[Devocional_Diario] Renuncias: tu oro refinado no valen nada

Renuncias: Tu oro refinado no vale nada
 
Sométete a Dios; ponte en paz con él,
Y volverá a ti la prosperidad.
Acepta la enseñanza que mana de su boca;
¡Grábate sus palabras en el corazón!
Si te vuelves al Todopoderoso
Y alejas de tu casa la maldad,
Serás del todo restaurado;
Si tu oro refinado lo arrojas por el suelo,
Entre rocas y cañadas,
Tendrás por oro al Todopoderoso,
Y será él para ti como plata refinada.
En el Todopoderoso te deleitarás,
Ante Dios levantarás tu rostro.
Cuando ores, él te escuchará, y tú le cumplirás tus votos.
Tendrás éxito en todo lo que emprendas,
Y en tus caminos brillará la luz.
Porque Dios humilla a los altaneros,
Y exalta a los humildes.
El salva al que es inocente,
Y por tu honradez quedarás a salvo?
Hará conmigo lo que ha determinado; todo lo que tiene pensado lo realizará?.
Job 22; 23.
Me enseñaron que la sumisión es una virtud que todo individuo debe lucir como una joya ejemplar.  No hay nada más ejemplar que una persona que reconoce su papel dado por el Señor y sabe obedecer con prontitud a la voz de sus cabezas.
Me desubican al contrario, las actitudes de indocilidad, desobediencia y rebeldía.  Cuando hay una persona que cree conocer mejor que nadie lo provechoso, lo superior y perfecto y no es capaz de estar atento a una palabra de consejo y sabiduría.
¡Que importante es aprender a someterse a alguien superior!
Les confieso que para los que nos sentimos sabiondos esto de la sumisión suena más a rendición, subordinación y esclavismo, y con tanto pensamiento que lucha por rebelarse, someterse es un reto sacrificial.
Pues bien, estoy lista a someterme a mis pastores, a mi esposo a los maestros de la Palabra, pero que no me pidan que deje de por lo menos, opinar en el fondo de mi corazón mi guardada opinión, que a decir verdad parece más convincente que la orden demandada.
Siempre he practicado la sumisión, sería el colmo que una esposa de pastor sea una rebelde sin causa, pero a veces cuando me siento jocosa canto una canción de los años viejos que dice mucho de este corazón desobediente que a veces lucha por levantarse:
Yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así?
Y ahora meditando en la Palabra de mi Padre Paciente y Tolerante me encontré con esta joya:
Somete a Dios, Ponte en paz con él?
-Esa queja de tu interior no escapa de mis oídos, esa insubordinación de tus pensamientos no escapa de mis ojos, no quiero que obedezcas o que te sometas a la fuerza, sin voluntad, rendida y acabada?.-
Haz las paces conmigo, yo no soy tu capataz, soy tu Padre, déjame hacer las paces contigo, créeme que lo que quiero para ti es lo mejor?-
Someterme a Dios, echar mi oro en el basural, tirar como desecho todo lo valioso, lo que considero justo y bueno, mi oro acumulado en estos años de vida, lo que consideraba que era lo que me identificaba como una mujer ejemplo de sumisión y virtud, este oro acumulado, no tiene valor para nadie, sólo para mi, y Dios me pide, ¡tíralo!
-Pero Padre, ya ha sido afinado, no tiene escorias, tú mismo te encargaste de afinarlo y sacarle brillo!-
-Sácalo de ti, este oro te pertenece, representan tus esfuerzos, pero yo quiero tu sumisión?-
 
Hoy Dios te ofrece a ti y a mí, que él puede ser nuestro oro, la plata más refinada, si haces este sacrificio, él te escuchará, y ya no hablarás las mismas quejas profundas, El levantará tu rostro y tus oraciones serán una alabanza que llene su santuario.
Tendrás éxito, tus pensamientos serán santos, y en tus caminos brillará su luz.
La rebeldía encubre un corazón altanero y sedicioso, el corazón sincero y honrado se someterá a Dios con alegría.
Dios te ayude a entender que no hay nada mejor que dejar de pelear para obtener la paz, él hará contigo lo que planeado, deja de chocar con Dios.
Dios te esta hablando sométete a su Voluntad.
Martha V. de Bardales

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí