2 Tesalonicenses 3:6 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

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En esta porción, el apóstol ordena, en el nombre de Jesucristo, que se guarde en la congregación de Tesalónica la debida disciplina y el buen orden.

1. «Os ordenamos, hermanos, dice (v. 2Ts 3:1), en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que se conduce desordenadamente y no conforme a la enseñanza (gr. parádosin, el mismo vocablo de 2Ts 2:15) que recibisteis de parte de (gr. para) nosotros» (lit.). Es de notar aquí:

(A) Que se trata de una orden, no de un consejo o de una exhortación, y que esta orden es dada en nombre de nuestro Señor Jesucristo, esto es, con la autoridad apostólica conferida por el Señor. Esto indica que avisos anteriores no habían dado resultado.

(B) Esto último parece confirmarse por lo estricto de la orden que Pablo da: separarse de todo hermano que ande desordenadamente, lo cual equivale a no tener comunión con él (comp. con 1Co 5:11).

(C) Que Pablo les había enseñado a que se comportaran como es debido y, sin embargo, había quienes hacían caso omiso de esta enseñanza.

(D) El adverbio atáktos, sin orden, no significa que tales individuos estuviesen ociosos (v. el comentario a 1Ts 5:14), donde tenemos en forma de adjetivo sustantivado tous atáktous), sino que estaban demasiado ocupados en cosas ajenas (comp. con el v. 2Ts 3:11).

2. Por supuesto, al entremeterse en otras cosas, no trabajaban en nada (v. 2Ts 3:11), por lo que el apóstol les propone como ejemplo a sí mismo (vv. 2Ts 3:7-9), la forma como se había comportado y el trabajo fatigoso con el que había pechado (comp. con 1Ts 1:6; 1Ts 2:3-12), a pesar de que podía haber ejercido su derecho (v. 2Ts 3:9) a mantenerse a costa de quienes recibían sus enseñanzas (comp. con 1Co 9:3-18; 1Ts 2:6, 1Ts 2:9). «Comer el pan» es un conocido hebraísmo, ya que el hebreo léjem, pan, se aplica en la Biblia a toda clase de alimento sólido (ya desde Gén 3:19). Los «sin orden» de la congregación de Tesalónica sabían (v. 2Ts 3:7) como era menester (gr. dei, no se trata de mera congruencia) imitar a Pablo, por lo que no tenían ninguna excusa: ante ellos estaba la enseñanza y, sobre todo, el ejemplo del apóstol.

3. El versículo 2Ts 3:10 dice literalmente: «Porque incluso cuando estábamos junto a (gr. pros, la misma preposición de Jua 1:1) vosotros, esto os ordenábamos (el mismo verbo del v. 2Ts 3:6): Si alguno no quiere trabajar, que ni siquiera coma». Con ese «ni siquiera», el apóstol da a entender que a tal individuo no se le debe proveer de ningún alimento, ni aun de lo más común, como verduras o legumbres. El verbo ordenábamos, en pretérito imperfecto, indica que Pablo solía repetir esta orden.

4. A continuación, explica la razón de la medida tan estricta que está ordenando (v. 2Ts 3:11): «Porque oímos (presente, es decir, estamos oyendo continuamente) que algunos de entre vosotros andan desordenadamente (de nuevo, atáktos), no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno». Es curioso el contraste que Pablo establece aquí entre el verbo ergazoménous (participio de presente) y su compuesto, también en participio de presente, periergazoménous que, literalmente significa «trabajando alrededor», con lo que se indica claramente la salida de la propia esfera de trabajo, en la que el desordenado debería estar ocupado, para ir «dando vueltas» hacia otros lugares que no son el suyo. Pablo retrata aquí a muchas personas que todos conocemos: sabedoras de todo lo que se cuece en el vecindario, que van de casa en casa, de corrillo en corrillo, dando y recibiendo «las últimas noticias».

5. Como la cosa es seria, el apóstol repite, con otras palabras, la misma orden de los versículos 2Ts 3:6 y 2Ts 3:10 (v. 2Ts 3:12): «A los tales ordenamos y exhortamos (los dos verbos están en presente) en (lit.) nuestro Señor Jesucristo (con su autoridad, como en el v. 2Ts 3:6) que, trabajando con tranquilidad (lit.), coman su propio pan». Lo de «con tranquilidad» es lo contrario de la vida agitada, en búsqueda de excitaciones, de los individuos en cuestión; y lo de que «coman su propio pan» significa que han de comer el pan con el sudor de su frente, pues tales gentes suelen estar inclinadas a comerse el pan de los demás, y son así los parásitos de la sociedad.

6. «Mas vosotros, hermanos, continúa el apóstol (v. 2Ts 3:13), no os canséis de hacer el bien.» El verbo griego enkakéo, que suele verterse por cansarse o desmayar, sale seis veces en todo el Nuevo Testamento (aquí y en Luc 18:1; 2Co 4:1, 2Co 4:16; Gál 6:9 y Efe 3:13); en un principio significaba «portarse mal en» una situación determinada; pero después llegó a significar «pasarlo mal, cansarse, amilanarse». Lo de «hacer el bien» está aquí expresado con un solo vocablo: kalopoioúntes (en participio de presente), única vez que sale así en todo el Nuevo Testamento. Su significado preciso, como observa Milligan, es «hacer lo que es excelente y que, como tal, es notorio a los demás». La experiencia nos dice que los malos no se cansan de hacer el mal, mientras que los buenos sienten continuas tentaciones a cansarse de hacer el bien. La razón es nuestra congénita propensión al mal, por la que el vicio se desliza fácilmente como por un plano inclinado, mientras que la virtud pugna por abrirse paso dificultosamente hacia arriba.

7. Los versículos 2Ts 3:14 y 2Ts 3:15 aparecen con toda claridad en la NVI: «Si alguno no obedece las instrucciones que os damos en esta carta, tomad buena nota de él y no os juntéis con él, para que se sienta avergonzado. Pero no le consideréis como enemigo, sino amonestadle como a hermano».

(A) El apóstol usa aquí para obedecer el verbo hupakoúo que, como da a entender su etimología, significa «oír desde abajo», lo que indica mostrar deferencia al que habla, como a quien está colocado en una posición más alta. Se aplicaba, como dice Morris, «a quien, al estar en la posición de portero, salía para escuchar» (cf. su uso en Hch 12:13, donde se traduce por «escuchar»).

(B) Apenas merece mención la opinión de quienes construyen este versículo 2Ts 3:14 de forma diferente, como si Pablo dijese: «Y si alguno no obedece … hacédmelo saber por medio de una carta». Contra esta versión militan dos razones gramaticales poderosas: (a) El texto dice «mediante la carta», donde el artículo equivale al adjetivo demostrativo «esta». Si fuese correcta dicha opinión, sobraría el artículo; (b) el apóstol ponía mucho cuidado en el hipérbaton de énfasis, y colocaba en el lugar más apropiado lo que deseaba resaltar. Según dicha opinión, el apóstol diría: «por medio de la carta a ése señalad», cuando el énfasis exigiría escribir: «a ése por medio de una carta señalad».

(C) Discuten los autores sobre si el apóstol, por medio de la frase «no os juntéis con él», da a entender que debía ser puesto fuera de comunión (así parece opinar J. Leal) o se trata únicamente de que se desapruebe su conducta y se le relegue al ostracismo dentro de la comunidad (Ryrie, Morris). Aunque el verbo griego sunanamígnusthai, mezclarse, sale también en 1Co 5:9, 1Co 5:11, no puede decirse que el caso sea semejante, puesto que el pecado aquí denunciado no tiene ni la gravedad ni la notoriedad, cara al exterior, de los que allí denuncia el apóstol.

(D) Si se compara con 1Co 5:5, se advierte también que la finalidad de la medida que aquí exige el apóstol no es tan fuerte como en el caso del incestuoso de Corinto a la vista del objetivo que se persigue: en el caso del incestuoso, había de entregársele al dominio de Satanás, esto es, a la esfera fuera de la iglesia, allí donde el Maligno ejerce su poder dañino; en cambio, lo que aquí se busca es simplemente «que se sienta avergonzado», es decir, que se percate de que se comporta mal y sienta la sana vergüenza que conduce al arrepentimiento.

(E) En casos como éste, se suele tomar uno de dos caminos igualmente incorrectos: o se permite a tal individuo continuar en su rebeldía o se le aplica la pena de privarle de la comunión eclesial. Pero el apóstol advierte (v. 2Ts 3:15) que la corrección a tal hermano ha de hacerse con toda ternura y con sincero amor, pues lo que se persigue no es castigarle, sino restaurarle. Ésta es la octava y última vez que Pablo usa el verbo griego nouthetéo (lit. fijar en la mente), que suele traducirse por «amonestar». Las ocho veces procede de la boca o de la pluma de Pablo (v. además de aquí, Hch 20:31; Rom 15:14; 1Co 4:14; Col 1:28; Col 3:16; 1Ts 5:12, 1Ts 5:14). Morris ve aquí «un acto básicamente amistoso, en el espíritu de Pro 27:6».

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