[CE-Peru] El fuego ardiente es para… y alimento matutino (jueves)

        Practicando los libros de 1 y 2 de Tesalonicenses
      Semana 22 --- Ser glorificado en Sus santos
      Jueves --- Leer con oración: 1 P 4:12-13; 2 Ts 1:7-8
  ?Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría? (1 P 4:12-13)
  EL FUEGO ARDIENTE ES PARA QUEMAR LAS IMPUREZAS DEL ALMA
  Pedro en su primera epístola, escribe sobre la experiencia de sus sufrimientos: ?Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría? (1 P 4:12-13).
  El Señor Jesús se manifestará con los ángeles de Su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecieron a Su evangelio (2 Ts 1:7-8), pero antes de eso, el Señor quiere que pasemos por el fuego ardiente, para ser purificados como se refina el oro, quitando todas las impurezas del alma. Así que, cuando el vuelva no tendrá ningún problema con nosotros, pues ya habrá quitado todo lo que era necesario quitar.
  Para que nuestra constitución natural sea totalmente quemada, necesitamos abrirnos a ese fuego ardiente, y no considerarlo extraño. Tenemos que pasar por eso, no ?como si alguna cosa extraña nos haya acontecido? (1 P 4:12b). Eso es algo extraordinario, pero es muy común y normal, porque aún no nos libramos de vivir en nuestra vida natural. Si permitimos que el fuego ardiente queme los elementos naturales que necesitan ser quemados, el Señor también permitirá que Su vida divina aumente en nosotros, y cuando Cristo se manifieste, seremos glorificados (v. 14), por eso nuestro vivir no sólo debe ser digno de Dios, sino también de Su reino y gloria (1 Ts 2:12).
  Segunda de Tesalonicenses 1:6-7 dice: ?Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder?. Recibiremos la gloria cuando el Señor venga y sea glorificado (v. 10). Eso ocurrirá en los santos que ya se negaron a sí mismos; ellos estarán llenos de la vida de Dios, serán dignos de Dios, dignos de Su reino en medio de los sufrimientos, y dignos de la gloria de Dios. ¡Gracias al Señor! ¡Dios será glorificado en Sus santos y nosotros también seremos glorificados en Él!
  Ser glorificado es un punto muy importante. Si logramos pasar por el juicio de Dios, veremos la gloria, es decir, el reino milenario, un reino lleno de gloria. Por eso mientras vivamos en la tierra, que nuestro andar, vivir y comportamiento sean dignos de Dios. Necesitamos vivir siempre en la luz del rostro de Dios para vivir siempre en Él, para que él disfrute de nuestra presencia y nosotros de la suya. Así que, cuando sufrimos, no sufrimos solos, sino con Él. Cuando pasamos por sufrimientos, no digamos: ?¡Señor, no aguanto este sufrimiento, es demasiado!?. Antes bien debemos decir: ?Señor, te doy gracias, pues en medio del sufrimiento, Tú sufres conmigo, y si no fuese por este sufrimiento, yo no buscaría Tu presencia. Ahora paso por esto, mas Tú estás presente y yo sufro juntamente contigo?. De esa manera, estemos dispuestos a sufrir por el reino de Dios, para que Él sea glorificado en Sus santos, y los santos también entren en Su gloria.
  Punto Clave:
Estar dispuestos a sufrir por el reino de Dios
  Pregunta:
¿Cómo el fuego ardiente puede dejar de venir?
  Dong Yu Lan
  Derechos reservados a: Editora ?Árvore da Vida?
  ¡Jesús es el Señor!
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              SEMANA 4 ? DÍA 4
  Alimento matutino
  Sal.133:1-3 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es / Habitar los hermanos juntos en unidad! / Es como el buen óleo sobre la cabeza, / El cual descendió sobre la barba, / La barba de Aarón, / Y bajó hasta el borde de sus vestiduras; / Como el rocío de Hermón, / Que descendió sobre los montes de Sion; / Porque allí mandó Jehová bendición: / La vida eterna.
  [El] salmo [133] es tan profundo que es difícil hablar acerca de él?Observen que [en el versículo 1] el salmista usa dos adjetivos para describir a los hermanos que moran juntos en unidad. Él dice que esto es ?bueno? y ?delicioso?. La razón por la cual se usan dos adjetivos es que en los versículos siguientes se asemeja el hecho de vivir juntos en unidad a dos cosas: al buen óleo derramado sobre la cabeza de Aarón y al rocío de Hermón que desciende sobre los montes de Sion. Estos dos adjetivos aluden a los dos aspectos de la unidad. La unidad es buena y deliciosa; es buena como el buen óleo y deliciosa como el rocío que desciende sobre los montes de Sion.
  De estos aspectos, el primero, Aarón, es una persona, y el segundo, Sion, es un lugar?Por una parte, la iglesia es una persona; por otra, es un lugar. Como una persona, la iglesia incluye la Cabeza y el Cuerpo; y como un lugar, la iglesia es la morada de DiosíEl óleo y el rocío tienen que ver con estos dos aspectos de la iglesia. (The Genuine Ground of Oneness, pág. 78)
  Lectura para hoy
  [El óleo mencionado en el versículo 2] es el aceite de la unción descrito en Éxodo 30. El aceite de la unción es un ungüento compuesto que se hacía al mezclar cuatro especias con aceite de olivas. Con este ungüento eran ungidos Aarón, sus hijos, el tabernáculo y todo lo relacionado con éste. Según el salmo 133, este ungüento, este aceite compuesto de la unción, era derramado sobre una persona, Aarón. Hemos señalado que, en contraste con esto, el rocío que refresca, riega y satura descendía sobre un lugar: los montes de Sion.
  Ni el aceite de la unción ni el rocío que satura descienden rápidamente. El rocío no caía como la lluvia, sino que descendía, bajaba, de una manera gradual. Del mismo modo, el ungüento realmente no escurría por la barba de Aarón, sino que se extendía lentamente sobre su barba y luego bajaba hasta el borde de sus vestiduras ? La unidad genuina se compone del ungüento que se extiende lentamente y del rocío que desciende.
  La verdadera unidad es la mezcla del Dios procesado con los creyentes. Aunque esto se revela en el Nuevo Testamento, no se nos muestra allí la manera de practicar esta unidad. La manera de poner en práctica esta mezcla se halla en el salmo 133. El óleo mencionado en el versículo 2 tipifica al Dios Triuno procesado, quien es hoy el Espíritu compuesto y todo-inclusivo ? En este Espíritu compuesto no sólo tenemos divinidad, sino también la humanidad de Cristo, la eficacia de Su muerte y el poder de Su resurrección? En la vida de iglesia, este Espíritu compuesto nos unge constantemente.
  Podemos comparar el ungüento con la pintura, y la acción de ungir con la aplicación de la pintura. Cuando usted pinta una silla, es posible que aplique varias capas de pintura, una tras otra. A medida que el Espíritu compuesto nos unge, nos ?pinta?, y la ?pintura? que nos aplica es el propio Dios Triuno. En esta ?pintura? tenemos la humanidad de Cristo, la eficacia de Su muerte y el poder de Su resurrección. También tenemos la divinidad de Cristo y Su vivir humano. A medida que todos estos ingredientes del ungüento nos son aplicados, somos ?pintadosí con el Dios Triuno procesado y con todos los elementos del ungüento compuesto. Una vida de iglesia apropiada es una que se lleva en la unidad, que es la mezcla del Dios Triuno procesado con los creyentes. Mientras permanecemos en esta unidad, somos ?pintadosí con el ungüento. Cuanto más somos ?pintadosí de esta manera, más son eliminadas nuestra constitución, nuestro temperamento y nuestra manera de ser naturales, y lo único que
permanece es la mezcla del Dios Triuno procesado con nuestra
  humanidad elevada. En esto consiste la unidad. (The Genuine Ground of Oneness, págs. 78-80)
  Lectura adicional: The Genuine Ground of Oneness, caps. 4, 6;
  Estudio-vida de los Salmos, mensaje 42
  Witness Lee
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  ¡Jesús es el Señor!

      Nuestro proposito no es comunicar conocimiento, ni métodos bíblicos a los santos, sino ayudar a los que ya siguen al Señor y caminan en esta senda con el objeto de avanzar.
  Watchman Nee
  
  El verdadero ministerio se concibe en el vientre del sufrimiento, nace con fatiga y con dolor, y se mece en una cruz.
  Ciertamente hay un camino solitario para los que buscan andar con Dios. Pero cuando andemos con el Señor, vamos a encontrar compañia en otros que tambien conocieron el rechazo y el sufrimiento cuando  anduvieron con Dios, y aprendieron sus caminos

           
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