2 Reyes 5:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de 2 Reyes 5:1 | Comentario Bíblico Online

Los milagros de nuestro Salvador estaban destinados a las ovejas perdidas de la casa de Israel; sin embargo, uno de ellos, como migaja caída de la mesa, fue en favor de una cananea; así también, este milagro de Eliseo fue a favor de un sirio; porque Dios hace el bien a todos y quiere que todos sean salvos (1Ti 2:4).

I. La gran aflicción que oprimía a Naamán en medio de todos sus honores (v. 2Re 5:1). Era el favorito del rey, jefe del ejército, valiente, rico y poderoso, pero era leproso. Cada persona tiene su pero, mayor o menor, pero el pero de este hombre era muy grande, pues eclipsaba todos sus bienes. Naamán era tan grande como el mundo puede hacer a un hombre, pero, como dice el obispo Hall, el más vil de los esclavos de Siria no habría cambiado su piel por la de él.

II. Las noticias que le llegaron del poder de Eliseo, por conducto de una esclava de su mujer (vv. 2Re 5:2, 2Re 5:3). Esta esclava era israelita de nacimiento, y fue llevada cautiva providencialmente a Siria, a la familia de Naamán, donde publicó la fama de Eliseo para honra de Israel y del Dios de Israel. La infortunada dispersión del pueblo de Dios ha resultado con frecuencia una feliz ocasión para difundir el conocimiento de Dios (Hch 8:4). Esta esclava, como cuadra a una verdadera israelita, miró por el honor de su país y, aun cuando era muy joven cuando la llevaron cautiva, pudo dar testimonio del gran profeta que tenían en Israel. Como criada fiel, deseaba la salud completa de su amo. Eliseo no había limpiado a ningún leproso en Israel (Luc 4:27); pero, aun así, esta esclava creyó que podría, y querría, curar a su amo aunque era sirio.

III. El rey de Siria, por el afecto que tenía a Naamán, envió una carta al rey de Israel rogándole que curara de la lepra a su amigo, lo cual fue una equivocación, pues no era al rey, sino al profeta a quien debía haberse dirigido. Notemos, con todo, las buenas cualidades que mostró Naamán en esta expedición. 1. No pidió que el profeta viniera a él, sino que marchó él en persona a verle, con lo que honró así el poder divino que Eliseo había recibido para curar enfermedades. 2. No marchó de incógnito o disfrazado, aunque su visita proclamaba su fea enfermedad, sino que viajó con toda pompa y con gran escolta, para mejor honrar al profeta. 3. Tampoco viajó con las manos vacías, sino que tomó consigo oro, plata y vestidos como presentes para su médico. 4. No quiso ir sin recomendación, sino con una carta del rey su señor para el rey de Israel, ya que el propio rey de Siria le deseaba de todo corazón la salud.

IV. La alarma que con esto recibió el rey de Israel (v. 2Re 5:7). Como quien recibe malas noticias, se rasgó los vestidos, al ver en esta carta un insulto y un pretexto para hacerle la guerra. Joram habla aquí de una forma parecida a la de Jacob en Gén 30:32, pero el rey de Israel no es tan considerado con el verdadero Dios, ni tan reflexivo como el gran patriarca de Israel, al hablar de este modo: «¿Soy yo Dios, que mate y de vida, para que éste envíe a mí a que sane a un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí». Si hubiese tenido él consideración hacia Eliseo y al poder que Dios ejercía por medio de él, habría entendido la carta y habría obrado en consecuencia.

V. El ofrecimiento que hizo Eliseo de sus servicios. Enterado de que el rey de Israel se había rasgado los vestidos, envió a decirle que si su paciente venía a él, no perdería el viaje: «Venga ahora a mí y sabrá que hay profeta en Israel» (v. 2Re 5:8); un profeta que puede hacer lo que el rey de Israel no se atreve y lo que los profetas de Siria no pueden pretender hacer.

2 Reyes 5:1 explicación
2 Reyes 5:1 reflexión para meditar
2 Reyes 5:1 resumen corto para entender
2 Reyes 5:1 explicación teológica para estudiar
2 Reyes 5:1 resumen para niños
2 Reyes 5:1 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí