Estudio Bíblico | Explicación de 1 Reyes 4:29 | Comentario Bíblico Online
La gloria de Salomón consistía más en su sabiduría que en sus riquezas.
I. La fuente de su sabiduría: «Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia» (v. 1Re 4:29).
II. La amplitud de su sabiduría: «grande sobremanera» (lit. v. 1Re 4:29 . Téngase en cuenta nota del traductor que en la Biblia Hebrea el cap. BHS 1Re 5:1-18 comienza en el v. 1Re 4:21 del cap. 1Re 4:1-34). Se la llama también «anchura de corazón», que significa «amplitud de conocimientos». Además, sabía expresarse maravillosamente, tan abundante en erudición como en riqueza material, más que ninguno de sus coetáneos (no se dice, de todos los tiempos ahora). Caldea y Egipto eran entonces las naciones más famosas por sus conocimientos, de allí tomaron prestada su sabiduría los griegos. Pero los mayores sabios de esas naciones no le llegaron a Salomón (vv. 1Re 4:26-31): «Era mayor la sabiduría de Salomón» (v. 1Re 4:30). Por eso, sus consejos tenían mayor valor.
III. La fama de su sabiduría: «Y fue conocido entre todas las naciones de alrededor» (v. 1Re 4:31).
IV. Los frutos de su sabiduría (por ellos se conoce el árbol). No enterró sus talentos, sino que mostró su sabiduría:
1. En sus composiciones. Redactó o dictó tres mil proverbios obra de buen filósofo y moralista, de uso admirable para la conducta humana. Probablemente, los que tenemos en el libro sagrado que lleva el nombre de Proverbios entran dentro de esa suma. Fue además un poeta prolífico y de gran vena, pues sus cantares fueron mil cinco (v. 1Re 4:32), de los que solamente nos ha llegado el Cantar de los Cantares, único que sabemos inspirado por Dios. Finalmente, fue un gran científico, pues disertó sobre toda clase de árboles y animales (v. 1Re 4:33), lo que nos lo muestra asimismo como un buen observador.
2. En sus conversaciones. «Para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de la tierra (es decir, enviados de parte de todos los reyes)» (v. 1Re 4:34). En esto era Salomón tipo de Cristo, ya que en Jesús «están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento» (Col 2:3); escondidos, pero para usarlos, pues Él «nos ha sido hecho de parte de Dios sabiduría» (1Co 1:30); además, su conversación ha sido tan valiosa que «Él nos ha declarado a Dios» (Jua 1:18) de una manera final y exhaustiva (Heb 1:2).
