Son seis hermanos, el mayor de ellos inválido. Desde que tuvieron razón de ser, viven bajo la carpa de un circo. Han compartido por igual momentos felices e instantes tristes. Se identifican con la emoción de las gentes cuando el espectáculo llega a una ciudad o polvoriento pueblecito. El acto principal: forman una pirámide humana y caminan sobre la cuerda floja, en una peligrosísima demostración que nadie jamás ha intentado. Alguien dijo alguna vez que estos artistas centroamericanos son suicidas.
«Caer al vacío significa morir o quedar sometido a la parálisis para siempre, como mi hermano mayor» relató una de las chicas equilibristas a un programa de la cadena de televisión AXN.
Cuando los artistas aparecen en escena, la mayoría de los espectadores se dejan embargar por la tensión, sudan frío y aguantan la respiración. Un paso en falso, un movimiento errado o una distracción, puede costarle la vida a estos cinco hermanos.
Ellos dependen del equilibrio, de la coordinación de los movimientos y de una acertada tensión aplicada a la cuerda sobre la que se desplazan.
Ahora traslada esta imagen gráfica a tu vida personal. Cuando tu caminas por la «cuerda floja» de la vida, en aquellos momentos de crisis personal, emocional o espirituales, difíciles de describir, ¿De quién dependesí, ¿De Dios o de los hombresí Seguramente nuestra respuesta es de Dios.
Hola amigos que Dios los bendiga muchisimo, que la paz de Dios reine en sus corazones.
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Hoy quiero empezar una...