Devocional Diario 06 de Octubre del 2005

 

 

 

 

 

 

Jueves 06 de Octubre del 2005

 

 

Salmo 94:9 y 11

El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?… El Señor conoce los pensamientos de los hombres.


Salmo 65:2

Tú oyes la oración.

 

Dios nos escucha

 

 

 

 

Para mucha gente la oración se limita a algunas frases aprendidas de memoria. Pero eso no es orar.

Orar es dirigirse a Dios como un hijo le habla a su padre. En toda la tierra, millones de personas pueden hablarle al Señor al mismo tiempo, porque ningún pensamiento de hombre alguno escapa a su perfecto conocimiento. Varios salmos de David lo afirman: “Has entendido desde lejos mis pensamientos… todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Señor, tú la sabes toda” (Salmo 139:2-4). “Desde el cielo mira el Señor; ve a todos los hijos de los hombres: desde el lugar de su morada observa a todos los moradores de la tierra” (Salmo 33:13-14,V.M.)

Orar es exponerle a Dios todas nuestras penas y necesidades. Es tener la seguridad de que él escucha y responderá según su perfecto conocimiento de lo que es bueno para los que se dirigen a él. Cuando nos habla mediante su Palabra, la Biblia, también quiere que le demos gracias por lo que nos revela. Dios es amor y el hecho de que nos escuche es una prueba de ello.
El creyente tiene el privilegio de dirigir sus oraciones al Padre. El Señor Jesús alienta a los suyos para que se dirijan directamente a Dios, recordándoles: “De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará… El Padre mismo os ama” (Juan 16:23-27).

 

 

 

 

 

 

© Ediciones Bíblicas “La Buena Semilla 1166 PERROY (Suiza)

 

Usted está suscrito a la lista La Buena Semilla. Si no desea continuar en esta lista envíe un e-mail con el asunto REMOVER a labuenasemilla@casadelabiblia.org

 

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí