Marcos Capitulo 3



Bendiciones hermanos.



Continuamos con la lectura del libro de Marcos, hoy con el capitulo 3 que trata cinco temas como, el hombre de la mano seca, La multitud a la orilla del mar, elección de los doce apóstoles, la blasfemia contra el Espíritu Santo y la madre y los hermanos de Jesús.

Padre nuestro, gracias hoy te damos por un nuevo día en el que podemos comenzar alabándote y adorándote, nos ponemos en tus manos para que nos guíes en la lectura del día y nos reveles por medio de ella todo el conocimiento necesario para la edificación de tu reino, cubre este foro y guárdanos de todo mal, te lo pedimos en el nombre de Jesús, amen.

Marcos
Capítulo 03

Descripción de Satanás
El hombre de la mano seca
(Mt 12.9-14; Lc 6.6-11)

3:1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.


3:2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle.


3:3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.

3:4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.

3:5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana.

3:6 Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle.

La multitud a la orilla del mar

3:7 Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea,


3:8 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él.


3:9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen.


3:10 Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él.


3:11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.


3:12 Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen.

Elección de los doce apóstoles
(Mt 10.1-4; Lc 6.12-16)

3:13 Después subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él.


3:14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar,


3:15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:


3:16 a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro;


3:17 a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno;


3:18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, Simón el cananista,


3:19 y Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa.


3:20 Y se agolpó de nuevo la gente, de modo que ellos ni aun podían comer pan.


3:21 Cuando lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle; porque decían: Está fuera de sí.


3:22 Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.


3:23 Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?

3:24 Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer.

3:25 Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.

3:26 Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.

3:27 Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa.

La blasfemia contra el Espíritu Santo
(Mt 12.22-32; Lc 11.14-23)

3:28 De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean;

3:29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.

3:30 Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.

La madre y los hermanos de Jesús
(Mt 12.46-50; Lc 8.19-21)

3:31 Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle.


3:32 Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan.


3:33 El les respondió diciendo: ¿Quién es mi madre y mis hermanos?

3:34 Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.

3:35 Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

Notas:

Marcos 3:1 Concluye aquí una serie de relatos sobre controversias entre Jesús y diversos grupos de su pueblo (2.1–3.6). La decisión contra Jesús (v. 6) prepara el desenlace final del evangelio (8.31–16.20).

Marcos 3:2 Los judíos consideraban que la acción de sanar era un trabajo que se prohibía hacer en sábado.

Marcos 3:4 Lc 14.3.

Marcos 3:6 Herodianos: es decir, los del partido de Herodes. Véase Mt 22.16

Marcos 3:7 Véase Mc 1.32-34.

Marcos 3:8 Mt 4.25. Idumea: región situada al sur de Judea y poblada por gentiles. Tiro y Sidón: ciudades gentiles del norte de Palestina.

Marcos 3:10 Mc 4.1; Lc 5.1-3.

Marcos 3:11 Mc 1.24,34; 5.7; Lc 4.41.

Marcos 3:12 Que no lo descubrieran: Véase Mc 1.34.

Marcos 3:14 Doce: Véase Mt 10.1-2 n. A doce para que: otros ms. dicen: a doce, a los cuales nombró apóstoles, para que.

Marcos 3:16 Pedro: Mt 16.18.

Marcos 3:17 «Hijos del Trueno»: Esta expresión semítica puede traducirse como hombres tempestuosos, en el sentido de personas de carácter impulsivo (cf. Lc 9.54) o ambicioso (cf. Mc 10.35-37).

Marcos 3:18 Tadeo: Véase Mt 10.3.

Marcos 3:18 Cananeo: celoso o ferviente. Véanse Mt 10.4. y Lc 6.15.

Marcos 3:19 Volvieron a casa: Puede tratarse de la casa de Simón, en Capernaúm. Véanse Mt 9.1.; Mc 2.1., y cf. también Mc 1.29.

Marcos 3:21 Jn 10.20. Los suyos: es decir, parientes o amigos; pero cf. v. 31-32.

Marcos 3:22 Mt 9.34; 10.25. Beelzebú: el diablo, jefe de los demonios; véanse Mt 12.24 y Concordancia temática

Marcos 3:29 Mt 12.32; Lc 12.10.

Marcos 3:30 Es que ellos habían dicho: «Tiene espíritu impuro»: esto es, atribuían la expulsión de los espíritus impuros al demonio mismo (v. 22). Por esta razón, Jesús hace referencia a la actitud comúnmente llamada el «pecado imperdonable» (v.29). Véanse 2 Ts 1.8-9; Heb 6.4-6; 10.26-29; 1 Jn 5.16-17.

Marcos 3:32 Véase Mt 12.46 n. Diversos ms. dicen: Tu madre, tus hermanos y tus hermanas están.


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