SALMO 120. LLAMO AL SEÑOR

Cuando estoy angustiado, llamo al Señor,
y Él me resonde.

Este ha sido el mensaje más significativo del salmo ¡Parece mentira que ya haya acabado el salmo 119!

Estas palabras me han hecho pensar en dos cosas diferentes. Primero, a quién clamo cuando estoy en dificultades. Se sobreentiende que estamos hablando de dificultades vitales, no de la caldera de la calefacción estropeada. Dónde busco la ayuda, la orientación, el consejo, la solución. El poeta declara ser en el Señor en quien busca ayuda en momentos de angustia. Pero el pensamiento cuidadoso me ha hecho ver que no necesariamente siempre es así conmigo mismo y puedo buscar ayuda en otras fuentes muy variadas.

Mis segundos pensamientos han sido hacia la respuesta de Dios. Es interesante porque creo de todo corazón que Él siempre responde, pero también me doy cuenta que los creyentes, a menudo, confundimos la respuesta de Dios con su confirmación o intervención de la manera que nosotros queremos. Dicho de otro modo, Él siempre responde, no necesariamente siempre acorde con nuestras expectativas, deseos y esperanzas.

Doble desafío pues para mí, dirigirme al Señor en el tiempo de angustia y saber estar abierto a su respuesta, no a la mía.

UN PRINCIPIO

Dios siempre responde según su voluntad, no según mis expectativas.

UNA ORACIÓN

Por el conocimiento de las buenas noticias en Bielorrusia.


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