Empieza a ahorrar

Empieza a ahorrar

Esta es la primera generación de latinoamericanos que se ha olvidado del ?colchón de los abuelosí. Nuestros abuelos siempre tenían algo de dinero guardado ?debajo del colchón? para los días malos.

Por Dr. Andrés G. Panasiuk

Sin embargo, hoy en día, nuestra generación consumista de adolescentes de 40 años no sólo nos hemos gastado todo el dinero del colchón de los abuelos, sino que hasta hemos empeñado el colchón? y muchas veces ¡hasta los abuelos!
Si queremos empezar a ahorrar como lo hacían nuestros abuelitos, tenemos que empezar a rechazar ciertas enseñanzas básicas de la sociedad de consumo en la que vivimos. Como, por ejemplo, la frase ?Compre y ahorre? –¡uno no puede gastar y ahorrar al mismo tiempo! . La excepción a este principio sería cuando Usted compra para satisfacer una necesidad real y, si ésta compra se realiza a un precio más barato que el normal.
Para empezar a ahorrar, primero debemos clarificar dos conceptos: lo que es ?necesidad? y lo que es ?deseo?. Se define como ?necesidad», a todo lo que es imprescindible para sobrevivir: La alimentación, la vestimenta, un lugar donde vivir y todo aquello que estemos requiriendo para nuestra supervivencia en seguridad, salud y transporte. De otro lado, cuando hablamos de las compras que queremos hacer y que no estén calificadas como necesidades, nos estamos refiriendo a los «deseos»; éstos son anhelos de cosas no indispensables para sobrevivir. Cuidado con la forma en la que hablas, porque tu cerebro y tu corazón trabajarán arduamente en tratar de satisfacer tus necesidades.
Cuando sabemos diferenciar lo que son necesidades y deseos, notaremos que la gente incurre en errores cuando dice: «Necesito una computadora» o «Necesitamos una cámara digital para sacar fotos», cuando en realidad deberían estar diciendo: ¡Me gustaría comprarme una computadora! O ¡Cómo nos gustaría tener una cámara digital para sacar fotos!
Nuestras necesidades deben ser satisfechas sin mayores dudas ni retrasos. Sin embargo, nuestros deseos deberían ser satisfechos sólo después de satisfacer nuestras necesidades y… ¡Si tenemos los recursos económicos para hacerlo! Usted nunca debería comprar un deseo incurriendo en deudas.
Lamentablemente, en los últimos 30 años, los mercadólogos nos han convencido que nuestros deseos son necesidades y han hecho que experimentemos una ansiedad que nos impulsa a satisfacer esos deseos como si fueran necesidades. Pero ¿A dónde nos conducen estas ansiedadesí ¡A que terminemos gastando todo nuestro dinero disponible en vez de quedarnos con un pequeño excedente cada mes que podamos ahorrar para satisfacer aquellas cosas que necesitaremos a largo plazo o para no sufrir tanto en las épocas difíciles de la vida!

El sabio Agur, en el libro de los Proverbios, afirma: «Élas hormigas no son fuertes, pero almacenan para el invierno…» (Proverbios 30: 25, LBD). La economía es cíclica: siempre hay tiempos de abundancia y hay tiempos de escasez. Aprendamos de las hormigas, entonces, ahora que tenemos suficiente para vivir, establezcamos la costumbre del ahorro y así tendremos lo suficiente para cuando vengan los tiempos difíciles.

Todos podemos ahorrar. No necesitamos comenzar con grandes sumas de dinero Élas hormigas tampoco ?son fuertesí. Comienza de a poquito y crea el hábito. Eso es lo más importante.
¡Anímate! Coloca un sobrecito debajo del colchón de tu cama hoy mismo? y ¡haz feliz a tu abuelo!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí