No debemos olvidarnos de Dios ( 4ª Parte )

( 4ª PARTE )

Después del ascenso de José al Gobierno de Egipto, él recibió la visita de sus hermanos, los que le habían vendido para aquella tierra. Habían pasado los primeros siete años de abundancia , y la escasez de trigo se hacía notar ya en toda la tierra habitable. Jacob, al que Dios había cambiado su nombre por el de Israel, habiendo oido que en Egipto había trigo, envió a sus hijos para que lo compraran de allí. Ellos llegaron hasta aquella tierra con ésa intención. Cuando llegaron a los almacenes de trigo, José estaba allí dirigiéndolo todo. José entonces pudo ver a sus hermanos , y los reconoció; pero ellos no lo reconocieron a él. José había cambiado; habían pasado muchos años desde que ellos lo habían vendido como esclavo. José no se reveló a ellos en ésta primera ocasión, sino que les dejó comprar el trigo y que se marchasen. Pero en su segunda visita, se manifestó a ellos diciéndoles: Yo soy José vuestro hermano el que vendisteis para Egipto. Ellos se quedaron atónitos, y no supieron que responderle; ¿ José ?, ¿ nuestro hermano ? ¿ el que vendimos como esclavo ?; y él les dijo: si, yo soy José vuestro hermano el que vendísteis para Egipto; entonces ellos tuvieron gran temor. No era para menos. Pero el calmó su ansiedad manifiesta diciéndoles: no os pese el haberme enviado para Egipto; vosotros lo hicisteis pensando en hacerme mal, pero Dios estuvo conmigo para que yo fuese enviado delante de vosotros para prepararos el camino, y para daros la vida por medio de una gran liberación. ¿ Vive papá ?. Si, le respondieron; pués tomad el trigo y descended y hacer venir a papá, y a todo lo que teneís en Canaán, y venid a ésta tierra, pues aquí tendreis sustento para vosotros , para vuestros hijos, y para vuestros ganados .
Y así es como ISRAEL ( Jacob ), entró en la tierra de Egipto, y unas setenta personas con él. José se encontró con su padre, quién creía muerto a su hijo, y se abrazaron y se besaron; entonces Israel dijo: no pensaba yo volver a verte, y mira tu por donde Dios me ha concedido que no solo te vea a ti, sino a tus dos hijos, mis nietos Efraín y Manasés. Israel entonces los bendijo. Así vivió Israel en Egipto; y murió Jacob en Egipto aunque fué sepultado en Canaan; despues de ésto José dió a sus hermanos acerca de sus huesos diciendoles: Dios ciertamente os visitará estando en ésta tierra, y vendrá para sacaros de aquí y daros en herencia la tierra que juró a Abraham nuestro antepasado. Cuando éso suceda os llevareis mis huesos de aquí, y los sepultareis en Canaan.

Continuará.

TATIS


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.