No hay condenación

 

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo
por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree,
ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino
al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz,
porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo,
aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean
reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para
que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” Jn
3:16-21

 

 

No es lo que Jesus dijo lo que verdaderamente impacto al mundo,
es lo que Jesus hizo respaldado por lo que dijo lo que cambio al
mundo. Si todo lo que dijo no estuviera respaldado por lo que
hizo, entonces lo que dijo no tuviera impacto hasta nuestros
días. Al fin somos carne y estamos llenos de condenación. Pero
esa condenación no debe trascender más de los límites de Dios, de
su conocimiento y de su palabra.

Cuando agrandamos el problema o agrandamos la ofensa, realmente
lo agrandamos más que a Dios mismo. Es entendible que cometemos
errores y pagaremos por esos errores de alguna manera. Pero si en
verdad somos hijos de Dios, debemos ser igual a él. Siguiendo el
ejemplo que él nos mando.

Somos rápidos para juzgar, culpar y condenar, pero Jesus nos
mostro una actitud diferente en la vida. Jesus fue duro con
aquellos que hacían más difícil el camino para los demás sin ver
el suyo propio.

 

“Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el
Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir,
y de lo que he de hablar.” Jn 12:49

 

Aun muchas veces somos duros con nosotros mismos. ¿Cómo podremos
ser como Jesus con las personas? A veces vivimos vidas amargadas
porque somos duros y difíciles con nosotros mismos. ¿Cómo podre
tener el carácter de Jesus sin juzgar antes de tiempo?.

 

“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en
Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por
la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de
pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para
que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no
andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne;
pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque
el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu
es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad
contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco
pueden;  y los que viven según la carne no pueden agradar a
Dios.

 

Nos podemos engañar muchas veces porque a veces creemos y a veces
no. Si hoy pecaste te sientes condenado y pecador  y sientes
que fallaste. ¿No es así? ¿Por qué? Simplemente porque estas en
la carne. Cuando entras a la dimensión del Espíritu no hay
condenación ¿Por qué?. ¿Por qué no puedes vivir en la dimensión
del Espíritu sin condenación? ¿Cuál es la diferencia?

¿Si te portas bien eres hijo de Dios, si te portas mal no eres
hijo de Dios o lo dudas? ¿Eso viene en la biblia? ¡Eso es tratar
de entender la biblia al nivel de la carne, la carne nunca va a
poder entender las cosas del Espíritu!. Por eso es tan difícil
comprender las verdades profundas de la biblia.

Hay hijos de Dios que viven 100% en la carne, hay hijos de Dios
que 50% y 50%, 90% y 10%, etc. es decir estamos cambiando
constantemente. Y si, el pecado trae condenación, pero estas al
nivel de la carne. No estás al nivel del Espíritu. La condenación
trabaja al nivel de la carne. El pecado no debe ser ningún
estorbo. Si en verdad has creído en Jesus, ya no te arrepientas.
Ya entregaste tu vida con todo y tus fallas y aun así Jesus te
acepto. ¿O Jesus acepto a un perfecto? Ya te arrepentiste y si te
arrepientes es cuestión de conciencia.  ¡Nada más! ¿Te
escandaliza esta verdad?

Ahora, no te olvides que en tu trato con las personas puede ser
que cometas un error y heriste o maltrataste a alguna persona.
Las personas por lo general somos diferentes a Dios. Nos toma más
tiempo perdonar y olvidar. ¡¡Es por eso que no debemos pecar
contra las personas!! O pagaras las consecuencias. Si pecas
contra la ley o el gobierno debes pagar. Es bíblico debes cumplir
con la ley puesta por Dios.

El pecado está condenado a la carne y si le permites te va a
dominar y te hará vivir en la carne o sea en pecado y en
condenación. Pero vivir en el Espíritu te hará pensar y actuar en
el Espíritu y te alejara de la mente pecaminosa y carnal.

La mayoría de los cristianos pasamos mucho tiempo luchando con
nuestra propia carne y hasta que nos vence. Pero muchos otros
peleamos y peleamos hasta que nos damos cuenta que la carne ya
esta vencida. ¡La venció Jesus en la cruz!. Tu no la vas a
vencer, ya la venció Jesus.

Pero no te confundas, si tus pecas contra tu hermano es probable
que tu hermano te las cobre. Si cometes adulterio o fornicación
no creas que Dios te va librar de una enfermedad sexual mortal
como el sida. Tú ya sabes que eso está prohibido y que hay
consecuencias naturales. Así como cuando ofendes a alguien,
deberás corregir tu proceder.

Claro todas esas consecuencias las pagas al nivel de la carne.
Pero en el Espíritu esto es más poderoso. El pecado esta vencido
y no puede mandarte al infierno. Si tú te arrepientes y buscas a
Dios de corazón (¡eso solo Dios lo sabe!), ese pecado no tiene
poder en el Espíritu para mandarte al infierno. ¿Por qué?

 

Esto es lo más difícil de entender porque solo se entiende en la
dimisión espiritual.

 

Tu vida no se compone de un error. Se compone de todo el conjunto
de las cosas que haces, tus actitudes, tus tareas, todo lo que
haces.

 

Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y
los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras
eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y
no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el
que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto
que sus obras son hechas en Dios.” Jn 3:16-21

 

En un mundo lleno de condenación, no necesitamos de mas
condenación y menos de la que dicta la carne y el pecado.
Necesitamos vivir a la luz de la palabra de Dios y no dejarnos
engañar por la carne.

 

Habrá momentos en que tú no te puedas perdonar porque le fallaste
a Dios, pero Dios ya te perdono el te ve limpio y eres su hijo:

 

“Y nunca más me acordaré de sus pecados y
transgresiones. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más
ofrenda por el pecado.” Heb 10:17

 

Se nos hace tan difícil entender un pacto tan poderoso. Tan
excelente, tan perfecto que tenga poder para que el poder del
pecado y de la muerte no tenga poder sobre nosotros. Que estamos
en la carne y luchamos para vivir en el Espíritu.

 

El ser humano piensa, es que debes tener remordimiento, es que
debes pagar por tu culpa. Es que mereces la muerte. Pero la
verdad es que el sacrificio de Cristo no lo podemos entender en
la carne. Debe ser en el Espíritu.

Camina en la libertad, y libre de condenación. Eso es lo que
Cristo gano por ti en la cruz.

 

Bendiciones!

Abdielsalas@live.com

Abdiel Salas.

 

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