UN VIAJE DE RODILLAS


Anoche emprendí un viaje,

Hacia una tierra al otro lado del mar

Y no fue por avión o por barco;

Fue sobre mis rodillas.



Vi tanta gente

Cautiva en sus pecados.

Jesús dijo que debía yo ir;

Tenía que rescatarlas.



“Es imposible”, contesté,

“Están demasiado lejos”

Pero dijo que podía,

Si lo hacía sobre mis rodillas.



“¡Ora!”, me dijo, “yo actuaré;

Si clamas, oiré;

Pero está en ti, el interesarte

Por esas almas perdidas.



Así lo hice, y me arrodillé,

Abandoné mi tiempo libre;

Y con el Salvador junto a mí

Viajé sobre mis rodillas.



Mientras oraba, vi almas ser salvas;

Enfermos ser sanados.

Y, las fuerzas de Sus hijos, ser renovadas

Al trabajar en Sus campos.



“Sí, Señor”, dije, “aceptó la misión.

Complacer tu corazón, quiero.

Haré caso a tu llamado, e iré con prontitud;

Viajaré sobre mis rodillas”.


Por Lundstrom


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.