2 Reyes 6:24 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de 2 Reyes 6:24 | Comentario Bíblico Online

La última parte de este capítulo nos refiere una historia nueva y muy diferente de la anterior.

I. El asedio que el rey de Siria puso a Samaria. Los sirios olvidaron muy pronto la gentileza con que habían sido tratados recientemente en Samaria y, sin mediar provocación alguna por parte de los israelitas, trataron de destruirla (v. 2Re 6:24). Para no hallar contradicción alguna con el v. 2Re 6:23, nótese que allí se habla de «bandas de merodeadores», mientras que ahora es el ejército regular en pleno el que viene a poner sitio a la capital. Por el v. 2Re 6:25 vemos que, a consecuencia de aquel sitio, la carestía de lo más indispensable cobró tales proporciones en la capital que la cabeza de un asno, animal inmundo, llegó a venderse por ochenta siclos de plata, que es aproximadamente un kilogramo, y una pequeña cantidad (unos 300 gramos) de grano tosco de una planta llamada entonces «excremento de paloma», por cinco siclos (unos 55 gramos). ¡De qué poco sirve el dinero, puesto que, en tiempo de hambre, tan de buena gana se gasta por cualquier cosa que sirva para comer! Es probable que el hambre reciente que había atacado al país fuese la causa de que los graneros y almacenes estuviesen ahora vacíos, de forma que, cuando la espada siria comenzó a devorar desde fuera, el hambre empezó a consumir desde dentro, pues el plan de los sirios no era destruir la ciudad a cuchillo, sino por inanición.

II. La triste queja que una pobre mujer presentó ante el rey, al verse en situación desesperada. Pasaba el rey por el muro, quizá para dar órdenes a la guardia, cuando le gritó una mujer de la ciudad: «Salva, rey señor mío» (v. 2Re 6:26). Él le devolvió una melancólica respuesta: Si no te salva Jehová, ¿de dónde te puedo salvar yo? (v. 2Re 6:27). Algunos piensan que fue una respuesta áspera, de irritación. Otros opinan que le habló así para calmarla, como si dijese: «Esperemos que Dios nos saque del apuro, pues yo no te puedo salvar». Se lamenta de que el granero y el lagar estén vacíos, y aunque se siente impotente para ayudarla, está presto a escucharla, pues le pregunta (v. 2Re 6:28): «¿Qué tienes?»; es decir, «¿qué te pasa?; ¿es tu caso peor que el de tus vecinas?» Efectivamente lo era, pues ella y otra vecina suya habían llegado a un bárbaro acuerdo al acabárseles todas las provisiones, habían decidido que cocerían y se comerían primero su hijo, y luego el de la otra (v. 2Re 6:29). El suyo ya se lo habían comido, pero la otra escondió el suyo.

III. Al oír el caso, el rey se indignó contra Eliseo. Lamentándose de la tragedia, rasgó sus vestidos, y se pudo ver la túnica de saco (llamada «cilicio» en nuestras versiones Reina-Valera) que llevaba debajo, enseñar de solidaridad con la situación de su pueblo. Pero no se lamentó de sus propias iniquidades, como debía, ni de las iniquidades de su pueblo. En lugar de prometer el derribo de los becerros de oro de Dan y de Betel, jura dar muerte a Eliseo (v. 2Re 6:31). ¿Por qué? ¿Qué culpa tenía Eliseo del hambre? Su cabeza era la más inocente y la más valiosa de todo Israel. Así pasó también en tiempo de la persecución de los cristianos a manos de los emperadores romanos: siempre que el imperio gemía bajo alguna calamidad extraordinaria, echaban la culpa a los cristianos y los sentenciaban a muerte: «Christianos ad leones» = «¡Los cristianos a los leones!»

IV. El presentimiento profético que tuvo Eliseo del plan que el rey tramaba contra él (v. 2Re 6:32). Se sentó en su casa con toda calma, y con él estaban sentados los ancianos, a los que dijo que estaba viniendo un emisario del rey para cortarle la cabeza y que le impidieran la entrada. La última frase de este versículo 2Re 6:32 suele interpretarse de varias maneras: M. Henry (nota del traductor) da por seguro que el rey venía detrás del emisario para suspender la orden de ejecución de Eliseo, pero esta opinión carece de fundamento en el texto sagrado. La única explicación posible es que el rey, en su extrema indignación, viniese en persona contra Eliseo, pero se detuviese al verle rodeado de los ancianos; en lugar de matar a Eliseo, se queja de que ha resultado vana la esperanza en Jehová (v. 2Re 6:33), cuya ayuda le habría prometido de antemano Eliseo (bajo condición de arrepentimiento, que el rey ya creía cumplido por los signos exteriores que ofrecía: vestido de saco, etc.). Por eso, agrega:«¿Para qué he de esperar más en Jehová? ¡Me voy a rendir a los sirios!»

2 Reyes 6:24 explicación
2 Reyes 6:24 reflexión para meditar
2 Reyes 6:24 resumen corto para entender
2 Reyes 6:24 explicación teológica para estudiar
2 Reyes 6:24 resumen para niños
2 Reyes 6:24 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí