PABLO A LOS ROMANOS ESTUDIO 8: POR LA FE

Pero Dios los restablece en su amistad de una manera gratuita, poniéndolos en camino de salvación por medio de Cristo Jesús. De la muerte sacrificial de Cristo, Dios ha hecho, para el que cree, instrumento de perdón.

La Ley diagnostica y lo hace muy bien, sin embargo, no tiene la capacidad de curar y nos deja, por decirlo de alguna manera, en una situación peor, puesto que ahora somos conscientes de estar en deuda moral, ética y espiritual con Dios y no podemos hacer nada en absoluto para cancelarla.

La Ley, precisamente, establecía un principio según el cual la paga del pecado era la muerte. Nuestra incapacidad para cumplirla nos convertía en reos de la pena capital. Ese principio, dicho de forma coloquial, indicaba que alguien debe de pagar los platos rotos, alguien se ha de responsabilizar por el pecado, o bien lo hacíamos nosotros o bien lo hacía alguien en nuestro lugar pero, como afirmaba la Ley, sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados.

Ahí es donde radica el valor del sacrificio de Jesús. Él ha pagado mis platos rotos y los de toda la humanidad. Nosotros, por medio de la fe, es decir, única y exclusivamente confiando en aquello que ha hecho por nosotros, recibimos el perdón y somos restablecidos en nuestra amistad con Dios.

Todo ello, por gracia, es decir, de forma gratuita para nosotros, pero costosa, muy costosa para Él.

Lee Romanos 3:21-31

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.