Devocional Cristiano – Mensaje a Sardis

Mensaje a Sardis


Tienes fama de estar vivo, pero en realidad estás muerto, ¡Despierta! Reaviva lo que aún es rescatable, pues no he encontrado que tus obras sean perfectas delante de mi Dios.Así que recuerda lo que has recibido y oído, obedécelo y arrepiéntete?. Apocalipsis 3:2-3

Sardis fue la capital del antiguo Reino de Lidia, era una ciudad de gran riqueza y fama, pero también era sede de muchos cultos paganos, tales como el de Artemisa, el de Cibeles, el de Démeter y el de Perséfone.

El que tiene los siete espíritus de Dios es decir el que tiene la plenitud del Espíritu para redargüir el pecado yla profesión hueca se detuvo a observar la congregación en Sardis.

¿Se dan cuenta como el Señor presta atención a cada cosa que sucede dentro de nuestras Iglesiasí

¡Cómo no va a vigilar nuestros actos!, nos reunimos en el Nombre de Jesús, declaramos que él es nuestro Esposo y nosotras la novia fiel, aunque imperfectos y llenos de debilidades somos la Iglesia reconocida como tal en la ciudad que pertenecemos, en la puerta de nuestros hermosos templos está un letrero que identifica nuestra razón de ser: ?Iglesia?, Cristo tiene derecho de detenerse para observar con prolijidad cada pormenor que acontece entre nosotros.

El Señor, perfecto en Santidad, se detuvo en Sardis y observó con ojos de fuego a su congregación, así como mira la Iglesia en la te reúnes hoy, él llenó de reproches a esta Iglesia que tenía fama de viva y espiritual:

1.Tienes fama de estar vivo, pero en realidad estás muerto.

2.¡Despierta! Reaviva lo que aún es rescatable.

3.No he encontrado que tus obras sean perfectas.

4.Recuerda lo que has recibido y oído.

5.Obedece y arrepiéntete.

6.Si no te mantienes despierto, cuando menos lo esperes caeré sobre ti como ladrón.

7.Pero tienes cuantosque no han manchado sus ropas, ellos por dignos, andarán conmigo vestidos de blanco.

La Iglesia de Sardis estaba revestida del mismo vestido que usaban los vecinos que la rodeaban.A veces pareciera que la Iglesia toma las costumbres del lugar donde está.Por ejemplo, en el vecindario donde estaba ubicada laIglesia que nací era costumbre celebrar fiestas a cada ?santo? de Lima, cada mes podías ver diferentes procesiones marchar por la puerta del Templo, la gente era la misma, el ?santo? era el que cambiaba.¿Cómo se podía colar esta costumbre en nuestra congregación? Algunos hermanos sólo venían a los cultos cuando había alguna fiesta especial, llámese, Navidad, Año Nuevo, Santa Cena, Semana Santa o Escuela Bíblica de vacaciones.Los demás días de año no existían. Brillaban por su ausencia.

Otro ejemplo, una de las Iglesias que pastoreamos de jovencitos mi esposo y yo, tenía la costumbre de tratar a los pastores como empleados, la junta de ancianos eran los jefes, ellos dictaban las actividades del año y vigilaban si los pastores visitaban a la congregación o si estaban todos los días haciendo su hora de oficina o consejería.Este templo estaba en un lugar de la Lima antigua, lugar rodeado de Ministerios, Bancos, Oficinas Estatales, etc.

La Iglesia de Sardis estaba ubicada en un lugar rodeado de cementerios, en esta ciudadolía a muerte, que fácil fue para la congregación habituarse a la rigidez y frialdad de los que ya no viven.

Sin embargo Sardis tenía reputación de estar viva, sus vecinos creían que estaba llena de vitalidad espiritual, sin embargo el escudriñador de los corazones que ve como ningún hombre ve, la declaró muerta.

¿Cuántos de nosotros creemos que lo mejor es lo óptimo, lo más respetado y popular? ¡Que fácil es ser engañado por las apariencias! Sardis se engañaba así mi misma respecto de su verdadera condición.

El Señor exhortó a su Iglesia ?se vigilante? esta frase en griego se lee = Llega a serlo que no eres, vigila tus pasos, fortalece las pocas cosas que te quedan, las que tu mortífero sueño aún no están extinguidas.Estas cosas muertas no son sino personas, que parecen vivas, pero que están adormiladas, a punto morir.

Cuando pienso en lo que hemos recibido como Iglesia me lleno de temor pensando en lo que Dios medemandará.

Nuestras amadas congregaciones han recibido la doctrina pura, nuestro deber es guardar las verdades de Dios sin usarla como pretexto para alcanzar la fama o renombre que no nos pertenece, el Señor vendrá y tendrá un juicio sobre lo que hicimos con su Palabra Santa.

Sardis había caído en la apatía espiritual, los nombres de sus miembros estaban escritos en el Libro de la vida, eran conocidos como propiedad de Dios, pero tenían que vivir de acuerdo a la verdadera vida en plenitud.

Hubieron algunos que no ensuciaron sus vestiduras en esta Iglesia sardiana, los vestidos de la profesión cristiana no estaban manchados eran de lino fino resplandecientes, como ropaje de bodas.Sus nombres estaban escritos en el libro de la Vida.

Era costumbre de estas ciudades antiguas llevar un libro o registro de sus ciudadanos, los nombres de los muertos inmediatamente eran borrados.Así que los tienen un nombre que viven y están muertos se borrarán de la lista de Dios de los ciudadanos celestiales y herederos de la vida eterna.

La Iglesia de Sardis se parece un poco o mucho a nuestras Iglesias de hoy, no he escrito este devocional con el fin de juzgar a mis amados hermanos, que Dios me castigue si ese fuera mi objetivo, tengo temor a Dios y lo que intento es declarar una enseñanza que nos motive a cambiar una mala actitud antes que sólo hacer juicios a amados hermanos.Tenemos que vivir, tener una vida en plenitud, significa morir y resucitar en Cristo, no quiero tener fama de ser vivaracha, quiero vivir la vida de Cristo.

Los amo mucho

Martha V. de Bardales

Iglesia Bíblica Emmanuel de la Molina

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