Orando con Entendimiento

¿Cómo Orar Con El Entendimiento Según La Biblia?

«La oración no son palabras mágicas o una varita especial, para que Dios haga realidad nuestros deseos, sino más bien es una manera de convertirnos a nosotros en instrumentos para que los deseos de Dios se hagan realidad.»

La primera oración en la vida cristiana

La primera oración en la vida cristiana es aquella en la cual reconocemos que somos pecadores, y que necesitamos de Cristo como nuestro Señor y Salvador. Esto parte de la verdad que se nos revela en la Biblia:

El hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, con el propósito de tener comunión con Él. (Gn 1,2)

Debido a la desobediencia por propia voluntad del hombre en el huerto del Edén, el hombre cayó y se convirtió en pecador. Toda la creación se corrompió y se encadenó por el pecado de Adán y Eva (Gn 3:17, Ro 8:19-22).

Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. (Gén 3:17)

Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios (Ro 8:19)

Dios proveyó un medio para restablecer esa comunicación rota a través de nuestro Señor Jesucristo y la salvación que obtuvo para nosotros en Su sacrificio en la cruz.

Al tomar esta decisión clave en nuestras vidas, cada uno de nosotros se convirtió en una nueva persona, con un nuevo destino, y esto necesariamente conlleva un nuevo estilo de vida, en el cual la oración se convierte en algo imprescindible.

La oración surge del corazón humano en la angustia, clama a Dios, que demanda la oración de todos, pero que solamente admite las peticiones hechas de manera íntegra.

La oración del impío es abominación a Jehová. Solo aquellos que no practican el pecado pueden allegarse a Dios por medio de la oración.

El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable (Pro 28:9)

La actitud de rebelión contra la autoridad divina debe ser depuesta; se debe implorar el perdón.

La oración, comunión del hijo de Dios con su padre, incluye la adoración, la acción de gracias, la confesión y la petición. (Neh 1:4-11, Dan. 9: 3-19)

Por nada estéis afanosos, si no sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. (Flp 4:6)

¿Cómo debería ser nuestra oración?

La oración no va dirigida a Cristo, ni tampoco al Espíritu Santo. Va dirigida al Padre celestial

Jesús dijo:

“Y todo lo que pidieres al Padre en mi nombre, lo haré para que el padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.» (Jn 14:13)

La oración es ofrecida a Dios por el Espíritu. Solo Él sabe lo que nos es preciso pedir para permanecer dentro de la línea de la voluntad divina.

Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos (Efe 6:18)

Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. (Ro 8:26)

Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo (Jud 1:20)

También está involucrado nuestro entendimiento en la oración.

¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento (1Co 14:15)

La fe es esencial para orar y saber que serán escuchadas.

Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis (Mat 21:22)

Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra (Stg 1:6)

Se pide y ora en la voluntad de Dios Convencido de que solo Él sabe cuáles podrán ser las consecuencias últimas, buenas ó malas, de una respuesta a la oración, el creyente acepta ya de entrada la respuesta afirmativa ó negativa del Señor.

«Esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye» (1 Jn 5:14)

El perdón es primordial para que nuestras oraciones sean respondidas.

Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.

Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas (Mar 11:25-26)

Los cristianos somos llamados a una vida de dependencia de Dios en oración, mientras nos enfrentamos en este mundo contra el enemigo y sus ardides en una tremenda lucha espiritual. El apóstol Pablo exhorta así:

«Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos (Efesios 6:18).


Comentarios

Una respuesta a «Orando con Entendimiento»

  1. Avatar de Runen Olveda Ayala
    Runen Olveda Ayala

    Excelente enseñanza acerca de orar y pedir, Muchas bendiciones.

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