[devocional-jueves] 26 de enero de 2006 – ?Qui?n es verdaderamente libre? (1)

Éramosí esclavos de concupiscencias y deleites diversos. 
Tito 3:3.

¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro? 
La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús
me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 

Romanos 7:24; 8:2.

¿Quién es verdaderamente libre? (1)

       Como un irónico desafío, una prisión muy grande erige sus siniestros muros al lado de un jardín público llamado Plaza de la Libertad. Y me pregunto si la gente que allí se sienta a disfrutar los rayos del sol es más libre que los que están a unos cien metros, detrás de las rejas. Hoy día los hombres hablan fácilmente de la liberación de tabúes, pero en realidad son manejados por sus propias pasiones, a las cuales son incapaces de dominar (2 Pedro 2:19).

       Aun cuando nos convertimos a Cristo, ¿a veces no experimentamos ese poder del mal que nos subyuga? A menudo volvemos a caer en las mismas faltas que nos avergüenzan. Muchos cristianos sinceros se encerraron en monasterios para sustraerse a la tentación, pero no pudieron alcanzar su objetivo.

       Entonces, ¿cuáles son mis recursosí

? Aceptar de una vez para siempre lo que nos explica la Escritura y lo que confirma mi experiencia: mi naturaleza es profundamente mala. Basta una mala fruta para demostrar que el árbol es malo (Romanos 7:18).

? Reconocer que por mis propias fuerzas no puedo domar todos mis malos impulsos (Romanos 7:19).

? Captar por la fe que sólo la muerte de Cristo me liberó del ?pecado que mora en mí?.

? Vivir con el socorro del Espíritu Santo para hacer lo que agrada a Dios.

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