TU BELLEZA INTERIOR


Eran las 6:30 A.M. terminaba de cepillarme los dientes. Aún dormida levanté la cabeza del lavamanos y un fuerte bostezo fue interrumpido cuando mi esposo todo exaltado se cubre el rostro y dice: “¡No me mires a los ojos Medusa!”, comparando mis hermosos risos naturales con el monstruo de la mitología griega, que dizque tenía el poder de convertir en piedra a todo aquel que la mirara fijamente a los ojos. ¡Que bárbaro!, menos mal que mi sentido humorístico estaba despierto. Los dos termínanos riéndonos de la descabellada ocurrencia.

Ojalá y le prestáramos la misma atención a nuestra vida interior que a las vanidades cotidianas. Sólo hace falta mirar un poco a nuestro alrededor, para darnos cuenta que la belleza, el dinero y la fama no son sinónimos del éxito ni compran la felicidad.

La tristeza, la decepción, el desencanto, los complejos, la baja autoestima, muchas veces se esconden entre las vitrinas de marcas reconocidas, tratando de ahogar el llanto desesperado de su interior.

Las cosas materiales vienen y van. Es más sabio invertir en lo eterno que en lo pasajero. En el cielo no vamos a tener preferencia de acuerdo a la marca de nuestro carro, nuestra cuenta bancaria, nuestro apellido, nuestra casa, nuestras pertenencias, nuestras amistades, nuestro color de piel, nuestra nacionalidad , mucho menos por nuestra talla de ropa. Cada uno de nosotros de manera individual tendrá que resolver su asunto.

Como dice el dicho: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, así que te regalo estos consejitos de salud interior que me han dado excelentes resultados:

_ Enjuague bucal que combata el chisme y comentarios hirientes

_ Uso frecuente de hisopos en los oídos, para escuchar la dulce voz de Dios que se cuela en el viento apacible.

_ Queratina Renovación Plus, para ayudar tu mente a tener pensamientos sedosos, suaves y de fácil manejo.

_ Manicure, para ayudar al necesitado.

_ Pedicure, para seguir los pasos de Jesús.

_ Perfúmate con la fragancia de tus actos, para impactar positivamente tu entorno.

_ Sonríe mucho y enójate poco.

¡No te olvides de peinarte antes que tu esposo entre al baño!, para que no confundan con Medusa.


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