Estudio Bíblico | Explicación de 2 Reyes 24:8 | Comentario Bíblico Online
Joacim (hebreo, Yehoyaquim) dejó el trono a su hijo Joaquín (hebreo, Yehoyakhin = Jehová dispone; se le menciona también invirtiendo los componentes como Yekhonyahu o Konyahu). En estos versículos tenemos la historia de la cautividad (como se la llama en Eze 1:2) del rey Joaquín. Obtuvo la corona, no para tener el honor de llevarla, sino la vergüenza de perderla.
I. Su reinado fue breve y sin relieve alguno, pues sólo reinó tres meses, tras los cuales fue depuesto y deportado a Babilonia. Aun así, reinó lo suficiente para mostrar que justamente había de pagar por los pecados de sus padres, pues fue por el mismo camino que ellos (v. 2Re 24:9).
II. Las calamidades que le sobrevinieron a él, a su familia y a su pueblo al comienzo mismo de su reinado.
1. Jerusalén fue sitiada por el rey de Babilonia (vv. 2Re 24:10, 2Re 24:11) y Joaquín se rindió inmediatamente; careció de la fe y de la piedad de un verdadero israelita, tampoco tuvo el valor de un soldado y de un príncipe, sino que él y su familia se entregaron como prisioneros de guerra.
2. Nabucodonosor se hizo con los tesoros del templo y del país y se llevó el oro y la plata de ambos (v. 2Re 24:13). Ahora se cumplía la palabra que había hablado Dios por medio de Isaías (2Re 20:17): «Todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy, será llevado a Babilonia».
3. Se llevó cautivos a gran parte de los habitantes de Jerusalén. Algunos habían sido deportados ocho años antes, en el primer año de Nabucodonosor y tercero de Joacim, entre ellos Daniel y sus compañeros (Dan 1:1, Dan 1:6). Ahora se llevó: (A) Al joven rey y a su familia (v. 2Re 24:15), y vemos (2Re 25:27-29) que continuó prisionero durante treinta y siete años. (B) A todos los príncipes, nobles, etc., así como a los principales militares, y aun a los artesanos y herreros (vv. 2Re 24:14-16). En esta expedición fue deportado también el profeta Ezequiel (Eze 1:1, Eze 1:2).
III. El sucesor nombrado por el rey de Babilonia en lugar de Joaquín fue Matanías, hijo de Josías; y para dar a entender a todo el mundo que este rey era hechura suya, le cambió el nombre por el de Sedequías (v. 2Re 24:17). Curiosamente, este nombre (hebreo, Tsidquiyahu) significa «justicia de Jehová», con lo que Nabucodonosor quería dar a entender a los judíos que lo que él hacía era un justo castigo de Dios. Éste fue el último rey de Judá. Después de hacer lo malo ante los ojos de Jehová (v. 2Re 24:19), cometió la mayor locura que pudo hacer, pues se rebeló contra el rey de Babilonia (v. 2Re 24:20), con lo que apresuró la ruina de su reino.
