CRISTIANOS – CON QUIEN ME CASARE? (Estudio B.en el tema conflictos juveniles)

  ESTUDIO BIBLICO

¿CON QUIEN ME CASARE?

( ESTUDIO REALIZADO POR: PABLO MARTINI)

CONFLICTOS JUVENILES

Nuevamente nos encontramos, queridos jóvenes, para estudiar juntos la Biblia y descubrir en ella los consejos para tu vida que te guiarán al momento de decidir.

Estamos considerando temas relacionados con las emociones y el corazón, y quisiera que dediquemos un tiempo respecto a la elección de la pareja. Aquella pregunta típica que le quita el sueño a tantos jóvenes y quizás a ti también: ¿con quién me casaré?, hay tantas oportunidades para elegir que no se cuál será la voluntad de Dios para mi vida.

Para comenzar quiero que sepas que esta etapa de la elección de la compañera o compañero que te acompañará de por vida debe ser acompañada por dos pilares importantes como lo son la oración y el consejo. Con respecto a esto último, la Biblia habla mucho. Veamos por ejemplo en el libro de Proverbios 4:13: «Retén el consejo, no lo dejes; guárdalo, porque eso es tu vida», también en 5:12-14: «¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón aborreció la reprensión, no oí la voz de los que me instruían, y a los que me enseñaban no incliné mi oído!. Casi en todo mal he estado». Y podemos seguir por ejemplo con 12:15: «mas el que obedece el consejo, es sabio», 19:20: «escucha el consejo, y recibe la corrección», y la lista podría seguir y seguir mostrando la importancia de tener disposición para recibir la instrucción oportuna y cuánto más respecto al tema de la elección de la pareja.

Ahora bien, ¿cuál es el tiempo para pedir el consejo?. Muchos jóvenes han venido a mí  para pedir consejos porque desde hace un tiempo que estaban orando y conociéndose mutuamente. Lo primero que les digo es que han comenzado mal su relación pues el tiempo ideal para buscar el consejo es antes de exteriorizar mis sentimientos hacia la otra persona, antes de hablarle o insinuarle siquiera que hay algo en mi corazón. No olvidemos lo que dijimos en el estudio anterior que actitudes amorosas, despiertan sentimientos amorosos, y muchas parejas piden consejo y buscan la aprobación del Señor cuando sus sentimientos amorosos han sido alimentados de tal manera que ya no hay forma de volverse atrás, y entonces no hay consejo que valga.

Tu me dirás: bien, pero es tan difícil encontrar un buen consejero, ¿a quién se debe pedir el consejo?. El consejo se lo debes pedir a alguien imparcial y espiritual. Alguien que no esté involucrado directamente con el romance en cuestión y alguien que su vida atestigüe actitudes sabias al momento de elegir que tenga una familia sana en el Señor, una relación especial con su cónyuge, hijos obedientes y conocedor de la Biblia, y si no encuentras a tu lado o en tu iglesia alguien así, no te desesperes, Dios te lo pondrá en el camino, tu ora y pídele a Dios que Él te lo enviará. Muchas veces se pide el consejo a aquella persona que sé que me dirá lo que yo quiero oír, eso no es buscar la voluntad de Dios. Conozco muchos jóvenes que durante este tiempo de elegir la pareja consideran que el probar con varias personas antes de elegir es un método saludable.

Quiero decirte que ese es un error fatal en cuestiones sentimentales. En primer lugar porque desvaloriza el testimonio del que tiene esta práctica ante los ojos del otro u otra que está mirando y que no le creerá cuando vaya con alguna oferta amorosa porque pensará que hará lo mismo que hizo otras veces, que será una más en la lista de prueba, y que si no funcionó, le botará como lo hizo en otras oportunidades.

En segundo lugar porque deja un tendal de corazones lastimados con heridas que tal ves tarden mucho tiempo en cerrar o lo que es peor, nunca cierren y tu serás responsable por eso y en tercer lugar porque en muchos casos son miembros de la misma iglesia y ¿cómo saludarse despuésí. No querido joven, no te equivoques probando con una y con otra, es verdad que puede haber un margen de error en esta etapa y que tal ves algún intento no llegará a buen término, pero que eso no sea una constante en tu vida y no seas comparado a un picaflor, un poco aquí, un poco allá.

Recuerda que con un manual como la Biblia ¡no hay excusas para los errores!. La otra pregunta que se deriva de lo que venimos diciendo es también muy típica: ¿cómo cortar lo que ya empezó?, para tu asombro permitirme decirte que es casi imposible. Es muy difícil sujetar las riendas del corazón cuando la carreta de la pasión tomó velocidad y los caballos corren en carrera. Es casi imposible retroceder el camino andado, olvidar los momento vividos y quedar como si nada hubiera pasado entre ambos. Es imposible que no queden heridas, rencores, envidias y cuanta manifestación de la carne pueda surgir en un caldo de cultivo ideal como lo es la desilusión amorosa. ¿Estamos de acuerdo en esto?, creo que si. Por eso es saludable antes de llegar a esta etapa de elegir, tener en cuenta la anterior etapa la de esperar. ¡Siempre es mejor la medicina preventiva que la curativa!, ahórrate problemas.

He notado que muchos jóvenes llegan a una edad avanzada sin encontrar pareja porque en el tiempo de la espera y la elección fueron muy exquisitos, por eso quiero dedicar un tiempo a este perfil del noviazgo sin quitarle la parte sustancial que la dedicaremos en algunos estudios posteriores al hablar de la soltería. Aquí cabe hacer una pregunta: ¿qué buscas para tu vida, el príncipe azul o la princesa rosada, impecable e inteligente?, ¿o buscas el intelectual y universitario, con dinero y carro último modelo?, ¿o tal ves el súper cristiano, con dones extraordinarios, una oratoria elocuente, graduado un teología y con ansias de conquista misionera?. Claro que todos tenemos nuestro sueño ideal y también es cierto que Dios quiere y tiene lo mejor para tu vida pero entonces viene otra pregunta: ¿confías en que Dios te dará lo mejor e ideal, lo que realmente necesitasí ¿o en este asunto dejas a Dios de lado y decides elegir tu porque dudas que Dios conozca realmente tus gustosí, te pregunto: ¿acaso Dios te dio algo malo o fallado o nocivo para tu vida alguna vez?. El Señor Jesucristo en Mateo 7 recalcó esta verdad al decir que si los padres terrenales sabían dar buenas dádivas a sus hijos ¡cuánto más nuestro padre celestial!.

Como ves es un asunto de fe. Ahora bien me parece escuchar tu razonamiento al decir ¿esto significa que debo aceptar al primero que me viene a proponer matrimonio y que Dios puede ser un Dios tan insensible que me una de por vida a alguien que no era el o la mujer de mis sueñosí, y te pregunto otra vez: ¿tienes fe en Dios en este asunto como en cualquier otro de la vida?. Lo que tu debes buscar no es una persona impecable sino alguien que ame la Biblia, porque si ama la Biblia, la sola palabra se encargará de santificarle. Cuando el apóstol Pablo le habla a los esposos en la epístola a los Efesios en 5:25-26 dice: «maridos, amad a vuestras esposas así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para santificarla por el lavamiento de la palabra». Así que uno de los ministerios principales de la palabra en la relación amorosa entre un hombre y una mujer es la de lavar, santificar, perfeccionar, quitar poco a poco todo aquello que no concuerda con una vida de fe.

En resumen, si ese muchacho o muchacha que estás considerando y que te gusta tiene algunos defectos de carácter o aún de vida cristiana pero que deja ver en su vida un apego a la Biblia y sensibilidad ante ese pecado, tranquilo tranquila, confía en el la obra purificadora de esa palabra que está leyendo y, si ves que Dios guía ese sentimiento, avanza por la fe confiando en un padre que sabe dar sólo cosas buenas a sus hijos.

Para cerrar este tema no sería malo que inspecciones de alguna manera cómo está el devocional diario de aquel que estás considerando o que te está proponiendo algo más que una amistad, cómo es su vida de oración y estudio serio de la Biblia, habla con su líder o con su mejor amigo o amiga, pero esto sí que debe estar en claro antes de que le aceptes como novio o novia, porque eso será tu confianza de que esa persona está controlada por el Espíritu y no tendrás a tu lado una fiera sin control.

Ora, pide consejo, vuelve a orar, chequea cómo está su vida de relación con Dios y si ves la guía de Dios decide por la fe que Él siempre da lo mejor. ¡Que Dios te bendiga!.

( ESTUDIO REALIZADO POR: PABLO MARTINI)

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