Estudio Bíblico | Explicación de 1 Reyes 9:10 | Comentario Bíblico Online
Salomón e Hiram, una vez terminadas las obras del templo, se partieron el uno del otro de forma amistosa. 1. Hiram ayudó a Salomón cuanto pudo. Lejos de envidiar la creciente grandeza y reputación de Salomón, le ayudó a engrandecerse. 2. Salomón cumplió también con lo pactado, no cabe duda, y dio víveres a la casa de Hiram (1Re 5:9). Pero aquí se nos dice que le dio también veinte ciudades en tierra de Galilea (v. 1Re 9:11). Podemos suponer que se trataba de unos villorrios de poca importancia, quizá menor que la de los mencionados en el v. 1Re 9:19, pues no merecieron ser citados por su nombre y, además, no le agradaron a Hiram cuando salió a verlos (vv. 1Re 9:12, 1Re 9:13) y les puso por nombre Cabut, que según Flavio Josefo, significa «desagrado», pero es más probable la etimología que significa «como nada» o «inútil». Lo cierto es que Hiram se las devolvió, como vemos en 2Cr 8:2, y Salomón las reedificó, es decir, las reparó y hermoseó, y estableció en ellas a los hijos de Israel. Se ve que el terreno era estimable y Salomón supo sacarle el partido que no supo o no quiso sacarle Hiram. Los tirios eran hombres de la costa, mercaderes que se habían hecho ricos con la marina mercante y vivían en espléndidos edificios, por lo que no apreciaban la campiña, rica en grano y en pastos. No obstante, vemos por los vv. 1Re 9:26-28 que Hiram deseó agradecer a Salomón lo que por él había hecho, pues consiguió que accediese a ser socio suyo en el negocio de marinería.
