[Grafica Cristiana] Cuando Dios Parece Distante

Cuando Dios Parece Distante

 

El Señor ha escondido su rostro del pueblo?

pero yo esperaré en él, pues en él tengo

puesta mi esperanza.

Isaías 8:17 (NVI)

 

 

Dios es real, sin importar como te sientas.

 

Cuando las cosas marchan bien en nuestra vida, es fácil adorar a Dios: cuando nos ha provisto de alimento, amigos, familia, salud y alegría. Pero las circunstancias no siempre son tan agradables. ¿Cómo adoramos a Dios, entoncesí ¿Qué hacemos cuando Dios parece estar a millones de kilómetros de distancia?

 

La prueba de la amistad es la separación y el silencio; cuando estamos separados por una distancia física o nos vemos imposibilitados de hablar. En el caso de nuestra amistad con Dios, no siempre nos sentimos cercanos él. Philip Yancey, puntualiza: ¿en cualquier relación hay momentos de intimidad y momentos de distanciamiento, y en la relación con Dios, no importa lo íntima que sea, el péndulo también se moverá de un lado a otro?[1]

 

Para madurar nuestra amistad, Dios la pondrá a prueba con períodos de aparente separación: momentos en que sentiremos que nos abandonó o nos olvidó. Dios parecerá estar a millones de kilómetrosí

 

Aparte de Jesús, David fue quien posiblemente tuvo más amistad con Dios. El Señor tenía el placer de llamarlo ?un hombre conforme a mi corazón?. Sin embargo, David con frecuencia se quejaba de la aparente ausencia de Dios: ?Dios mío, ¿por qué te quedas lejosí ¿por qué te escondes de mí cuando más te necesito? Lejos estás para salvarme, lejos de mis palabras de lamento?, ?¿Por qué me has rechazado??

 

Por supuesto, Dios en realidad no había dejado a David, como tampoco te dejará a ti. Ha prometido varias veces: ?Nunca te dejaré ni te abandonaré?. Pero Dios no te promete: ?siempre sentirás mi presencia?. En efecto, Dios reconoce que a veces oculta su rostro de nosotros. A veces es como si fuera un DEA, un ?desaparecido en acción? en nuestra vida.

 

?Oras, pero no pasa nada. Reprendes al diablo, pero nada cambia. Realizas tus ejercicios espiritualesÉles pides a tus amigos que oren por ti? confiesas todos los pecados que puedas imaginar y les pides perdón a todos tus conocidos. Ayunasípero nada pasa. Comienzas a preguntarte cuanto tiempo durará esta penumbra espiritual. ¿Díasí ¿Semanasí ¿Mesesí ¿Terminará algún día? ? sientes que tus oraciones rebotan del techo. Al borde de la desesperación, gritas: ?¿Qué me pasa??.

 

La verdad es que ¡nada está mal! Es una parte normal de la prueba y la maduración de nuestra amistad con Dios. Todos los cristianos atravesamos esta situación por lo menos una vez, y por lo general varias veces. Es doloroso y desconcertante, pero es absolutamente vital para el desarrollo de la fe?

 

Cuando Dios parece distante, puedes sentir que está enojado contigo o que te está disciplinando por algún pecado. Es cierto, el pecado nos puede desvincular de la amistad íntima con Dios. Entristecemos al Espíritu de Dios y apagamos nuestra comunión con la desobediencia, el conflicto con los demás, las múltiples ocupaciones, la amistad con el mundo y otros pecados.

 

Pero este sentimiento de abandono y distanciamiento de Dios no suele tener nada que ver con el pecado. Es una prueba de fe, una que todos debemos enfrentar: ¿seguirás amando, confiando, obedeciendo y adorando a Dios aunque no sientas su presencia ni tengas prueba evidente y visible de su obra en tu vida?

 

En la actualidad, el error más común de los cristianos con respecto a la adoración es que buscan una experiencia, más que a Dios. Buscan un sentimiento y, si lo encuentran, concluyen que han adorado. ¡Que equivocación! En realidad, Dios suele retirar nuestros sentimientos para que no dependamos de ellos. La adoración no es la búsqueda de un sentimiento, incluso si se trata de uno de intimidad con Cristo.

 

Cuando eras cristiano ?en pañalesí, Dios te dio varias emociones y contestaba tus oraciones inmaduras y egocéntricas, para que confirmaras su existencia. Pero a medida que crecemos en la fe, nos aparta gradualmente de esas dependencias.

 

La omnipresencia de Dios y la manifestación de su presencia son dos cosas distintas. Una, es un hecho; la otra, es un sentimiento. Dios está siempre presente, aunque no estemos conscientes de él; su presencia es demasiado profunda para medirla con meras emociones.

Sí, Dios quiere que sientas su presencia, pero prefiere que confíes en él aunque no los sientas. A Dios le agrada la fe, no los sentimientos.

 

Las situaciones que más apelarán a tu fe serán aquellas cuando tu vida se derrumbe y no puedas percibir a Dios. Fue lo que le sucedió a Job. En un solo día perdió todo: su familia, su negocio, su salud, todas las posesiones. Fue de lo más desalentador: ¡por treinta y siete capítulos Dios no dijo nada!

 

¿Cómo podemos alabar a Dios cuando no entendemos lo que pasa en nuestra vida y él calla? ¿Cómo mantener el vínculo en medio de una crisis si no hay comunicación? ¿Cómo mantener la vista en Jesús cuando nuestros ojos están llenos de lágrimasí Hagamos lo que hizo Job: ?Se dejó caer al suelo en actitud de adoración. Entonces dijo:`Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!´?

 

Tomado del libro ?Una Vida con Propósito? de Rick Warren

 


[1]Philip Yancey ?Alcanzando al Dios Invisible? Zondervan, Grand Rapids, 2000, p.242

Víctor Marcano
Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú, y tu casa – Hechos 16:31
victor_marcano@yahoo.com
          Venezuela

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí