[CE-Peru]El Señor será glorificado en sus santos y alimento matutino (miercoles)

Practicando los libros de 1 y 2 de Tesalonicenses – Ser glorificado en Sus santos

Leer con oración: Ro 8:15-17; Gá 4:6; Jn 21:15-18, 21-22

Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse (Ro 8:18)

EL SEÑOR SERÁ GLORIFICADO EN SUS SANTOS

Nosotros los que creemos en el Señor recibimos el espíritu de filiación y clamamos Abba, Padre (Ro 8:15; Gá 4:6). Cuando clamamos Abba, Padre rebosamos de alegría, pues El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados (Ro 8:16-17). Los herederos, son aquellos que están listos para tomar posesión de la herencia, de los bienes del padre. Luego Pablo prosiguió Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse (v. 18).

Necesitamos encarar los sufrimientos como el medio para ser glorificados. Si hoy sufrimos, mañana seremos glorificados; y si hoy nos negamos a sufrir, mañana tampoco habrá gloria. Los que nos atribulan tal vez no sufran, pero no recibirán la gloria. Si queremos ser glorificados y tener a Dios glorificado en nosotros, no pueden extrañarnos los sufrimientos del tiempo presente, pues éstos están determinados para nosotros. Tenemos la libertad para rechazar los sufrimientos, pero si esa fuera nuestra actitud habitual, perderemos oportunidades para negar la vida del alma y en consecuencia habrá en ella muchas impurezas que no podrán conducirnos a la gloria delante del tribunal de Cristo. Sólo podremos entrar en la gloria del Señor para ser glorificado en nosotros cuando Él vuelva, si hoy tratamos con nuestra vida del alma; para eso son necesarios los sufrimientos. En el libro de Hechos y en las epístolas, vemos que Pablo personalmente, sufrió mucho en lo relacionado a la obra del Señor y a las iglesias. En los evangelios, vemos también que Pedro sufrió por causa de su hombre natural, que era muy fuerte y no fue difícil para Dios tratar con él, ya que Pedro estaba habituado a actuar en su hombre natural. En Juan 21:15 el Señor le preguntó: Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos Le respondió:

Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. (v.16). Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas y le respondió:

Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. (v. 17). De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. (v. 18). Era como si el Señor le dijese: Antes eras libre y hacías lo que querías; principalmente cuando hablas, pero yo ya he muerto y resucité, y si quieres seguirme debes negarte a ti mismo y oírme. Cuando eso ocurra, otros te ceñirán y te llevarán adonde no quieras ir. El Señor le pidió a Pedro que lo siguiera y así lo hizo, pero al voltearse, vio que Juan venía detrás de ellos y Pedro preguntó: ¿Señor y que de éste (v. 21). Esto demuestra que Pedro aún necesitaba del trabajar del Señor en él. El Señor le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti Sígueme tú. (v. 22). Era como si el Señor le dijese: Pedro, si tú fueses como Juan, tal vez pasarías por menos sufrimientos. Muchos de nosotros somos como Pedro, en medio de los sufrimientos miramos a los demás y murmuramos: ¿Porqué ellos no sufren como yo sufro. Debemos ver que el Señor trata personalmente con cada uno de nosotros.

Punto Clave: El Señor trata conmigo Pregunta: ¿Cómo debemos encarar los sufrimientos Dong Yu lan Derechos reservados a: Editora Árvore da Vida ¡Jesús es el Señor!

SEMANA 4 DÍA 3 Alimento matutino

Jn.17:21-23 Para que todos sean uno; como Tú, Padre, estás en Mí, y Yo en Ti,que también ellos estén en Nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste. La gloria que me diste, Yo les he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno. Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a Mí me has amado.

La verdad acerca de la unidad es grande y profunda. El significado completo de la unidad genuina revelada en la Biblia excede nuestro entendimiento. Puesto que es difícil que entendamos la unidad revelada en las Escrituras, el Señor Jesús oró acerca de la unidad en Juan 17 en vez de hablar acerca de ella como parte de Su discurso a los discípulos. Creo que el Señor Jesús se daba cuenta de que Sus discípulos no podían entender el asunto de la unidad. Por tanto, ofreció una oración al respecto. Juan 17 es un escrito profundo, insondable y misterioso. Este capítulo es en sí mismo una prueba contundente de que la Biblia fue inspirada por Dios. Ningún ser humano pudo haber redactado un escrito semejante al decimoséptimo capítulo de Juan. (The Genuine Ground of Oneness, pág. 73)

DÍA 3 Lectura para hoy [Juan 17:21-23] es una muestra de cuán profundo es este capítulo

¿De cuál unidad se habla en este versículo ¿Qué significa que seamos uno como el Padre está en el Hijo y el Hijo está en el Padre Ciertamente esta unidad sobrepasa nuestro entendimiento. En el versículo 22¿cuál es la gloria que el Padre ha dado al Hijo y que el Hijo nos ha dado a nosotros Además, ¿qué significa que seamos uno así como el Padre y el Hijo son uno Algunos pensarán que esta unidad simplemente consiste en que entre las tres personas de la Trinidad

Divina no hay ningún conflicto, discusión, ni disensiónLos que entienden el versículo 22 de esta manera dirían que si un buen número de creyentes se congrega, sin que haya entre ellos discusión ni disensión alguna, ellos son uno tal como el Padre y el Hijo son uno. Este entendimiento acerca de la unidad es demasiado superficial Los tres del Dios Triuno son uno en Su naturaleza y en Su ser. La unidad de los creyentes en Cristo debe ser esencialmente igual. El uso de la palabra gloria comprueba esto. Puesto que hemos recibido del Hijo la misma gloria que Él recibió del Padre, podemos ser uno así como el Padre y el Hijo son uno. Esto alude a una unidad que, más que ser meramente la suma de individuos, es una unidad relacionada con la naturaleza y el ser. [En el versículo 23] vemos que los creyentes no simplemente se juntan para ser uno.

El versículo 23 es aún más enfático que los versículos 21 y 22 con respecto a la unidad, pues nos habla de ser perfeccionados en unidad. Esto indica que es posible ser uno, pero que nuestra unidad esté solamente en la etapa inicial, o sea, que no haya crecido plenamente ni alcanzado la perfección. Aquí vemos la mezcla del Dios procesado con los creyentes. Las palabras Yo, ellos y Tú se refieren respectivamente a Cristo, a los creyentes y al Padre. El Hijo está en los creyentes, y el Padre está en el Hijo. Ésta es la mezcla del Dios Triuno con los creyentes. El resultado de tal mezcla es que nosotros podemos ser perfeccionados en unidad. El día que creímos en Cristo, entramos a formar parte de esta unidad. Sin embargo, aún tenemos problemas con nuestro hombre natural, nuestra constitución natural y nuestra manera natural de ser. Pero cuanto más experimentamos a Cristo como el Espíritu vivificante, más se reducen todos estos elementos naturales.

A medida que estos elementos se reducen mediante nuestra experiencia del Dios Triuno, nosotros somos perfeccionados en unidad. La unidad que se revela en la Biblia no consiste en juntar creyentes unos con otros para formar una entidad armoniosa. Este concepto de unidad es natural y superficial La unidad es la mezcla del Dios Triuno procesado con los creyentes.

(The Genuine Ground of Oneness, págs. 73-75, 77-78) Lectura adicional: The Genuine Ground of Oneness, cap. 6; La unidad y la unanimidad según la aspiración del Señor y la vida y el servicio del Cuerpo según Su deleite, caps. 1-2 Witness Lee

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