaba parte de ese tinglado, me encontrabareaccionando tan violentamente en su contra? Un hombre se siente mojado cuandocae el agua porque el hombre no es un animal acuático: un pez no se sentinamojado. Por supuesto que yo podía haber renunciado a mi idea de la justiciadiciendo que ésta no era más que una idea privada mía. Pero si lo hacía, miargumento en contra de Dios se derrumbaba también…, ya que el argumentodependía de decir que el mundo era realmente injusto, y no simplemente que nosatisfacía mis fantasías privadas. Así, en el acto mismo de intentar demostrarque Dios no existía —en otras palabras, que toda la realidad carecía desentido— descubrí que me veía forzado a asumir que una parte de la realidad — específicamentemi idea de la justicia— estaba llena de sentido. En consecuencia, el ateísmoresulta ser demasiado simple. Si todo el universo carece de significado, jamás noshabríamos dado cuenta de que carece de significado, del mismo modo que, si no hubieraluz en el universo, y por lo tanto ninguna criatura tuviese ojos, jamáshabríamos sabido que el universo estaba a oscuras. La palabra oscuridad notendría significado.

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