Personajes Bíblicos: Letra – S

Personales Bíblicos: Letra – S

SADOC

= «justo», «recto».

(a) Descendiente de Eleazar, el hijo de Aarón (1 Cr. 24:3). Hijo de Ahitob (2 S. 8:17). Era indudablemente el hombre valeroso que acompañó a los jefes de las tribus a Hebrón para transferir la corona de Saúl a David (1 Cr. 12:27, 28). Al comienzo del reinado de David, Sadoc fue sumo sacerdote al mismo tiempo que Abiatar (2 S. 8:17). Cuando la revuelta de Absalón, Sadoc y Abiatar permanecieron fieles a David siguiéndole en su huida. El rey les ordenó que volvieran a Jerusalén para observar cómo se desarrollaban los acontecimientos (2 S. 15:24-29). Después de la muerte de Absalón, David envió a decir a Sadoc y a Abiatar que convenía sugerir a los ancianos que volvieran a llamar al rey (2 S. 19:11). Cuando Adonías intentó usurpar el trono del anciano rey, Sadoc permaneció fiel a David, en tanto que Abiatar tomó el partido del rebelde Adonías contra Salomón (1 R. 1:7, 8). El monarca se enteró del complot; dio orden a Sadoc y al profeta Natán que confirieran a Salomón la unción real (1 R. 1:32-45). Salomón despojó a Abiatar del sumo sacerdocio, cargo que entonces ostentó Sadoc en solitario hasta su muerte (1 R. 2:26, 27; cfr. 4:4). Así, esta alta función pasó a la línea de Eleazar. (Véase SUMO SACERDOTE.)

(b) Sacerdote de la línea de los sumos sacerdotes, padre de Salum (1 Cr. 6:12). Descendía del segundo Ahitob (1 Cr. 6:12; Esd. 7:2) y del segundo Meraiot (1 Cr. 9:11; Neh. 11:11).

(c) Padre de Jerusa, que fue esposa del rey Uzías y madre del rey Jotam (2 R. 15:33; 2 Cr. 27:1).

(d) Hijo de Baana, restauró una parte de las fortificaciones de Jerusalén (Neh. 3:4). Es posible que sea el mismo que se adhirió al pacto (Neh. 10:21).

(e) Sacerdote, hijo de Imer. Restauró la fortificación en la zona enfrente de su casa (Neh. 3:29). Éste es probablemente el escriba a quien Nehemías hizo uno de los principales tesoreros del Templo (Neh. 13:13).

(f) Antecesor del Señor Jesús (Mt. 1:14).


SADRAC

Nombre que le dio el jefe de los eunucos a Ananías, uno de los tres amigos de Daniel que se mantuvieron fieles al Señor y que fueron más tarde salvados milagrosamente del horno ardiente (Dn. 1:7; 3:12-30).


SAFÁN

= «damán», «tejón de las rocas».

Escriba y secretario del rey Josías. El sumo sacerdote Hilcías redescubrió el libro de la Ley y lo hizo entregar a Safán, que lo leyó primero por sí mismo, y después lo leyó al rey. Éste envió a Safán, junto con otros israelitas, a consultar a la profetisa Hulda acerca de las maldiciones consignadas en el libro (2 R. 22:8-14). Safán fue padre de Ahicam (Jer. 26:24; 39:14), de Elasa (Jer. 29:3), de Gemarías (Jer. 36:10), de Jaazanías (Ez. 8:11) y abuelo de Gedalías (2 R. 25:22).


SAFIRA.  Safira (nombre arameo que significa «hermosa») fue esposa de Ananías y cómplice en el pecado por el cual murieron ambos. Vendida su propiedad, se quedaron con la ganancia en vez de entregarla a la iglesia, y luego negaron haber hecho esto. Cuando Ananías tuvo que enfrentarse a Pedro respecto a la venta mintió, e inmediatamente cayó muerto. Unas tres horas después llegó Safira su esposa, ignorante de lo ocurrido. Al preguntarle Pedro por el precio obtenido por la tierra que habían vendido, repitió la mentira de su esposo y cayó bajo la misma condenación de Ananías. Pedro le respondió: «¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido y te sacarán a ti». Al oír esto, cayó muerta a sus pies (Hechos 5:7?10).


SALATIEL

= «yo he pedido a Dios».

Uno de los hijos del rey Jeconías (1 Cr. 3:17; Mt. 1:12).

En Lc. 3:27 figura como hijo de Neri; en Esd. 3:2, etc., es mencionado como padre de Zorobabel; parece que era tío de Zorobabel, o quizá su abuelo (1 Cr. 3:17-19). Una solución verosímil parece ser que, aunque Salatiel no era hijo directo de Jeconías, ni padre de Zorobabel según la carne, sí era heredero legítimo del trono de Jeconías. A la muerte de Salatiel, el derecho a la corona pasó a Zorobabel. Salatiel es entonces el enlace entre Jeconías y Zorobabel.


SALMÓN

(o SALMA).

Padre de Booz. Miembro de la tribu de Judá, del clan de Fares, descendiente de Hezrón y Ram (Rt. 4:18-21; Mt. 1:4; Lc. 3:32). La forma Salma figura en el texto heb. de Rt. 4:20. Salma es la ortografía que se halla también en el texto heb. de 1 Cr. 2:11. Hay expositores que consideran que el Salma de Rt. 4:20 es el antecesor de los belenitas que se menciona en 1 Cr. 2:51, 54, pero esta genealogía se remonta a Caleb, no a Ram. La diferencia de linaje indica con probabilidad a otro personaje, aunque es posible que pueda haber en este hombre una unión de ambas genealogías.


SALOMÉ

(forma femenina de Salomón).

(a) Esposa de Zebedeo y madre de los apóstoles Jacobo y Juan (Mt. 27:56; cfr. Mr. 15:40; 16:1). Una de las mujeres que asistieron de lejos a la crucifixión (Mt. 27:56) y que, por la mañana del día de la resurrección, llevaron especias aromáticas al sepulcro de Jesús (Mr. 16:1).

(b) Hija de Herodías y de Herodes Felipe; danzó ante Herodes el Tetrarca y, habiéndole éste prometido con juramento que le daría lo que quisiera, bajo instigación de su madre Herodías pidió la cabeza de Juan el Bautista (Mt. 14:3-11; Mr. 6:17-28. Para el nombre de Salomé, cfr. Ant. 18:5, 4). Se casó con su tío Felipe el Tetrarca.


SALOMóN. Salomón (que significa «pacífico») o Jedidías (que significa amado de Jehová») fue el hijo menor del rey David y Betsabé. Entronizado muy joven, Salomón acudió a Dios, no en busca de vida, riqueza o victoria, sino de sabiduría. Dios se la concedió, y así alcanzó la fama. La primera esposa de Salomón fue una princesa egipcia, pero se dice que tuvo 700 esposas y princesas, amén de 300 concubinas. Famoso por su sabiduría y por  sus mujeres, se recuerda también a Salomón por sus escritos (que incluyen poesías y proverbios), su riqueza, su próspero comercio, sus magníficos edificios (que incluyen el templo, palacios y otras construcciones) y por su fortificación de Jerusalén y otras ciudades. Durante su reinado de 40 años (961?922 A.C.), Salomón hizo mucho en pro de su patria mediante el comercio y la riqueza, pero también permitió que se arruinara. Se construyeron templos paganos y se dejó al ejército sin preparación. Tras una   vida de riqueza y lujo, Salomón dejó a Roboam su heredero sólo el cascarón de lo que había sido un gran imperio. La historia de Salomón se narra en 1 Reyes 1?14 y 2 Crónicas 1?13.


Salomé

«Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo, con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo» (Mateo 20:20)

Lease Lucas 20:20-28; Marcos 15:40, 41.

Salomé era la esposa de Zebedeo, y la madre de Juan y Jacobo. Lo notamos al comparar Marcos 15:40 con Mateo 27:56. Marcos nos da el nombre de Salomé como una de las mujeres que estuvieron presentes en el entierro de Jesús. En Mateo no se menciona su nombre pero se la designa como la madre de los hijos de Zebedeo. Salomé podía considerarse como muy bendecida entre las mujeres, puesto que era la madre de dos de los discípulos más queridos por Jesús. Es indudable que los tres apóstoles en quienes Jesús tenía más confianza eran Pedro, Juan y Jacobo. Más adelante apareció Pablo, pero este no formaba parte de los doce. Jacobo y Juan, junto con Pedro, siempre son nombrados en ocasiones aparte. Jacobo murió como mártir según vemos en Hechos 12:2, por lo que su entrada en el cielo precedió a la de los otros apóstoles. De los once que habían presenciado la ascensión de Jesús en el monte de los Olivos, Jacobo fue el primero llamado a la comunión con el Señor.

La vida de Salomé, pues, dio mucho fruto. Sus dos hijos retuvieron su posición clave entre los apóstoles. Juan murió mucho más tarde. Fue el último de los apóstoles que murió, después de la revelación de Patmos.

Salomé era la mujer de un pescador. Vivían en la cosata del Lago de Genezaret. Era de esperar que sus hijos Juan y Jacobo seguirían moviéndose entre barcas y redes, continuando la ocupación de su padre. Pero, el curso de la familia fue cambiando súbitamente cuando Jesús los llamó a formar parte de su grupo. Su posición como apóstoles de un Rey con poder en el cielo y en la tierra cambió las ambiciones de Salomé para ellos, como veremos a continuación.

Hay multitud de leyendas con respecto a Salomé. Por ejemplo: que nació de un primer matrimonio de José, y por ello estaba emparentada con la familia de María. Otra, que era hija de Zacarías. El sentido de ellas es establecer el hecho que Jacobo y Juan probablemente habrían ya oído hablar de Jesús, cuando éste los llamó. Más probable es que la familia había oído hablar de Jesús a través de Juan el Bautista, cuando este predicaba junto al Jordán. Esto significa que la familia ya estaba preparada para recibir el mensaje, pues no se nos dice que Zebedeo hiciera el menor esfuerzo para retenerlos; en cuanto a María sabemos que fue luego ella misma a escuchar a Jesús y que siguió a las mujeres. Ya vimos que fue una de las mujeres que preparó los lienzos y especias para el entierro de Jesús.

El pecado de Salomé era el de los apóstoles. Reconoció que Jesús era el Mesías, pero no podía separar al Mesías de la gloria temporal de Israel. No se dio cuenta que los hijos de Abraham lo eran por la fe, no por sus hijos y por Pedro, y quizá sintiera incluso celos de Pedro y quiso asegurarse de que sus hijos, cuando Jesús viniera en su Reino, tuvieran un lugar de honor en él. Estas razones, comprensibles al considerar el orgullo natural de madre, la inducen a esta petición pecaminosa. No procedía de la fe, sino de lo opuesto a la fe.

¿Cuál fue la respuesta de Jesúsí Dirigiéndose a sus hijos, que estaban con ella, les pregunta si podían beber de la copa que estaba preparada para él. Los hijos respondieron que podían. Jesús les confirmó el hecho que realmente lo harían: profetizando con ello el martirio, del que los dos iban a morir más adelante en distintas circunstancias. ¡Esta fue la corona de Salomé! ¡Una corona de eterno peso de gloria!


SALUM

= «recompensa».

(a) Decimosexto rey de Israel, hijo de Jabes. Dio muerte al rey Zacarías para reinar en su lugar sobre las diez tribus, pero sólo reinó un mes, muriendo a manos de Manahem (2 R. 15:8-15).

(b) Hijo de Ticva y esposo de la profetisa Hulda. Era el guarda de las vestiduras sacerdotales, depositadas en el Templo, o bien de los ropajes reales (2 R. 22:14; 2 Cr. 34:22).

(c) Jefe de los porteros del Templo (1 Cr. 9:17, 18). Parece que sus descendientes volvieron del cautiverio (Esd. 2:42; 10:24; Neh. 7:45). Se puede identificar este Salum con Meselemías (Selemías) en 1 Cr. 26:1, 2, 9, 14.

(d) Miembro de la familia del sumo sacerdote Sadoc, y antepasado de Esdras. Vivió varias generaciones antes de la toma de Jerusalén por Nabucodonosor (1 Cr. 6:12-15; Esd. 7:2); aparece en 1 Cr. 9:11 bajo el nombre de Mesulam.

(e) Tío del profeta Jeremías y padre de Hanameel (Jer. 32:7, 8). En contra de la opinión de ciertos comentaristas, no pertenecía a la familia del sumo sacerdote. El hijo de este Salum vivía en Anatot, localidad donde residían los descendientes de la línea de Itamar, que había representado Abiatar (1 R. 2:26). Pero en la época de Salum, los sumos sacerdotes pertenecían a la línea de Eleazar.

(f) Otro nombre de Joacaz, hijo de Josías, rey de Judá (2 R. 23:30; Jer. 22:11). (Véase JOACAZ, c.)


SAMA

Significa = «desolación».

(a) Hijo de Zofa, y de la tribu de Aser (1 Cr. 7:37).

(b) Descendiente de Esaú y asimismo de Ismael (Gn. 36:3, 4, 13, 17), llegó a ser uno de los jefes de Edom (v. 17).

(c) El tercer hijo de Isaí, hermano de David (1 S. 16:9; 17:13), llamado también Simea.

(d) Uno de los tres primeros héroes de David, hijo de Age ararita (2 S. 23:11). En el versículo 33 se menciona este Sama; 1 Cr. 11:34 y el examen del texto permiten identificarlo con el padre de Jonatán. Estos pasajes de Samuel y Crónicas deben leerse: «Jonatán, hijo de Sama, de Harar.»

(e) Guerrero de Harod; uno de los héroes de David (2 S. 23:25).


SAMGAR

Hijo de Anat (Jue. 3:31). Poco antes de la época de Débora, los israelitas evitaban los caminos por temor a los filisteos, y se deslizaban por senderos escondidos (Jue. 5:6). Samgar, atacando a los opresores, mató a seiscientos de ellos con una aguijada de bueyes, y contribuyó con ello a la liberación de Israel (Jue. 3:31).

No lleva el título de juez, y la cronología no indica ningún período asociado con su nombre.


SAMUEL.

(hebreos, semu’el) = «pedido a Dios».

Cuando nació Samuel, hijo de Elcana y Ana (1 Samuel 1:20), las doce tribus de Israel tenían poco más de tres siglos de habitar en Canaán. Había mucho descontento y contienda entre las tribus. El sacerdocio estaba carcomido de pecado e ineptitud. Elí el juez, ya viejo, era incapaz de enfrentarse a los problemas de su nación. En su tierna infancia, Samuel había sido entregado por Ana su madre al sacerdote Elí y dedicado al servicio de Jehová. Esto fue en cumplimiento a lo prometido por Ana cuando pidió un hijo a Dios. Samuel se hizo hombre al servicio del sacerdocio. Al morir Elí por la impresión que le causó la noticia de la muerte de sus irresponsables hijos, Samuel lo sustituyó como sacerdote de Israel. Fue el primer profeta de Israel y el último de los jueces. Nació, residió y fue sepultado en Ramá, distante unos 10 km. de Jerusalén. Durante su ministerio ?que abarcó parte de la vida de Elí, Saúl y David? Dios eligió a Samuel como su principal vocero ante el pecador Israel. Unió a las doce tribus en un reino al mando de Saúl, llevó al ejército hebreo a la victoria contra los filisteos, estableció el gobierno de Israel y sirvió como juez.


SANTIAGO

Bajo este epígrafe se tratan varios personajes llamados Jacobo en el NT. En nuestras versiones, el libro escrito por Jacobo, e identificado como el hermano del Señor, recibe el nombre de Epístola Universal de Santiago (véase SANTIAGO [EPÍSTOLA DE]). En castellano, la forma Santiago es una contracción de Santo y del heb. Yacob.

(a) Jacobo, hijo de Zebedeo (Mt. 4:21; 10:2; Mr. 1:19; 3:17) y hermano del apóstol Juan (Mt. 17:1; Mr. 3:17; 5:37; Hch. 12:2). Fue uno de los primeros discípulos (Mt. 4:21; Mr. 1:19, 29; cfr. Jn. 1:40, 41), y uno en los que el Señor tenía una mayor confianza (Mt. 17:1; Mr. 5:37; 9:2; 13:3; 14:33; Lc. 8:51; 9:28). No sabemos ni dónde nació ni dónde transcurrió su adolescencia. Asociado con Pedro y Andrés, se dedicaba a la pesca en el lago de Galilea (Lc. 5:10), lo que pudiera ser indicación de que procedía de algún lugar cercano. El derecho a la pesca libre en el lago de Galilea estaba formalmente reservado a cada israelita. Zebedeo tenía trabajadores asalariados, por lo que parece que debía existir una diferencia social entre sus hijos y los de Jonás (Mr. 1:20). Juan, por ejemplo, era conocido del sumo sacerdote (Jn. 18:16), y posiblemente su familia, o él mismo, poseían una casa en Jerusalén (Jn. 19:27). El padre, Zebedeo, aparece sólo una vez en el relato evangélico (Mt. 4:21; Mr. 1:19); no se opone a que sus hijos sigan a Jesús. La comparación de Mt. 27:56 con Mr. 15:40; 16:1 y Jn. 19:25 permite suponer que la madre de Jacobo se llamaba Salomé, y que era hermana de la madre de Jesús. En tal caso, Jacobo hubiera sido pariente cercano del Señor, y, como Él, descendiente de David. El nombre de Jacobo sólo aparece en los Evangelios sinópticos y en Hechos, pero en el Evangelio de Juan se alude a él en dos ocasiones (Jn. 1:40, 41; 21:2). Jacobo es siempre mencionado junto con Juan, y, por lo general, su nombre precede al de Juan (Mt. 4:21; 10:2; 17:1; Mr. 1:19, 29; 3:17; 5:37; 9:2; 10:35, 41; 13:3; 14:33; Lc. 5:10; 6:14; 9:54), en tanto que Juan es designado como hermano de Jacobo (Mt. 4:21; 10:2; 17:1; Mr. 1:19; 3:17; 5:37). Se cree por todo esto que Jacobo era el hermano mayor. En Lc. 8:51; 9:28, Juan es nombrado antes que Jacobo. Esta inversión (que también aparece en Hch. 1:13, pero no en Hch. 12:2) puede provenir de que Juan tuviera un papel más activo dentro del colegio apostólico. Cristo dio a ambos hermanos el sobrenombre de «Boanerges», hijos del trueno (Mr. 3:17). Jacobo, al igual que Juan, se mereció una reprensión del Señor, al haber ambos manifestado una intensa cólera contra el pueblo samaritano que no quiso recibir al Señor Jesús (Lc. 9:55). Su ambición atrajo hacia él, como hacia su hermano Juan, la indignación de los demás apóstoles (Mt. 10:41). Después de la crucifixión, Jacobo fue a Galilea, con los apóstoles (Jn. 21:2) y después a Jerusalén (Hch. 1:13). Fue probablemente en el año 44 d.C. que Herodes Agripa I lo hizo morir a espada Hch. 12:2). Jacobo fue el primero de los apóstoles en sellar su testimonio con su sangre.

(b) Jacobo hijo de Alfeo; uno de los doce apóstoles (Mt. 10:3; Mr. 3:18; Lc. 6:15; Hch. 1:13). No sabemos nada de él que sea absolutamente cierto; pero por lo general se admite que es el Jacobo mencionado en Mt. 27:56; Mr. 15:40; 16:1; Lc. 24:10. Recibe el sobrenombre de «el Menor», indudablemente debido a su pequeña estatura (Mr. 15:40); su madre, llamada María, era una de las mujeres que acompañaban al Señor; tenía un hermano llamado José (Mt. 27:56). Leví, llamado también Mateo, era otro hijo de Alfeo (Mr. 2:14). Es posible que fuera hermano de Jacobo, pero parece más probable que se trate de otro Alfeo.

La elipsis de los pasajes de Lc. 6:16; Hch. 1:13 puede interpretarse de manera que el apóstol Judas, no el Iscariote, sea el hermano de Jacobo. Por otra parte, es posible identificar a María, mujer de Cleofas (Jn. 19:25) como hermana de la madre del Señor. En tal caso, Jacobo, hijo de Alfeo, sería primo hermano de Jesús. Pero ello sólo son conjeturas.

(c) Jacobo, el hermano del Señor (Mt. 13:55; Mr. 6:3; Gá. 1:19); estaba a la cabeza de la Iglesia en Jerusalén en la época apostólica (Hch. 12:17; 15:13; 21:18; Gá. 1:19; 2:7, 12). Los Evangelios no mencionan más que dos veces el nombre de este Jacobo (Mt. 13:55; Mr. 6:3), pero se halla comprendido entre los «hermanos del Señor», que no creían en Él durante Su vida (Jn. 7:5), pero que vinieron a ser discípulos de Él tras Su resurrección (Hch. 1:14). La cuestión del parentesco que unía al Señor con estos «hermanos» ha sido siempre causa de controversias. Ciertos exegetas quieren ver en ellos a los hijos de Alfeo, y los declaran primos de Jesús. Otros piensan que se trata de los hijos de un primer matrimonio de José. Pero siempre se les halla acompañando a María, participando de la vida de ella, de sus viajes, y comportándose hacia ella como sus hijos (Mt. 12:46, 47; Lc. 8:19; Jn. 2:12); no puede rechazarse en manera alguna que fueran verdaderamente los hermanos del Señor, hijos de María tenidos con José después del nacimiento del Señor (cfr. Mt. 1:24, 25: «Y… José… recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito…»). (Véase HERMANOS DE JESÚS.) Jacobo figura a la cabeza de la lista (Mt. 13:55; Mr. 6:3), probablemente porque era el mayor de los otros hijos de María. Es indudable que participó en la incredulidad de ellos (Jn. 7:5) y en las aprensiones que mostraron hacia el comportamiento del Señor (Mr. 3:21, 31). El Evangelio no dice ni cuándo ni cómo Jacobo vino a ser un servidor de Cristo (Hch. 1:13, 14; Stg. 1:1). Es posible que su conversión se produjera como con Pablo, gracias a una aparición especial del Resucitado (1 Co. 15:7). Desde que la Iglesia se organiza en Jerusalén, Jacobo la preside (Hch. 12:17; 15:13; 21:18; Gá. 1:19; 2:7, 12).

Ya hacia el año 37 de nuestra era, Pablo, acudiendo por primera vez a Jerusalén tras su conversión, considera necesario visitar a Jacobo (en el año 44 d.C.) como el más destacado entre los hermanos; en la visita de Hch. 21:18 (58 d.C.) ve en él, por lo que parece, a uno de los jefes de la iglesia (cfr. Gá. 2:12) (Véase ANCIANO) Los hermanos que acudían a Jerusalén se daban a conocer primero a Jacobo para exponerle a él el motivo de su visita (Hch. 12:17; 21:18; Gá. 1:19; 2:7-9). Su misión consistía en facilitar a los judíos su paso al cristianismo. Jacobo tenía la misma concepción que Pablo de la salvación por la fe: ello se desprende no sólo de la declaración de Pablo en Gá. 2:7-9, sino también del discurso de Jacobo en Jerusalén (Hch. 15:13-21); de todas maneras, Jacobo representa también la posición de los cristianos de origen judío. Así se explica que los ardorosos judaizantes se cobijaran bajo el nombre de Jacobo (Gá. 2:12); también por ello se comprende que los mismos judíos tuvieran admiración hacia aquel que ellos mismos llamaban «el justo» (Eusebio, «Historia Eclesiástica» 2:23). Según Hch. 21:18 (en el año 58 d.C.), el NT no menciona más a este Jacobo. La historia profana informa que sufrió el martirio en un motín del populacho de Jerusalén, entre la muerte de Festo y la designación de su sucesor, en el año 62 d.C. (Ant. 20:9, 1).

(d) Jacobo, padre del apóstol Judas (Lc. 6:16; Hch. 1:13). No se sabe nada acerca de él.


SANSÓN. «pequeño sol». Sansón fue nazareo desde su nacimiento y recibió fuerza extraordinaria junto con el voto nazareo de no cortarse jamás el cabello. Sus hazañas fueron espectaculares; mató mil filisteos con una quijada de asno (Jueces 15:16), arrancó y se llevó a la rastra las puertas de Gaza (Jueces 16:3), etc. Sansón era muy dado a las mujeres y Dalila, una filistea, fue su favorita. Los señores filisteos la contrataron para que descubriera en dónde residía la fuerza de Sansón. Descubierto el secreto, le cortaron el pelo a Sansón mientras éste dormía, luego lo llevaron preso, lo torturaron y le sacaron los ojos. El pelo de Sansón volvió a crecer, y mientras los filisteos se mofaban de él en un gran banquete, él rogó a Dios que le diera fuerzas. Recobrado el vigor derribó las columnas que sostenían el techo del salón del festín, y todos, incluso Sansón, perecieron (Jueces 16:29?30).


SARA. Sara (en hebreo, «princesa») fue la esposa de Abraham y madre de Isaac. Originalmente se llamaba Sarai. Poco se sabe de su nacimiento y parentela, porque la Biblia no contiene el relato de sus primeros años. Muchos creen que estaba emparentada con Abraham por la línea paterna de éste, pero ello no es seguro. Como no podía darle un hijo a Abraham, le entregó por mujer a su sierva egipcia, Agar, para que le diera descendencia. Agar dio a luz a Ismael. Pero Dios le prometió a Sara un hijo, aunque ya era demasiado vieja para concebir. La promesa de Dios se cumplió cuando Sara dio a luz a Isaac. Al crecer los dos hijos, Ismael comenzó a burlarse de Isaac y Sara exigió que Abraham echara de su casa a Agar e Ismael. Dios hizo entender a Abraham que Sara tenía razón, y la sierva fue expulsada. Treinta y siete años después de nacido Isaac, a la edad de 127 años, murió Sara en Hebrón. Fue sepultada en la cueva de Macpela. Referencia: Génesis 20?23. (Véase «Abraham» y «Agar».)


SAÚL. Saúl fue el primer rey de Israel, hijo de Cis y miembro de la tribu de Benjamín. Según 1 Samuel 9:2 era de elevada estatura: «de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo». Desde hacía tiempo Israel quería tener rey; finalmente lo exigió. Pidieron a Samuel que nombrara rey. Dios reveló a Samuel que un hombre llamado Saúl llegaría a buscarlo, y que ese era el elegido por Dios para rey. Todo marchó bien hasta que la obstinación de Saúl lo llevó al pecado (un ejemplo consta en 1 Samuel 15.) Dios ordenó a Saúl invadir a Amalec y destruir «todo lo que tiene». Pero Saúl no destruyó del todo el país. En efecto, su ejército se trajo consigo ganado y al rey; pretextaban que el ganado era para sacrificios y para el rey exhibirlo (Saúl era orgulloso). Es posible que un hombre cuente con la bendición de Dios y camine con Dios, y no llegue sin embargo a la meta señalada. Aunque elegido por Dios, Saúl cayó por su terquedad y pecado. Se suicidó después de consultar a la bruja de Endor. Al fin de sus días Saúl reconoció: «He hecho neciamente». Otro Saúl ?Saulo de Tarso? dijo al terminar su vida: «He peleado la buena batalla».


SAULO

Nombre heb. helenizado del apóstol Pablo (Hch. 7:58; 13:9). (Véase PABLO.)


SARVIA

Hermana de David (1 Cr. 2:16).

Abigail y Sarvia no eran hijas de Isaí, sino de un primer matrimonio de la madre de David con Nahas (2 S. 17:25).

Sarvia fue madre de Joab, Abisai y Asael (2 S. 2:18; 1 Cr. 2:16).


SEBANÍAS

(a) Bajo el reinado de David, levita encargado de hacer sonar la trompeta (1 Cr. 15:24).

(b) Casa patriarcal y sacerdotal, en la generación posterior al exilio (Neh. 12:14). Su representante puso su sello al pacto de Nehemías (Neh. 10:4; 12:14).

(c) En la época de Esdras, levita que tomó parte en la Fiesta de los Tabernáculos (Neh. 9:4, 5) y selló el pacto en nombre de su casa (Neh. 10:10).

(d) Otro levita que selló el pacto (Neh. 10:12, 13).


SEBUEL

(a) Descendiente de Moisés que fue tesorero de David (1 Cr. 23:16; 26:24); se le llama Subael en 1 Cr. 24:20.

(b) Hijo de Hemán (1 Cr. 25:4), llamado Subael en 1 Cr. 25:20.


SECANÍAS

(a) Cabeza de la décima suerte de sacerdotes en días de David (1 Cr. 24:11).

(b) Levita que ayudaba en la recolección de las ofrendas en tiempos del rey Ezequías (2 Cr. 31:15).

(c) Descendiente de David (1 Cr. 3:21, 22).

(d) Hombre que propuso a Esdras que se despidieran las mujeres extranjeras (Esd. 10:2-4).

(e) Guarda de la puerta oriental de Jerusalén en los días de Nehemías (Neh. 3:29).

(f) Suegro de Tobías, el enemigo de Nehemías (Neh. 6:18).

(g) Sacerdote que volvió con Zorobabel (Neh. 12:3).


SEDEQUIAS. «E hizo lo malo ante los ojos de Jehová». Así podrían resumirse la vida y el reinado de Sedequías, el último rey de Judá (reinó del 597 al 587 A.C.). Tenía veintiún años de edad cuando    Nabucodonosor, rey de Babilonia, lo puso en el trono. La ira de Jehová se encendió contra Sedequías por cuanto éste hizo caso omiso del profeta jeremías. Se rebeló contra Nabucodonosor, y éste más adelante puso sitio a Jerusalén. En el undécimo año del reinado de Sedequías, cuando el hambre consumía la ciudad, Sedequías y su ejército desampararon al pueblo y huyeron a las llanuras de Jericó. Posteriormente, él y su ejército cayeron prisioneros. Sus hijos fueron ejecutados en presencia suya, y luego a él le arrancaron los ojos y lo encerraron en una prisión de Babilonia. Referencias: 2 Reyes 24:17?25:7.


Séfora

Significa = «pajarillo».

Hija de Reuel o Jetro, y esposa de Moisés (Éx. 2:21, 22). Evidentemente, se opuso a la circuncisión de su hijo, hasta que se vio obligada a llevarla a cabo para salvar la vida de Moisés, amenazado de muerte por Dios por el incumplimiento del rito. Entonces aplicó a su esposo el calificativo de «esposo de sangre» (Éx. 4:24-26). Fue enviada de nuevo a Jetro, no pasando por la tribulación y liberación consiguiente de Israel, y fue devuelta con sus dos hijos a su marido Moisés una vez en Refidim (Éx. 8:1-12).


SEGUNDO

(lat.: «segundo»).

Tesalonicense que acompañó a Pablo de Macedonia a Asia Menor (Hch. 20:4).


SEHÓN

Rey de los amorreos. Después de su victoria sobre los moabitas fue derrotado y muerto por los israelitas, y su ejército aniquilado. Su territorio se hallaba al este del Jordán, desde el Arnón hasta el Jaboc, y los israelitas se posesionaron de él. La victoria es conmemorada en dos salmos (Nm. 21:21-35; 32:33; Dt. 1:4; 2:24-36; 3:2-6; Jos. 12:2; Jue. 11:19-22; Sal. 135:11; 135:19; Jer. 48:45).

Las tribus de Rubén y Gad se repartieron más tarde estas tierras como su heredad (Nm. 32:1-4, 33-38).


SEM

Significa = «renombrado».

Uno de los dos hijos mayores de Noé (Gn. 10:21; cfr. 9:24), y probablemente el primogénito (Gn. 5:32). Sem y sus descendientes figuran los últimos en la lista de Gn. 10, en base a la manera de actuar del autor de Génesis: sitúa las genealogías secundarias antes de la línea principal del pueblo de Dios. Sem nació hacia el año 500 de la vida de Noé (véase NOÉ). En la época del Diluvio estaba ya casado, pero no había tenido aún ningún hijo (Gn. 7:7; 1 P. 3:20). Después del cataclismo, Sem testimonió respeto filial hacia su padre, que se había embriagado. Noé dio a este hijo una bendición que implicaba que los descendientes de Sem perpetuarían el culto al verdadero Dios (Gn. 9:23, 27). Sem fue el antecesor de los pueblos que ocuparon Elam, Asur, Arfaxad, Lud, Aram (Gn. 10:21, 22). (Véase SEMITAS.)


SEMÍAS

= «Jehová ha oído».

(a) Levita jefe de doscientos descendientes de Elizafán, que participaron en las solemnidades del transporte del arca de casa de Obed-edom al monte Sion (1 Cr. 15:8-11).

(b) Profeta que vivió en época de Roboam y que le impidió que se lanzara en campaña contra las diez tribus durante la división nacional (1 R. 12:22-24; 2 Cr. 11:2-4). Cinco años más tarde Sisac atacó Jerusalén. Semaías anunció que Dios permitía esta invasión a fin de castigar la impiedad de Judá y de todo Israel. Al humillarse Roboam y los príncipes, Dios no los entregó a la muerte, pero los sometió al faraón durante un cierto tiempo (2 Cr. 12:5-8). Semaías escribió la historia del reinado de Roboam (2 Cr. 12:15).

(c) Falso profeta que dio esperanzas a los judíos deportados en Babilonia de que el exilio duraría poco tiempo (Jer. 29:24-32).

(d) Otro falso profeta, hijo de Delaía y nieto de Mehetabel. Tobías y Sanbalat lo convencieron para que atemorizara a Nehemías y lo incitara a esconderse en el Templo, sin conseguir su propósito (Neh. 6:10-13).

(e) Es también el nombre de otras veinticuatro personas mencionadas en el AT.


SENAQUERIB

(ac.: «Sin [el dios de la luna] ha multiplicado los hermanos»).

Hijo y sucesor de Sargón, rey de Asiria. Invadió Siria y Palestina en el año decimocuarto del reinado de Ezequías. Ezequías reconoció que era culpable, y le pagó un tributo de trescientos talentos de plata y treinta talentos de oro. Senaquerib dejó un registro de ello en una tableta de arcilla. Afirma que capturó cuarenta y seis ciudades fortificadas y las fortalezas y pueblos a su alrededor que pertenecían a Ezequías el judío, llevándose cautivas a 200.150 almas, y caballos, mulas, asnos, camellos, bueyes y ovejas sin cuenta, etc. Encerró a Ezequías en su casa en Jerusalén como a un pájaro en su jaula (cfr. 2 R. 18:13-16; 2 Cr. 32:1-8).

Durante su segunda invasión, Senaquerib envió insultantes e impíos mensajes a Ezequías, que evidentemente estaba otra vez apoyándose en Egipto. Pero un ángel de Dios destruyó el ejército asirio. Naturalmente, los monumentos asirios silencian este hecho. El rey volvió a Asiria, y no se aventuró a invadir Palestina otra vez. Finalmente, fue asesinado por dos de sus hijos, y fue sucedido por Esar-hadón, otro de ellos (2 R. 18:17-37; 19:1-37; 2 Cr. 32:9-22; Is. 36; 37). Es evidente que Senaquerib estaba en corregencia con Sargón en el año 714 a.C. cuando invadió Judea por primera vez; reinó en solitario desde el año 705 hasta el año 681 a.C.


SERAÍAS

= «soldado de Jehová».

(a) Hijo de Cenaz (1 Cr. 4:13).

(b) Secretario bajo David (2 S. 8:17); llamado Savsa 1 Cr. 18:16.

(c) Uno de los que recibieron orden de arrestar a Baruc, secretario del profeta Jeremías (Jer. 36:26).

(d) Sumo sacerdote en el momento de la toma de Jerusalén por Nabucodonosor. Murió ejecutado en Ribla por orden del rey de Babilonia (2 R. 25:18-21; Jer. 52:24-27). Fue padre de Josadac, que fue deportado, y abuelo del sumo sacerdote Josué, que ejerció esta alta función al retorno del cautiverio. Fue asimismo antecesor de Esdras (1 Cr. 6:14, 15; Esd. 3:2; 7:1).

(e) Hijo de Nerías, y principal camarero de la corte (Jer. 51:59-64).

(f) Uno de los que acompañaron a Zorobabel a su retorno de Babilonia (Esd. 2:2); recibe el nombre de Azarías en Neh. 7:7.

(g) Uno de los jefes de los sacerdotes que volvieron de Babilonia con Zorobabel (Neh. 12:1, 7). Una casa patriarcal llevaba su nombre en la generación siguiente (Neh. 12:12). Pudiera ser el mismo que el anterior.

(h) Sacerdote, indudablemente jefe de una casa patriarcal, probablemente la mencionada en el apartado anterior. Puso su sello al pacto de Nehemías, estipulando la separación entre los gentiles y los israelitas fieles a la Ley de Dios (Neh. 10:2). Este sacerdote es quizás el mismo que el del apartado siguiente.

(i) Sacerdote, hijo de Hilcías; jefe de la casa de Dios después del cautiverio (Neh. 11:11).


SERUG

= «vástago».

(a) Hijo de Reu y padre de Nacor. Antecesor de Abraham (Gn. 11:20, 23; 1 Cr. 1:26; Lc. 3:35).

(b) Cerca de Harán había una ciudad que llevaba este nombre.


SESBASAR

Príncipe de Judá; Ciro lo hizo gobernador y le entregó los vasos sagrados que Nabucodonosor había sacado de Jerusalén. Sesbasar volvió a Jerusalén, y echó los cimientos del Templo al iniciar su reconstrucción (Esd. 1:8, 11; 5:14, 16). Sesbasar podría ser el nombre babilonio de Zorobabel, de la misma manera que el de Daniel era Beltsasar.


SET

El tercer hijo de Adán y Eva, que lo llamaron Set («puesto en lugar de»), porque Dios lo dio en lugar de Abel, asesinado por Caín (Gn. 4:25; 5:3; 1 Cr. 1:1). Set fue padre de Enós, y murió con 912 años de edad (Gn. 5:6-8; Lc. 3:38).


Sifra y Púa

«Y por haber las parteras temido a Dios, Él prosperó sus familias» [Exodo 1:21].

Lease: Exodo 1:15-22

Sifra y Púa eran dos mujeres de carácter. Sin duda, eran personas vigorosas, de mediana edad. El libro de Exodo nos dice que estaban a la cabeza de las de su profesión entre los israelitas. Es indudable que había muchas otras, pero ellas eran las superintendentes. Su cargo había sido designado por el gobierno egipcio, pues vemos que Faraón les daba órdenes, como si se tratara de funcionarios oficiales.

La orden que les dio aquí era terrible: que al dar a luz las mujeres judías, si el hijo era varón tenían que matarlo. La orden de Faraón las puso en una grave dificultad moral. A quien tenían que obedecer al Rey de reyes, el Dios de sus padres, o al rey de Egipto.

Sabían bien que no podía desobedecer a Dios, y estas dos mujeres «temían a Dios y no hicieron lo que se les mandó». Faraón las interrogó. Las dos mujeres se refugiaron en una mentira.

Sin duda, la mentira era un pecado. Pero Dios sabía también que había surgido como solución a una crisis, insoluble para ellas de otro modo. El Señor premió a estas dos mujeres porque habían preferido obedecer a Dios antes que a Faraón. Las bendijo e hizo aumentar sus propias familias.

Sifra y Púa arriesgaron sus propias vidas para salvar las de los niños judíos. Y, con qué pena lo digo, hay madres cristianas que para evitar la vergüenza y la tribulación han sido ocasión de la muerte de sus propios hijos. Es algo vergonzoso. Nos referimos al hecho de que cuando se ha concebido un niño hay quien aplica medios para detener su crecimiento y para eliminarlo. ¿Cómo puede una madre hacer esto con su propio hijo, cuando Sifra y Púa arriesgaron sus vidas para salvar los hijos ajenos.


SILAS. Fue el misionero que en sustitución de Marcos acompañó a Pablo en el segundo viaje a Macedonia y Corinto (Hechos 15:22?40; 2 Corintios 1:19); se le conoce también como Silvano (1 Tesalonicenses 1:1; 2 Tesalonicenses 1:1). Puede que haya    sido el secretario o amanuense de Pedro (1 Pedro 5:12). Según la tradición, murió en Macedonia.


SIMEI

= «Ha oído».

Entre varios otros del mismo nombre:

(a) Hijo de Gera, de la familia del rey Saúl. Siendo Absalón dueño de Jerusalén, Simei insultó gravemente a David que, con su séquito, descendía por la ladera oriental del monte de los Olivos. A la vuelta de David le hizo protestas de sumisión, y no fue entonces castigado. A su muerte David recordó a Salomón la maldad de Simei, por cuanto había maldecido al rey ungido del Señor. Salomón prometió a Simei perdonarle la vida bajo la condición de que no saliera de Jerusalén, pero quebrantó este mandamiento, y por ello fue ejecutado (2 S. 16:5-13; 19:18-23; 1 R. 2:8-46).

(b) Funcionario del rey David que no se implicó en la usurpación de Adonías (1 R. 1:8). Probablemente el hijo de Ela que más tarde vino a ser intendente de Salomón en Benjamín (1 R. 4:18).


SIMEÓN,  EL QUE BENDIJO A JESÚS. Simeón («escuchante») fue un judío típico en cuanto a obediencia a la Ley de Moisés y en cuanto a la esperanza en la venida del Mesías. Dios le había prometido que no moriría sin ver al Cristo. Estaba en el templo cuando María y José, de acuerdo con la Ley, llevaron al Niño para circuncidarlo. Simeón, dirigido por el Espíritu Santo, conoció que el Niño era el Ungido de Dios y lo dedicó al servicio de Dios (Lucas 2:33?35).


SIMEÓN, HIJO DE JACOB Y LEA. Simeón fue el segundo hijo de Jacob y Lea. Su nombre se deriva de Shama, que es el verbo hebreo «oír». Se le menciona dos veces en el Antiguo Testamento. En Génesis 42:24, su hermano José exige que se quede en Egipto como rehén, para que los otros regresen con Benjamín. Se le vuelve a mencionar cuando da muerte a los siquemitas para vengar la violación de su hermana Dina. A causa de ello es maldecido por Jacob (Gé­nesis 49:5?7). Como consecuencia sus descendientes, aunque pertenecían a las doce tribus de Israel, fueron esparcidos y finalmente absorbidos por la tribu de Judá.


SIMON EL CANANITA. «Simón el cananita» fue uno de los doce apóstoles (Mateo 10:4; Marcos 3:18), y también se le llama Simón Zelote (Lucas 6:15; Hechos 1:13). Este último nombre aparece sólo en los escritos de Lucas. No debe confundírsele con Simón el hermano de Jesús. Poco o casi nada se sabe de Simón. Pertenecía a los zelotes, secta de nacionalismo extremista, muy diferente a los publicanos. Jesús eligió a un zelote y a un publicano (Mateo), pro­venientes de facciones muy contrapuestas, para que fueran hermanos en él y en su obra.,


SIMON DE CIRENE. Este Simón era un judío de la ciudad comercial de Cirene, situada en la costa norte de África. Iba entrando en Jerusalén cuando los soldados romanos lo obligaron a cargar con la cruz, de Jesucristo hasta el Gólgota. El incidente consta en Mateo, 27:32; Marcos 15:21 y Lucas 23:26. Como africano, quizá Simón haya sido negro o muy moreno.


SIMON, EL MAGO. Simón el mago (o hechicero) tenía tan hechizado al pueblo de Samaria que lo tomaban por «el gran poder de Dios». Se «convirtió» y fue bautizado tras observar los milagros realizados por Felipe. Cuando Pedro y Juan llegaron a Samaria, y al imponer las manos a los nuevos convertidos éstos recibían el Espíritu Santo, Simón se impresionó muchísimo y ofreció comprarles ese poder. Pedro lo reprendió severamente diciéndole que su corazón no era recto delante de Dios, y que aún estaba «en hiel de amargura y en prisión de maldad». Aceptando mansamente la reprensión, suplicó al Apóstol que orara pidiendo que ninguno de dichos males le acaeciera (Hechos 8:9?24). La com­praventa de puestos eclesiásticos ?mal especialmente notorio en la Edad Media? recibe el nombre de simonía, palabra derivada del nombre de Simún el mago.


SÍSARA

General de un ejército cananeo, que ocupó el norte de Israel. Vencido en el río Cisón, Sísara huyó más hacia el norte, probablemente a fin de reunirse con el caudillo de la coalición cananea. Intentó refugiarse en el campamento de Heber el ceneo, que no estaba en guerra con los cananeos. Jael, esposa de Heber, invitó a Sísara a entrar en su tienda, y le dio muerte mientras dormía (Jue. 4:5; 1 S. 12:9; Sal. 83:10). (Véase JAEL.)

Los netineos, llamados «hijos de Sísara», descendían probablemente de prisioneros capturados entonces (Esd. 2:53; Neh. 7:55).


SOBAC

= «el que vierte».

General del ejército de Hadad-ezer, rey de Soba (2 S. 10:16).

En 1 Cr. 19:16, 18 recibe el nombre de Sofac.


SOBI

Amonita hijo de Nahas; habitante de Rabá. Sobi llevó provisiones a David cuando estaba huyendo de Absalón (2 S. 17:27-29).


SOFONIAS. Sofonías («ocultado por Jehová» o «Jehová oculta o protege») fue según se cree bisnieto de Ezequías. Profetizó durante el reinado de Josías (640-609 A.C.) (Sofonías 1:1). Profetizó la completa desolación de Judea por su idolatría y menosprecio del Señor. Sofonías fue sacerdote y le correspondió el deber de castigar a los falsos profetas. Caída Jerusalén, Sofonías fue llevado a Ribla, en tierra de Hamat, y muerto por los babilonios.


SOMER

(a) Descendiente de Aser e hija de Heber (1 Cr. 7:32).

(b) Moabita, madre de uno de los asesinos del rey Joás (2 R. 12:21), y que recibe el nombre de Simrit en 2 Cr. 24:25, 26.


SÓPATER

Abrev. de SOSÍPATER

= «salvador de su padre».

Cristiano de Berea, que con otros discípulos acompañó a Pablo desde Grecia hasta Asia, cuando el apóstol volvía de su tercer viaje misionero (Hch. 20:6). Hijo de Pirro.


SÓSTENES

= «de toda fuerza».

Principal de la sinagoga de Corinto durante la estancia de Pablo en aquella ciudad. Habiéndose desencadenado una algarada a causa de la predicación del apóstol Pablo, el populacho golpeó a Sóstenes ante el tribunal de Galión.

El encabezamiento de 1 Co. 1:1 asocia a Pablo a uno llamado Sóstenes, que podría ser la misma persona, convertido en cristiano.


SÚA

Significa = «depresión».

(a) Hijo de Abraham y de Cetura (Gn. 25:2). La tribu llamada Súa, surgida de él, es indudablemente la que se estableció cerca del país de Uz (cfr. Bildad suhita, Jb. 2:11). Identificación probable: Un distrito llamado Súa, as. «Suhu», al oeste del Éufrates y cerca de las desembocaduras del Balikh y del Khabur.

(b) Cananeo cuya hija tomó Judá por mujer; ella fue madre de Er, Onán y Sela (Gn. 38:2, 12; 1 Cr. 2:3).

(c) Descendiente de Aser, hija de Heber (1 Cr. 7:32).


Suegra de Pedro

«Habiendo entrado Jesús en casa de Pedro, vio a la suegra de éste postrada en cama con fiebre». Mateo 8:14

Lease Mateo 8:14-17

Cuando Jesús dijo a Pedro y a Andrés: «¡Seguidme!» los dos dejaron todo lo que tenían y le siguieron. Los lazos que unían a Pedro, y en general a los discípulos, con sus familias tenían que ser cortados, y nuevos lazos tenían que aparecer para sustituirlos. Pero, Pedro ya no pertenecía a Betsaida, ni a la familia de su padre Jonás. Pertenecía a Jesús y a su Reino. Recordemos a Jesús: «El que ama a su padre o madre más que a mi no es digno de mí.» Esto parece una exigencia extrema. Y los primeros cristianos hicieron este sacrificio por sus convicciones: lo dejaron todo para seguir a Jesús.

Eso no era obstáculo para que los lazos deshechos entre el discípulo y su familia fueran luego reconfirmados. Esto ocurrió en el caso de Salomé, la madre de Juan y Jacobo, y en este caso entre Pedro y su suegra. Estas mujeres creemos que se convirtieron a la fe. En cuanto a Salomé es seguro. Sabemos de la suegra de Pedro que servía a Jesús. No cabe duda que el milagro recibido tenía que disponerla a adorar al Señor.

No sabemos si vivía en Betsaida o Capernaum, aunque no importa. Allí Pedro y Andrés poseían una casa. Posiblemente heredada de su padre. Pedro era casado, y al seguir a Jesús dejó la casa a cargo de la esposa. Cuando Jesús visitó la casa, su madre vivía con ella. No sabemos si Andrés era casado. Tampoco sabemos si había hijos. Sabemos que la esposa de Pedro todavía vivía cuando Pablo era creyente, por la referencia que hace a ella en 1a Corintios 9:5.

En nuestra historia vemos que la suegra de Pedro está enferma. No sabemos si era una enfermedad grave. Pero, sí que Jesús llegó, le tocó la mano, y a pesar de que «estaba postrada en cama» se puso bien: se levantó y les servía.

De este incidente aprendemos que el hecho que Jesús mandara a sus discípulos que lo dejaran todo para seguirle no les impedía mantener las relaciones con la familia, pues de otro modo Pedro no les habría visitado. En este caso toda la familia alaba al Maestro.

Las relaciones entre yernos y suegras no siempre son lisas y suaves. Es posible que en algunos casos no haya la discreción debida o la paciencia deseable por parte de los dos, en estas relaciones. Por otra parte el amor puede superar todas las discrepancias y diferencias en el modo de ver las cosas. En el caso de Pedro hemos de creer que su enfermedad había unido a toda la familia en oración. Ahora, una vez curada, ella muestra su amor y se dedica a servir al grupo que había traído a casa su yerno, especialmente a Jesús que la había curado. Reinaba la armonía en aquella casa


SUSANA

= «lirio».

Una de las mujeres que servían al Señor Jesús con sus bienes (Lc. 8:3).


SUTELA

(a) Hijo de Efraín y fundador de un clan (Nm. 26:35, 36; 1 Cr. 7:20).

(b) Otro descendiente de Efraín, en la misma línea (1 Cr. 7:21).

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