"THLIPSIS"

El libro de Apocalipsis no tiene un orden consecutivo, pues hay juicios que aparecen al mismo tiempo tratare de ordenarlos en este pequeño estudio y para lograrlo, coloque un esquema el cual fue una tarea de la clase de profecía del Instituto Bíblico
“La Santísima Trinidad”

Orden posible del Apocalipsis
Periodo de la gran tribulación

Antes de comenzar tomemos en cuenta el panorama del escritor del Apocalipsis

«Autor: cuatro veces el autor se refiere a sí mismo como Juan (1.1, 4, 9; 22.8. Era tan conocido y su autoridad espiritual estaba tan bien establecida entre sus lectores que no necesitó citar sus credenciales. Desde muy temprano en la historia de la iglesia se atribuye unánimemente este libro al apóstol Juan.
»trasfondo y fecha: la evidencia interna demuestra que el Apocalipsis fue escrito en una época de extrema persecución contra los cristianos, la cual posiblemente fue iniciada por Nerón, tras el gran incendio que casi destruye a roma en julio del año 64 d. c., y continué hasta su suicidio en el 68 d. c. según este punto de vista, el libro habría sido escrito antes de la destrucción de Jerusalén en septiembre del año 70 d. c., y es una auténtica profecía sobre los continuos sufrimientos y persecución de los cristianos, que se haría más intensa y severa en los años por venir. Sobre la base de afirmaciones dispersas de los padres de la iglesia, algunos comentaristas fechan el libro en la etapa final del reinado de domiciano (81–96 d. c.), tras la fuga de Juan a éfeso.

Este libro de las escrituras es único porque contiene una promesa de bendición para sus lectores: «bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca» (ap 1.3, éntasis añadido.
La palabra griega makarismos se traduce como «bienaventurado. Esta palabra se halla siete veces en Apocalipsis (1.3; 14.13; 16.15; 19.9; 20.6; 22.7, 14. es la palabra familiar usada por nuestro señor en las bienaventuranzas de mateo 5 y Lucas 6, donde indica, no sólo las personas bienaventuradas, sino también la naturaleza de lo que es el mayor bien.
El señor expresa que los que leen, oyen y guardan las palabras de esta profecía son «felices, satisfechos y gozosos. Tienen esa satisfacción interna porque Dios mora en ellos, no necesariamente debido a circunstancias favorables. La bendición de Dios puede traer paz en medio del conflicto y las tormentas de la vida.
El reino de Dios está «en» y entre nosotros. Ojalá su reino rija en nuestras vidas y la esperanza del cielo en nuestros espíritus atraiga a otros al reino, «porque el tiempo está cerca.


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