¿Qué hay en su Nombre?


El apóstol Juan introduce los temas que él desarrollará en su evangelio relacionándolos a los nombres que él emplea de Jesús en el capítulo uno. Parece haber un  desarrollo progresivo de su tema principal que es mostrar que Jesús es el Hijo de Dios (Juan 20:30-31). 
En sus palabras de apertura Juan establece su tema de que Jesús es Dios. «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios» (Juan 1:1-2). Jesucristo es el eterno, preexistente  Hijo de Dios que vino para revelar al Padre y dar  vida eterna a todos los que creen en Él. Nunca hubo un momento en que la Palabra no era. El Señor Jesús no tuvo comienzo. La Palabra no fue creada; la Palabra es creadora, y todo debe su existencia a la Palabra (vv. 1-3). La Palabra vino a la tierra en la persona de Jesús de Nazaret (v. 14). Jesús es Dios. El Señor Jesús ha manifestado plenamente al Dios invisible y ha pronunciado todo lo que Dios tiene que decir al hombre como la Palabra.

La encarnación de la Palabra hizo posible para Jesús morir. Dios que se hizo carne nos amó bastante al morir por nosotros personalmente, entonces Él podía resucitar de entre los muertos y darnos la vida eterna. » En Él era la vida » (v. 4), y en Él tenemos » el camino, la verdad, y la vida » (14:6). «yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia¨ (10:10). Conocer a Dios es tener la vida eterna (17:3). Esto es el regalo de Dios por medio de Su Hijo, y este nunca perecerá (10:10, 18, 28; 3:16; 6:51; 53f; 5:40; 11:25; 14:6).

El Salmista dice, » El SEÑOR es mi luz y mi salvación » (Sal. 27:1). El apóstol Juan presenta a Jesús como la luz (vv. 4-5, 8-9), y declara, » Dios es luz; y no hay ningunas  tinieblas en él» (1 Jn. 1:5). Jesús dijo, «Yo soy la luz del mundo » (8:12; 9:5; 12:46). La Luz del mundo nunca deja de brillar en un mundo de oscuridad espiritual. La depravación moral del hombre no puede extinguir la Luz. Jesús expuso la oscuridad  espiritual mundial  por la luz de Su justicia perfecta. Como la Luz, Jesús conoce a Dios el Padre, y se hace conocer al  atravesar nuestra oscuridad espiritual. En la persona de Jesucristo, el mundo tiene la luz del conocimiento de Dios ante Jesucristo que es la imagen radiante de Dios invisible, y en Él nosotros vemos y conocemos al Padre.

El brillo de Su luz brilla en nuestros corazones, mayor será nuestro sentido de necesidad de que Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo » (1:29, 36). Jesús no sólo revela a Dios, pero Él también es el único medio por el cual el hombre pecador puede ser limpiado y permitido en Su presencia santa. El enfoque de la obra de Jesús se centra en Su muerte sobre la cruz como el Cordero de Dios. Los sacrificios en el Antiguo testamento anunciaron con exactitud el sacrificio perfecto del Cordero de Dios en el calvario. Jesús asume las consecuencias de nuestros pecados y los elimina completamente. Él se levantó y los cargo completamente para siempre. Su muerte cumple todos los tipos e imágenes simbólicas en el Antiguo Testamento de un sacrificio sustitutivo (cf. Gén. 22:8; Isa. 53:4-7; Jn. 19:36, etc.). Nuestro pecado es quitado por siempre por la fe en la persona y  el trabajo de expiación de Jesucristo. ¿Ha puesto usted todos sus pecados sobre su sacrificio, y  deja que él muera en su lugar? Confiésele sus pecados y  confíe en Su muerte  expiatoria para eliminarlos para siempre.

El punto culminante en el testimonio de Juan el Bautista es » este es el Hijo de Dios » (1:34). La expresión significa la relación personal más cercana al Padre. Esto es una afirmación de la deidad del Mesías. Él es » el Hijo del Altísimo » (Lucas. 1:32). Dios el Padre lo declaró tres veces, «Este es mi hijo amado en el cual tengo complacencia.» Pedro expreso su convicción ¨Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente » (Mat. 16:16).

Jesús también es llamado «Rabino» y Maestro (1:38) quien  enseño con autoridad divina  revelándose a sí mismo como el Hijo de Dios que fue  nombrado después de Su padre. «Jesús» es Yeshua, Jehoshua, » Yahvé salva. » La salvación es del SEÑOR.   

Los títulos más importantes lo revelan como el Mesías Ungido (v. 41),  como el Rey (v. 49) el Hijo del Hombre (v. 51). Cristo El Ungido es el Mesías Judío. «Hemos  hallado al Mesías, » declaro Andrés. Siempre que pronunciamos el nombre Jesucristo, declaramos que Jesús de Nazaret es El Ungido, el Mesías. Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios, salvará a Su pueblo de sus pecados como el Cordero de Dios inmolado de la fundación del mundo. Natanael dijo, » Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel » (v. 49). La respuesta de Jesús a tal aclamación es muy interesante como Él  lo pone de manifiesto Su título escogido Mesiánico. «De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre» (v. 51). El Anciano de Días un día vendrá y reinará como el Rey de Reyes y Señor de Señores como pronosticaron los profetas en el Antiguo testamento  y Jesús declaro (Dan. 7:13-14; Isa. 24:23; Zacarías. 14:9, 16; Mat. 13:41-43; 24:27, 30; 2531-46, etc.). Sólo el Hijo del Hombre puede salvar el abismo entre la tierra y el cielo.

¡El magnífico punto culminante es alcanzado cuándo Tomas declaró, » Mi Señor y mi Dios!» (Juan 20:28).
¿Cuál es su respuesta a esta gran verdad? «Bienaventurados los que no vieron, y creyeron¨  (v. 29). Esto es  para usted y para mí. 
Selah!



Mensaje por Wil Pounds
 (c) 2009 traducido por Katia Blandin

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