Devocional: Judas ofrece entregar a su Maestro (1).

Título: El Engaño de Judas y su Terrible Consecuencia

«He aquí están acechando mi vida, sin delito mío corren y se aperciben.» Salmo 59:3-4

«El hombre cargado de la sangre de alguno huirá hasta el sepulcro, y nadie le detendrá.» Proverbios 28:17

Judas ofrece entregar a su Maestro

La conducta de Judas no reflejaba verdaderamente el estado de su corazón, pero Jesús lo conocía y había declarado: «Uno de vosotros es diablo» (Juan 6:70). Judas había ocultado su verdadera condición interna. Sin embargo, es posible que él mismo no lo percibiera, ya que el diablo ciega los pensamientos de los incrédulos (2 Corintios 4:4). La peor ceguera es aquella que nos oculta nuestra propia perdición, y Satanás trabaja arduamente en ello. Durante la cena en Betania, una circunstancia dejó entrever el estado moral de Judas: era un ladrón y se apropiaba de lo que se depositaba en la bolsa común (Juan 12:6). El amor al dinero fue la puerta por la cual Satanás ingresó en su corazón. Esto desencadenó el proceso dramático, inevitable e irreversible de la traición.

Los sacerdotes mostraron una alegría cínica al cerrar el abominable trato con el traidor. Al ser cegados por Satanás, se convirtieron en dóciles instrumentos en sus manos. A Judas le resultó fácil encontrar la oportunidad para entregar al Señor, ya que en ese momento Jesús estaba dispuesto a dejarse arrestar, «su hora había llegado».

Las Escrituras habían previsto lo que Judas haría, pero esto no eximía su responsabilidad. Su trágico destino se revela para mostrarnos que los mayores privilegios no garantizan la vida eterna. Solo la gracia de Dios, recibida mediante la fe, asegura la salvación eterna.

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