UN JARRON DE BUENAS INTENCIONES Y SECRETOS DEL CORAZON DE MUJER.

Hay un refran que dice que de buenas intenciones esta hecho el camino al infierno y es verdad, porque muchas veces tenemos intenciones de hacer mil cosas, pero no realizamos ni la mitad de ellas, ademas dice el Señor que la intención del corazon es lo que le agrada a El o no, por tanto desde hoy en adelante pensemos bien que cosas vamos hacer, una a la vez y nos ira mejor, no ofendemos al Señor y podemos hacer lo que a nuestro alcance podamos, asi que este mensaje es muy diciente en este aspecto.

UN JARRON DE BUENAS INTENCIONES.

En una tira cómica de Rabanitos, de Charles Schulz, Marcie regala unas flores a su maestra. Para no quedarse atrás, Peppermint Patty dice a la maestra: «Yo pensé en hacer lo mismo, señora, pero nunca lo hice. ¿Le sería útil un jarrón lleno de buenas intenciones?»

Todos hemos tenido intenciones de hacer algo bueno pero no lo hemos hecho. Tal vez querramos hacer una llamada para ver cómo está un amigo, o visitar a un vecino enfermo, o escribir una nota de aliento a un ser querido. Pero no sacamos el tiempo para hacerlo.

Algunas personas saben que Jesucristo es el único camino al cielo y piensan confiar en Él un día. Sin embargo, se la pasan posponiéndolo. Puede que tengan buenas intenciones, pero eso no da salvación.

Tal vez como cristianos digamos que queremos estar más cerca del Señor, pero de alguna manera no sacamos el tiempo para leer la Palabra de Dios ni orar.

Santiago tiene palabras fuertes acerca de este problema

SECRETOS DEL CORAZON DE MUJER

Cosas que no son dichas, solo pensadas y esfumadas.

Después de un día agotador, de corretear detrás de chiquillos, de los hijos o los nietos, qué cansada me siento.

Dicen todos que soy el centro del hogar, dicen que las cosas no son iguales cuando no estoy. Cuando me he enfermado dicen que me extrañan, pero ¿por qué será que me extrañan? A veces pienso que es solo para que cumpla mis deberes como me corresponden. Los oigo quejarse «la comida no tuvo sazón». Me extrañan, cosa que no entiendo porque siempre como de último, para que los demás coman bien, y cuando me siento a comer ya todos han terminado y nadie se ha fijado qué había en mi plato. No escucho un «gracias» o un «lo apreciamos».

¡Qué agotado está mi cuerpo! Qué decir de mis manos, mis uñas que mal se ven, ya ni siquiera puedo ocuparme de ellas. A nadie parece importarle cómo se ven mis manos, mis cabellos, o mi rostro, o mis pies. Hay ocasiones en que quisiera volar, volar y volar.

Al contrario de la mujer virtuosa del libro de Proverbios, a la que todos en su casa alababan, tengo hambre de esas manifestaciones en mi familia. No es que busque llamar la atención o busque adulaciones, o halagos forzados para alimentar mi ego, lo que busco solamente son esas expresiones que llenen mi necesidad de mujer, la palabra de afirmación.

Quisiera decir que soy esa mujer que sufre callada para no alterar a nadie? nadie lo sabe.

Quisiera decir que no soy una mujer de hierro a la que nunca se le doblan las rodillas, que puede hacer mil y una cosas y que nunca se cansa.

Quisiera decir que soy una mujer que se emociona con las flores y las palabras de aprecio.

Quisiera decir que soy una mujer que necesita desahogar su corazón a cántaros, ya que muchas veces mis lágrimas de dolor ocultas, han sido mi pan diario.

Quiero decir que soy una mujer que necesita ser satisfecha en su necesidad de justicia, que tiene hambre insaciable de comer de ese Pan de Vida, que sacia y calma el alma herida
(San Juan 6:35, 51).

Ana de Irigoyen

Mujer ejemplar,[e] ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas!
Su esposo confía plenamente en ella y no necesita de ganancias mal habidas.
Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida. Prov 31:10-12

Cuan cierto es todo lo que nos refiere la mujer del mensaje, se aprecia muy poco el esfuerzo que una mama y ama de casa hace durante la mañana o todo el dia en casa, recibe muy pocas palabras de aliento y animo para que haga sus labores sin sentirse menospreciada, si hemos sido de los que menos decimos algo al respecto, que cuando comamos nos acordemos que eso que degustamos requirió de tiempo, esfuerzo y mucho amor, digamos lo que nuestro corazon nos dicte y las haremos felices.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA.

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