Yemen: los profetas del dragón desalientan su futuro

Tanto el UNICEF como el PAM alertaron sobre la grave situación humanitaria que atraviesa el país yemení, agravada en los últimos meses por la crisis política.

Ginebra. Dos agencias de las Naciones Unidas, el Fondo para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos (PAM), alertaron hoy sobre la grave situación humanitaria que atraviesa Yemen, agravada en los últimos meses por la crisis política, y del peligro de que se convierta en «la próxima Somalia».

«Yemen está al borde de vivir un desastre humanitario de consecuencias gravísimas«, señaló el representante de UNICEF para Yemen, Geert Cappelaere, en una rueda de prensa hoy en Ginebra.

Cerca de la mitad de su población vive en situación de pobreza e inseguridad alimentaria y Yemen es el segundo país del mundo, después de Afganistán, con los mayores niveles de malnutrición infantil severa, que alcanzan índices del 50%, explicó.

Cappelaere aclaró que Yemen, donde viven unos 24 millones de personas, es un país «crónicamente subdesarrollado», con unos indicadores de desarrollo sólo comparables a los del África Subsahariana y alejados de los de sus vecinos del Golfo ricos en petróleo.

Según dijo, las violentas revueltas populares de los últimos meses y la posterior represión están empeorando aún más la situación, pero, para él, «una transición política pacífica no sería el final del problema, sino sólo el comienzo de la solución«.

El director regional del PAM en la zona, Daly Belgasmi, agregó que el porcentaje de población malnutrida ha alcanzado el 30% -ratio semejante al de las zonas más afectadas por la sequía en Somalia- en el norte del país, donde los enfrentamientos entre el Ejército y los seguidores del líder rebelde chií Abdel Malek al Huti han ocasionado unos 250 mil desplazados internos.

Los enfrentamientos entre Ejército e islamistas en la provincia meridional de Abyan -bastión de Al Qaeda en el país- también han provocado grandes volúmenes de desplazados internos en la zona sur, donde los índices de malnutrición aguda entre los recién llegados alcanzaron el 50%, según las estimación del PAM.

La presión sobre la situación humanitaria en esta zona se agrava con la llegada de miles de emigrantes del Cuerno de África que huyen de la guerra y la sequía, volumen de personas que se ha aumentado drásticamente desde que se declarara es estado de hambruna en Somalia.

El responsable de UNICEF también advirtió de problemas sanitarios, ya que en los últimos meses han surgido brotes de polio y sarampión en amplias zonas del país, lo que Cappelaere achacó a la drástica caída de casi el 40% en los esfuerzos de inmunización en los últimos seis meses, desde que comenzaran las revueltas sociales.

Sin embargo, el problema más grave para la salud es la falta de agua potable y el nulo acceso a saneamiento en muchas zonas del país, lo que se convierte caldo de cultivo para muchas enfermedades como el cólera y la diarrea crónica.

El responsable del PAM explicó que la situación de crisis alimentaria que afronta el país, que «se aproxima dramáticamente a los niveles de Somalia», se debe en parte a la mala gestión de la producción agrícola en el país, que obliga a importar el 90% de los alimentos.

Las condiciones geográficas y climatológicas del país hacen que sólo una mínima porción del suelo sea cultivable, pero además, en los últimos diez años la producción agrícola del país se ha reducido a la mitad.

«Ahora mismo, Yemen sólo produce alimentos para cubrir las necesidades del 20 % de su población, lo que obliga a importar el 100 % del arroz que consumen y el 90 % de los cereales», indicaron desde el PAM.


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